Ivor

Capítulo 17-Ivor

— ¡Debemos sacarla de ahí! —grito al ver a Shawna convulsionar dentro de la bañera.

—No podemos, Ivor —me detiene Parry cuando me dispongo a vaciar la bañera—. Si la despiertas todo esto será en vano y, no sabemos qué sabe, si es que sabe algo y será peor para ella regresar sin repuestas —apunta.

—Está muriendo, Parry —gruño conteniendo mi rabia y mi miedo de perderla.

—Puedes dañarla si la despertamos ahora —exclama él.

—No puedo dejarla morir. No otra vez —digo agachando la cabeza. Sé que tiene razón, pero el verla convulsionar de esa manera me está matando lentamente. Me aterra el volver a perderla.

—Sé que tienes miedo de perderla, Ivor, pero sabes que si interrumpimos éste proceso, también corre riesgo de morir —manifiesta y, nuevamente, tiene razón. Debo ser fuerte y dejarla crecer.

—Ok. Pero, iré con ella —demando.

— ¿Qué? No… no harás eso —ordena Parry—. También es peligroso para ti —señala.

—No voy a dejarla sola, si… Ella me necesita ahí, a su lado —increpo.

—No lo hace, Ivor —entona él—. Debes confiar en ella —escupe provocando que me hele al instante.

—Lo hago, Parry, confío más en ella que en mi mismo —admito.

—Entonces déjala hacerlo sola —me pide, pero no sé si soy lo suficientemente fuerte como para contenerme de no ir—. Ve a dar una vuelta, Ivor —me ordena.

—No voy a irme de su lado, Parry, deberías saberlo —intervengo de inmediato.

—Solo toma un poco de aire, Ivor, deja de pensar en todo lo malo que le pueda llegar a suceder. Quiero que te tranquilices por unos minutos. Solo eso. Si no lo haces por ti, hazlo por ella. Te necesita al cien por cien para cuando despierte —supongo que tiene razón.

—Ok —digo dejando escapar el aire de mis pulmones—, solo unos minutos —acepto.

—Bien —asiente él.

Al salir del baño, encuentro a Iris observando por la ventana. Supongo que no soy el único que se tranquiliza con la vista de la ciudad.

— ¿Ya despertó? —pregunta al verme acercar.

—No —ella deja caer sus hombros y cabeza—. Parry me pidió que saliera a tomar un poco de aire, él la está cuidando —ella asiente.

— ¿Crees que estará bien? —vaya, ahora soy yo el que debe pensar en positivo.

—Lo creo —afirmo una vez estando a su lado y perdiendo mi mirada en la ciudad—. Confío en ella —repito.

—Yo también —asegura ella. Siento su mirada en mí por lo que dejo la ciudad para mirarla a ella.

— ¿Qué ocurre? —me intereso.

—Nada, solo es que… todavía no puedo creer lo que pasó con Malía. Ella… ella era como mi segunda madre, ¿sabes? —asiento en silencio y dejo que continúe—. Mis padres viajan mucho por trabajo, así que ella tomó el lugar de una tía o… de una madre sustituta. Y, lo hacía genial, era la mejor —sus ojos se llenan de lágrimas y se esfuerza para no derramarlas—. No puedo quitarme de la cabeza la imagen de ella tirada en el suelo de la tienda, ni siquiera puedo dejar de reproducir lo que me mostró mi visión, el cómo murió. Es horrible, Ivor —ella ya no puede mantener su llanto a raya y la abrazo dejando que se desahogue—. Si yo no puedo superar esto, ¿cómo puedo esperar que lo haga Shawna? —ella solloza.

—Tranquila —chisto.

—No quiero ver más muertes, no quiero tener esta visión, no quiero ver lo que me espera en el futuro. Duele de todas las maneras, Ivor. Lo odio —no acoto nada, yo, solo la dejo descargarse. No puedo hacer nada por ella, no hay manera de ayudarla. No hay manera de que deje de ser una vidente, solo debe aprender a vivir con su don.

— ¿Quieres dar una vuelta? —le pregunto en cuanto noto que su llanto se detuvo un poco.

—No creo que sea buena idea… —comienza a negarse.

—Solo unos minutos —le interrumpo su negativa—. Parry me dijo que debo tomar un poco de aire y despejar mi mente, creo que a ti también te vendría bien un poco de aire —le indico.

—Bien, iré por mi chaqueta —enuncia.

Minutos después, ambos salimos del edifico y comenzamos a caminar, sin rumbo, y en silencio. Solo nuestras mentes están activas, ya que nuestros cuerpos solo avanzan por inercia. Hasta que, sin darnos cuenta, llegamos al bosque, precisamente al lugar en donde hemos practicado con nuestros poderes. Y terminamos sentados en la misma roca en donde habíamos estado apoyando a Parry en el reto a muerte, mirando hacia delante. Todavía puedo ver la lucha de Parry.

—Me es difícil creer todo lo que ha pasado en tan poco tiempo —le escucho decir.

—Para mí fue una eternidad —esbozo.

—Hace solo un par de semanas, era todo tan normal. Era una chica corriente trabajando en un bar solo por gusto, ya que no necesito trabajar, y todo por acompañar a mi mejor amiga. Tenía un novio, que era un idiota, pero, ¿no son así todos los novios? —eso hace que ambos riamos—. Sufría “pesadillas” —dice entre comillas—, las cuales, tenía la esperanza que un día, solo, se irían —ella agacha la cabeza y juega con sus manos—. Ahora, ya no tiene sentido seguir en ese bar, ya no tengo un idiota como novio, ya no sufro de pesadillas, sino de visiones; ahora existe la magia, mi mejor amiga es una poderosa banshee, lo que sea que eso signifique. Todo es tan diferente, ahora —Iris eleva la cabeza para mirarme—. Sabes, es la primera vez que me siento extraña, fuera de lugar; es la primera vez que no siento que éste sea mi lugar. La he visto y escuchado a Shawna sentirse de esta manera, tantas veces, que ahora creo que la comprendo. Ella nunca encajaba en ninguna parte, siempre decía que algo le faltaba, que había algo allí fuera para ella, pero que no sabía lo que era. Ese algo eras tú, era Parry, era su magia. Ahora soy yo la que no sabe dónde es su lugar, la que se siente perdida —le tomo la mano para instarle fuerzas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.