Itzitery (borrador)

Capítulo ocho: "El pricipio"

 

Emily

 

Comencé a caminar directamente a mi juicio final, lo sentía dentro de mí. Sabía que tarde o temprano el odio que ese sujeto tiene hacia mí me iba a pagar una buena factura, lo esperaba, no sabía que llegaría tan pronto, pero sabía que lo haría.

 

Caminar por aquí me hace pensar que las cosas podrían cambiar y para mejor. Quizás no de la mejor manera. Sé que no estoy haciendo las cosas como se deben, pero hago lo posible para seguir en carrera y no morir en el intento.

 

Mi hermano, mi familia y todos los seres que yo pensaba que me amaban me dejaron sola en un mar de incertidumbre y no quiero ahogarme. Debo salir a flote de aquella atrocidad a la que llamamos mundo.

 

Al llegar encuentro a varias personas con sus uniformes, eran negros y ajustados al cuerpo. Todos poseían armas de alto calibre lo podía notar ya que he crecido con armas en mi casa, quizás las que mis padres tenían no eran de tan alto nivel, pero estaba bastante segura que cualquier arma podría ser tu fin con tan sólo un tiro en cualquier parte del cuerpo, si es que saben utilizarla bien.

 

— ¡Todos al círculo! —Exclamó Shawn. Podía notar a la distancia su rostro, como siempre su ceño se encontraba fruncido y sus ojos se oscurecían aún más de lo que ya eran—. Necesito que todos vengan al maldito círculo, ahora.

 

Las personas al oír lo que él les pedía se acercaron a él en ese maravilloso círculo que tanto deseaba, camine lentamente con la esperanza de volver y salir con vida de esta locura así que cada paso que daba era sin ningún sonido posible, mis pisadas eran pequeñas y frágiles tanto como mi alma que ya tenía una gran grieta que no sanaría jamás.

 

— ¡Niña idiota!, ¡ven ya! —Oí su voz. Lo único que quería es salir de allí así que no le di importancia alguna y ahora si salí corriendo lo más rápido que podía.

 

Corrí y corrí sin mirar atrás, pero tenía que observar para lograr ver que ya no venía detrás de mí, pero fue inútil al darme la vuelta logre sentir como un fuerte peso detenía mis movimientos. Cerré los ojos por unos instantes y después los abrí para lograr contemplar a la persona que había arruinado mis planes de fuga, tragué saliva sonoramente al notar que era él. No entendía como pudo aparecer tan rápido y delante de mí en sólo unos breves segundo de corrida, negué con la cabeza mirando esos ojos oscuros sin entender, sin creer, sin tener fe de lo que mis ojos estaban viendo en ese mismo momento.

 

No me dejo decir ni una sola palabra y me tomo de la nuca aplastándome con fuerza, trate de zafarme de su agarre y lo logre en ese momento comencé a correr nuevamente lo más rápido posible pero fue inútil ya que sentí un fuerte dolor, era algo eléctrico contra mi piel que me hizo caer al suelo, mi cuerpo comenzó a temblar debido a los electrodos que llegaban a mis neuronas, mis ojos se cerraron por unos instantes y luego me encontré en medio de aquel maldito círculo con personas a mi alrededor que me miraban como si estuviera muerta o algo como eso.

 

 

Espera…

 

¿Estoy muerta?, ¿Puedo moverme?

 

Vamos… sólo intenta mover un dedo.

 

—Niña idiota, vamos levántate. No tenemos todo el día y si quieres volver a correr para salir de tus obligaciones tendré que usar otros métodos más fuertes para que logres entender que aquí el que manda soy yo.

 

Me levante lentamente del suelo agarrando mi espalda, el dolor continuaba allí y cada segundo que pasaba me parecía aún más doloroso que en el primer momento, camine a su lado con el ceño fruncido y mire sus ojos.

 

—No es necesaria la agresividad, no haré tonterías… discúlpame, por favor…

 

Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro y luego asintió mirándome directamente a los ojos, se alejó y comenzó a dar la clase.

 

—Todos aquí fueron víctimas de Itzitery, todos aquí la buscan, todos aquí vengaran la muerte de su ser querido y todos aquí encontrara la verdad para seguir con su camino. Un camino de felicidad y por primera vez paz en el —Dijo Shawn.

 

Todas las personas comenzaron aplaudir de felicidad, podía sentir como ese discurso era diferente al que había imaginado. Las cosas si pueden cambiar después de todo, sólo espero que pueda lograr las expectativas necesarias para seguir con el camino y lograr lo que tanto busco que es la verdad y la esperanza de seguir adelante con esta vida sin mirar atrás, quiero respuestas y si esta es la única manera de encontrarlas aquí estoy yo, haré lo necesario para continuar y ser feliz ya que sé que es eso lo que mi hermano quería para mí.

 

—Hoy empezaremos con lo básico, ni más, ni menos. No los quiero cansar el primer día y como pueden ver todos aquí son menores de edad o tienen veinte años, quiero decirles que eso no importa, la edad no importa… no importa ya que cualquiera tiene el derecho de elegir vivir una vida mejor y por eso aquí están. Están para seguir y lograr lo que las instituciones de la ley y el orden no pueden conseguir. Ustedes decidieron ser más capaces que ellos. Ustedes son la nueva ley —Dijo aquel joven de ojos oscuros y aliento a sandía.




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