A la mañana siguiente tras el desayuno Andrómeda, Leah y Jack en compañía de Diane se dirigieron hasta el mismo lugar en el cual habían aparecido el día anterior. Leah y Jack caminaban detrás de las hermanas, quienes hacían planes para la próxima ocasión que visitaran el pueblo. Los jóvenes conversaban sobre algunas series que habían visto en los meses previos. Leah llevaba algunos libros extra cortesía de Diane y Jack un abrigo que había pertenecido a su padre. "La última vez que tus padres estuvieron aquí, lo olvidó. Pensé en tirarlo, pero creí que sería mejor que tú lo tuvieras, después de todo te será de gran utilidad afuera" le había explicado su Tía.
-Es un bonito abrigo ¿No te parece, Leah? - Preguntó él, cuando todos se detuvieron.
-Pues, te da un aire más elegante- respondió ella.
-Bueno, supongo que es hora de despedirnos. Espero que la próxima vez se queden más tiempo- Comenzó a decir Diane. Podían ver en su rostro la emoción de la despedida, pero que también intentaba no demostrarla- Sé que estarán bien. Ojalá regresen pronto
Diane le dio a cada uno un abrazo y tras ello, Andrómeda volvió a abrir un portal usando un trozo de pergamino. Una vez que lo cruzaron, los tres se pusieron en marcha con ella guiándolos. A los pocos metros de caminar, comenzaron a divisar un pueblo amurallado en el cual un gran castillo parecía ser el centro de todo.
-Vaya, no sé por qué se ve exactamente como lo esperaba- dijo Jack tras observar Wizard's Lair desde la distancia.
-La mayoría de las ciudades del mundo mágico suelen parecerse mucho pues fueron fundadas hace siglos. Muchas de ellas cuentan con un castillo en donde aquellos hechiceros más poderosos suelen vivir y continuar su entrenamiento- le explicó Leah a su amigo
- ¿Los Hechiceros alguna vez terminan de entrenar, Mamá?- le preguntó el joven
-La verdad es que nunca dejamos de entrenar. Muchos Hechiceros Supremos estudian escritos antiguos en búsqueda de magia que se ha perdido en el tiempo. Otros experimentan con la magia, buscando nuevos usos para el poder mágico u otras habilidades mágicas como la Adivinación o la telequinesis, por mencionar algunas- Contestó ella, mientras se acercaban a la entrada del pueblo.
-Interesante, suena a que uno nunca termina de descubrir su propio potencial- ponderó el muchacho
-Así es- dijo Leah- Mi sueño como Hechicera es descubrir o desenterrar algún Hechizo olvidado y que este sea útil para combate. Por eso me la paso leyendo.
-Creí que eso era porque, aunque quieras negarlo, eres una nerd- bromeó él, mirando a su amiga. Ella rio
-Mira quien habla de ser nerd, señor coleccionista de Comics- le contestó ella, mientras ambos reían.
Andrómeda, Leah y Jack se detuvieron ante dos hombres armados con espadas que parecían capaces de atravesar a una persona sin problemas
-Soy Andrómeda, Hija de Ronan y Anastasia Valkyrie. He venido a reunirme con el Consejo de Hechiceros Supremos de Wizard's Lair.
-Señora Andrómeda, ha sido un largo tiempo desde su última visita. El Consejo estará encantado de recibirla en el castillo de inmediato- le respondió uno de los guardias, al mismo tiempo que se hacía a un lado para permitirle a los tres pasar.
-Nunca había escuchado el nombre de mi abuela- le dijo a Leah el joven, mientras avanzaban por un sendero que los llevaba directamente al Castillo, alejándose del pueblo.
-Yo tampoco conocía su nombre. Pero no me sorprende, generalmente hay un miembro más importante en la familia del que todos han oído, un ejemplo de ello es tu abuelo Ronan y tu padre, Ramsey.
-Tu abuela Anastasia no era una guerrera ni una Hechicera Suprema, pero era muy querida por todos en el pueblo. Era muy sabia y siempre hacía lo posible por ayudar a quienes lo necesitaban- le explicó ella a Jack.
Una vez que los tres cruzaron las puertas del Castillo, un hombre de aspecto mayor que portaba una espada y parecía vestido con una armadura similar a la del Arquero Negro se acercó a ellos.
-Andrómeda, es un gusto volver a verte en Wizard's Lair. Escuché que vas a reunirte con el Consejo.
-Lo mismo digo, Maestro- respondió ella a modo de saludo, mientras le daba un abrazo afectuoso- Así es, lo que más esperábamos y temíamos ha comenzado.
- ¿Quiénes son los jóvenes que te acompañan?
-Ella es Leah, hija de Felicia y Alfred Quinn- la presentó la mujer
-Vaya, otra Quinn como Guardiana. Tus padres deben estar orgullosos de ti, muchacha.
-Si lo están, pero eso no quita que sean estrictos con mi entrenamiento- explicó ella
-Y este muchacho, si no me equivoco...
-Jack Hunter, hijo de Ramsey y Andrómeda Valkyrie- se presentó él, como había escuchado hacerlo a su madre. El hombre lo observó con interés.
-Ah sí, el hijo de Ramsey Hunter. Sabía que algún día vendrías al pueblo por el cual tu padre dio su vida. Estoy encantado de conocerte y darte la bienvenida a Wizard's Lair.
-Muchas gracias... uh ¿cómo debería llamarlo? - preguntó él.
-Maestro Espadachín o sencillamente 'maestro', todos lo hacen- dijo el hombre.
- ¿Qué sucedió con los nombres como Greg o Philip en el mundo mágico?- Jack intento bromear, pero sólo Leah tuvo una pequeña risa como reacción.
-Puedo notar que no eres alguien familiarizado con nuestro mundo aún- respondió el Maestro, ignorando el intento de Jack- Y según tu Madre me ha explicado anteriormente, tus poderes están sellados hasta que la magia que lo hizo sea revertida. Una vez que eso suceda, seré yo quien los entrene a ambos y a los otros miembros del equipo.
- ¿Un equipo?- preguntó el muchacho a medida que todos comenzaban a avanzar por el pasillo principal
-Así es, Jack. Leah y tú formarán parte de un equipo de hechiceros encargados de portar y proteger los tres fragmentos del Diamante del Hechicero ahora que la Guerra Mágica mencionada en la profecía se acerca.
Editado: 26.04.2020