Jake Porter y el Legado de los Horrocruxes

Capítulo 19. Discusiones y aclaraciones

¿¡Qué mierdas estabas pensando!? -preguntó Roni enfurecida.

–¡Tú! ¿Qué pinches pensabas: lánzandote como desquiciada hacia Aster? ¿Qué creías que iba a pasar? Cuando la profe Maarika y Tracey en el descanso te dijeron que dejaras eso -reviró Rocco.

–Solo tenías un trabajo, Rocco, y ése era cuidar de Hyacinth; además Aster también tenía sus propios golpeadores para cuidar de ella. -dijo Roni-. No sirves para primer golpeador, Rocco.

–¡Ni tú cómo primera cazadora! -respondió el hermano.

Roni gritó enfurecida y se lanzó contra su hermano, sin importarle la diferencia de tamaño, quizá acostumbrada desde pequeña a enfrentarse a su hermano.

Tracey y Arath contuvieron a Roni, mientras Merrick y Jake se mantuvieron cerca de Rocco para cuidar cómo reaccionaba. Entonces Roni se fue calmando poco a poco.

Entonces de repente, Jake, el capitán del equipo, el que siempre había mostrado calma ante muchísimas situaciones, estando cerca de Rocco, siendo Jake más pequeño y menudo, se dió la vuelta repentinamente y le soltó tremendo gancho.

Merrick reaccionó tarde por lo inesperado del gancho y contuvo a Jake, sacándolo del alcance de Rocco, quien parecía mareado por el gancho que había recibido en la mandíbula.

–No más tenías que cuidar de Hyacinth. -dijo Jake molesto-. Confiaba en que podrías hacerlo.

–¡Basta de golpes y reclamos! -exclamó la profesora Maarika-. Todavía tenemos que volver a completar el partido.

Terminaron perdiendo ese partido, no pudieron recuperarse, no después de que ni la buscadora titular, ni el primer cazador titulares, Hyacinth Grayson y Rocco Wallace; el buscador suplente, Nathan Briden y el primer cazador suplente, Marisa Cole, no fueron capaces de estar a la altura de lo que exigía el partido.

Las vacaciones de navidad llegaron la semana siguiente después del juego, curiosamente no había salido ninguna nota en el Chismógrafo del colegio relacionada con el juego pasado, el alumnado se quedó a la espera del mismo, y seguiría esperándolo.

El viaje de regreso fue bastante silencioso para el grupo, parecía que había temas pendientes a tratar, pero ninguno se atrevía o sabía cómo abordarlo. La disputa acontecida en los vestidores fue la primera y la última vez que se habló del tema.

–¡Nana! -gritó Jake tan pronto como vio a su abuela esperándolo en la estación y salió corriendo hacia la señora Cohen.

–¡Papi! -había gritado Hyacinth, y aunque no corrió como la última vez, cuando había ido al Callejón Diagon, porque todavía tenía herida del partido anterior.

Patrick Grayson miró a su hija, y luego miró a Maarika Rey, ella, como era el protocolo, le había enviado una carta formal el señor Grayson explicándole la lesión, el motivo de la misma y el procedimiento médico que se tuvo que seguir.

–Como le expliqué en la carta, señor Grayson, sanará pronto si seguimos la recomendaciones de madame Pomfrey. -habló la profesora Maarika Rey.

–¿Cómo te sientes, hija? -preguntó la señora Cohen, intentando romper la tensión entre la profesora y el padre de familia.

–La verdad que muy bien, señora Cohen. -respondió Hyacinth.

–¿Pero qué te he dicho niña de que me llames así? -regañó la señora Cohen.

Hyacinth de repente se puso toda roja, tanto por el recuerdo de cuando la señora Cohen le dijo que debía de llamarla Nana, como por la forma en que la señora la veía, ahora comprendía, ¿De verdad todo había sido tan obvio desde entonces y ella no se había dado cuenta?

–Lo siento… Nana. -dijo la muchacha todavía sintiéndose apenada.

–Por cierto, ¿tienen algún plan para pasar Navidad y Noche Vieja? -preguntó la señora Cohen.

–Pasarlo con mis hermanos. -dijo Maarika.

–Solo Hyacinth y yo. -dijo el señor Grayson.

–No sé ustedes, pero yo estaba pensando en que podríamos reunirnos todos en mi casa, también sus hermanos, señorita bruja. ¿Qué les parece la idea? -preguntó la señora Cohen.

Para Noche Buena, la casa Cohen se encontraba llena, tanto los Grayson como la señorita Bruja, junto con sus hermanos y cuñada, pero bajo la condición de que cada quién llevaría un platillo para compartir.

Desde la cabeza del comedor, la señora Lorraine Cohen miraba la mesa llena, el comedor rebosaba de ruido por la plática animada de los invitados; el ambiente se sentía cálido, y la señora sintió su corazón henchido de alegría, no es que las temporadas anteriores no hubieran sido cálidas y entrañables; sin embargo, la vida había seguido su camino implacable, primero llevándose a Matt, y luego, después de haber tenido un pleito con Lauren, ella había fallecido, así como al yerno que no había conocido, así como una nieta, Lidia que tampoco conocía, pero no valía la pena atormentarse por lo que ya no tuvo, sino celebra por lo que ahora tenía: su adorado nieto Jake.

El niño, Jacob Matthew Porter, era el hijo de su querida hija Lauren, quien hacía ya como seis años había fallecido, todo lo había atestiguado Jacob, pero en aquel entonces todo lo que había contado el niño era tan inverosímil: habían asesinado a sus padres con una varita, y, a pesar de lo imposible que se escuchaba esa historia, ahora todo lo que el niño había contado, resultaba real, porque la otra mitad de la nación era su propia nación, y no cualquier nación, sino una mágica, a la que su nieto pertenecía y donde posiblemente podrían encontrar a Lidia.



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En el texto hay: hogwarts, magos negros

Editado: 07.04.2025

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