“Cuando piensas que ya más nada te puede pasar, algo sucede, sacude tu mundo de maneras inesperadas, y de las cuales creías no eran posibles. El Jaguar alzó su cabeza y me miro con esos intensos ojos azules, raros en su especie, estaba como retándome o instándome a hacer algo, cuando me acerque rugió complacido, no quitaba los ojos de mí, con la respiración entrecortada por la fascinación y el miedo seguí caminando hacia él, después de todo esto era solo un sueño”