Ivor

Capítulo 10-Ivor

Parry me había dicho lo que ocurría con Iris, en realidad, lo obligué a contarme en cuanto llegamos a nuestro piso. Nunca se me hubiera cruzado por la cabeza de que Iris fuese una vidente. ¿Cuántas probabilidades había para que la mejor amiga de una banshee sea una vidente? Y sin contar en la época en la que estamos, donde casi todo lo sobrenatural está muerto u olvidado.

Pero ahora, lo que más me preocupa es la revelación de la vidente. La muerte de Parry. Tengo fe en él, pero también conozco los poderes de una vidente y rara vez suelen equivocarse, aunque me llene la boca diciendo que el futuro es un infinito de posibilidades. Debe existir la manera de no hacer cumplir la muerte de mi mejor amigo.

Volvemos a encontrarnos en el bosque, pero ésta vez no es para enseñarle a Shawna a usar su magia, sino más bien para que Parry practique con su espada. Además, ya no somos solo nosotros tres, ahora también Iris está haciéndonos compañía. Mientras Parry y yo luchamos, puedo ver por el rabillo del ojo como Shawna le enseña lo aprendido con su magia a Iris, las puedo ver sonreír, hablar y sus entusiasmos. Definitivamente Iris está muy maravillada con la magia. Con Parry luchamos hasta el cansancio, no nos detenemos, mañana al mediodía será el duelo y él debe estar al cien por cien. Debe dar todo y más.

En cuanto el sol baja, dejamos nuestras espadas a un lado, detenemos la lucha y nos acercamos a las chicas que ríen porque Shawna logró convertir una hoja en una oruga y la soltó a medida que chillaba. Seguramente no pensaba transformar esa hoja en una oruga.

—Debía ser una hermosa flor —se queja Shawna conforme su cuerpo se estremece.

—Pero salió una hermosa oruga —se burla Iris.

—Era un asqueroso gusano peludo —espeta Shawna, haciendo reír a Parry.

—Siempre tan quisquillosa —se guasa él.

—Más vale que tengas dominio de esa espada porque si ese tal Urien te mata, te juro que te revivo solo para volverte a matar —le amenaza Shawna.

–Podrías revivirme por el simple hecho de que me quieres y no podrás vivir sin mí —bromea él, logrando que todos rodemos nuestros ojos.

—Eso no sería una mala idea, ¿no? —habla Iris, teniendo la atención de todos nosotros.

— ¿Qué quieres decir? —le pregunta Shawna, confundida.

—Digo, que sí por casualidad Urien mata a Parry, Ivor o quizás tú, puedan revivirlo —los ojos de Shawna viajaron directamente a mí con esa pregunta tirando de ella. Solo niego con la cabeza.

—Eso no puede hacerse —digo con seriedad.

— ¿Por qué no? Ustedes como magos, ¿no pueden revivir a nadie? —cuestiona Iris.

—Ese no es el caso. Poder se puede —manifiesto.

— ¿Pero? —me interrumpe Shawna.

—Si se revive a alguien, otra persona tiene que morir. Es el balance de la naturaleza —explico.

—Matamos a Urien —sugiere Shawna.

—No tienes idea de lo que significa matar a una persona, ¿verdad? —miro fijamente a Shawna, ya que no puedo creer lo que está diciendo—. No es tan fácil matar a alguien como se ve en las películas, Shawna.

—Pero…

—No quiero sonar irrespetuoso —le interrumpe Parry, rascándose la nuca—, pero están hablando de mí como si yo no estuviera aquí, sin contar que están dando por hecho que ese idiota me va a matar.

—No es eso —contesta Iris—. Solo pienso en alternativas. Ivor dijo que el futuro es infinito, pero uno de ellos o quizás más, te muestren muriendo y si podemos evitarlo o hacer algo para que vuelvas a la vida estaría bien hablarlo ahora. Hablar sobre todas las posibilidades que tengamos y podamos, para que sigas con nosotros —argumenta.

—Sé que tienes miedo, Iris —comenta él, mostrando una tierna sonrisa conforme se acerca a ella—, pero, si muero debo quedar así —le indica.

— ¿Por qué? —cuestiona ella.

—Porque para revivir a una persona se necesita de mucha magia antigua y ninguna de ustedes tiene idea sobre eso, además, traer a alguien a la vida es peligroso, una parte de su alma nunca vuelve, sin contar que si alguien no muere en su lugar, la naturaleza tomará medidas y las consecuencias no son nada lindas —explica.

—Tiene que haber un equilibrio —digo, mirando a Shawna en especial y luego poso mis ojos en Iris—. Créeme cuando te decimos que es peligroso esa clase de magia —le advierto.

—Promete que no pensarás en eso otra vez —le pide Parry a Iris —Promételo, Iris —exige.

—Lo prometo —dice ella con duda, pero acatando su orden.

— ¿Shawna? —dice, posando su mirada en ella.

—Lo prometo —entona ella, sin convencimiento.

—Ahora, dejen de pensar que ese imbécil va a matarme. Eso jamás sucederá. ¿Acaso no saben quién soy? —suelta con su característica gracia.

—Oh, vamos —intervengo—, eso solo te duro un día —digo sabiendo a lo que se refiere.

—Pero es válido —se jacta Parry.




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