Jack Clover - Escalera Real I

IX - King

Rick y Jonathan fueron más que miembros de la misma familia. Se querían y se protegían el uno al otro, como si llevarán la misma sangre corriendo por sus venas.

En su juventud fueron pequeños delincuentes. Asaltaban comercios y causaban problemas con bandas locales, pero al mismo tiempo daban a los pobres la comida que robaban, ayudaban a los ancianos comprando medicamentos para ellos y, cuando se formaron en la familia, protegían la ciudad.

Rick y Jonathan no solo mantenían una buena relación, se transformaron en el mejor equipo que la familia pudiera desear. No había misión que no se completara cuando ellos la llevaban a cabo. Eran astutos, tácticos, estrategas e igualmente de brutales y sanguinarios. Batieron récords y se ganaron el respeto de todos, incluso del líder de ese momento: el padre de Rick, abuelo de Jack.

A los usuarios del Black Rose se los conocía como blackrays. Sin embargo, Rick y Jonathan tenían sus propios apodos. Jonathan era el blackray de la ilusión, lo llamaban El Ilusionista. Mientras que Rick era el blackray de las marionetas, bautizado como El Titiritero, y juntos eran conocidos como Los Magos de la casa Clover, o Los Magos a secas.

Con el poder de las marionetas de Rick y las ilusiones de Jonathan creaban invenciones impresionantes y espeluznantes al mismo tiempo. Las marionetas por si solas eran como guerreros sin sentimientos, pero fáciles de romper y no podían engañar a nadie. Las ilusiones, por otro lado, resultaban útiles para el engaño, pero no en el combate. Combinando sus habilidades creaban guerreros que podían acabar con cualquier enemigo. Monstruos, ejércitos y hasta un gigante de cuatro metros de alto, el cual derribó un rascacielos entero. Aunque esa última locura les costó un alto precio, casi matándolos.

Su mayor logro fueron copias exactas de ellos mismos. Dijeron que si algún día el enemigo los capturaba, en realidad tendrían un cuerpo artificial e inerte. No darían información y si concentraban suficiente energía en ellas, sabrían todo lo que estas vieran y escucharan.

Poco a poco, Los Magos se dieron a conocer en toda la ciudad. Se ganaron el respeto y la enemistad de muchos, pero también dos enemigos mayores que cualquier otro. Dos enemigos que los destruyó y los separó para siempre. Dos enemigos que corrompen el alma de cualquier hombre bueno, haciéndolo perder la cabeza

El amor y el poder.   

El padre de Rick se volvía viejo para el puesto y quería retirarse, dejando a su hijo al mando para liderar la familia. Jonathan se alegró mucho por él y le dijo que era buen momento para tomar el control y darle una prosperidad a la familia que nunca hubiera alcanzado antes. Consideraba que lo harían juntos, los imaginó en la cima del mundo. Se llevó una amarga sorpresa cuando vio que los planes de su amigo no eran los mismos.

A diferencia de Jonathan, con el pasar de los años, Rick había madurado. Creció emocionalmente y eso lo llevó a ser un excelente candidato para liderar la familia. Es cierto que le correspondía por sucesión sanguínea, pero por su cuenta demostró que lo valía, forjando su propio camino. En cambio, Jonathan, fue siempre igual. Era el mejor soldado que alguien podría desear y Rick lo sabía; pero era solo eso, un soldado. Inmaduro e inestable. Le gustaba la acción, ver la sangre de sus enemigos en sus manos. Su consejero le tenía que proporcionar soluciones con el menor derramamiento de sangre posible, alguien que pudiera solucionar todos sus problemas y no crear otros. Pensó que Jonathan lo entendería.

Se equivocó.

En uno de sus viajes, Rick conoció a un hombre en una ciudad lejana a Twist City. No tenía nombre, no tenía apellido y le faltaba un ojo. Rick vio algo en él que nunca encontró en nadie más. Lo que eso era, se lo guardó. Así como todo lo que vivieron en esa ciudad.

Al principio, Rick no pudo llevarlo consigo a Twist City, aunque luego lo lamentara. Tuvo que esperar a convertirse en líder para invitarlo de manera oficial a la familia y, cuando lo hizo, se convirtió en el primer miembro bajo su mando; pues los otros, incluso Jonathan, pertenecían a la familia de su padre. Aunque éstos no pretendían abandonarla y seguirían el mandato de Rick, él quería conseguir sus propios miembros de confianza. Es por eso que al hombre sin nombre le otorgó el título de Ace, su nueva identidad.

Jonathan se sintió defraudado, como si le hubieran clavado un puñal en la espalda.

Mientras un novato recibía el cargo más alto dentro de la familia, él recibía el título de Ten. Eso significa que era el soldado más fuerte de la organización, pero no podía liderar misiones, solo debía obedecer, servir y morir en el frente de una batalla.

A pesar de todo, él no se alzó en armas contra su amigo. Eso sucedió cuando se enamoraron de la misma mujer.

Ambos la conocieron en diferentes lugares. Rick en un parque y Jonathan en un cabaret. La cortejaron, le regalaron flores, la invitaron a salir, pero solo Rick la llevó a su habitación. Ninguno de los dos sabía que habían conocido a la misma persona. Si bien eran buenos amigos, las relaciones personales eran, por lo general, mantenidas en secreto por parte de los miembros de la familia. Rick rompió con eso al casarse con la mujer que hizo a Jonathan a un lado. Él no pudo contener su rabia.

La envidia y los celos se apoderaron de su alma. Se sentía traicionando, como si hubieran estado todo ese tiempo burlándose a sus espaldas. Y fue a un peor cuando ella quedó embarazada.




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