Jamás me volvería a casar contigo.

El mago de los espacios.

Capítulo 28. 
Los magos guerreros 2006, parte 8. 
Miércoles 25 de abril. 
Realidad paralela 1. 
La ventana mágica.  
Ya eran las 10:00 de la noche del miércoles cuando Dulce María le avisó a su hermana Paty que llegaba en una hora, Joshua y Paloma estaban en casa de su tía Paty, y ya cansados de estar asustados, se pusieron a analizar lo sucedido. 
Paloma aunque era muy valiente y ruda cómo su papá, no dejaba de ser una niña de 12 años, que asustada, se esperanzaba en la protección de su hermano mayor. 
Además eran los únicos que recordaban a su hermana Melina. 
 –Si desapareció Melina, la puerta mágica de su cuarto, y su reloj, y además nadie la recuerda, eso significa que ha dejado de existir. –le dice Joshua a su hermana. 
 –¡Eso significa que la magia si existe! –dice Paloma cómo dándose cuenta de algo. –Acuérdate que la puerta mágica de Melina se movía, cómo si estuviera viva, o como si estuviera lista para ser usada. 
 –¡Entonces sí fueron ciertas todas las historias de la bisabuela Agustina que nos contó mi papá! –dice Joshua. –Él nos contó que podía ver cualquier parte del mundo a través de una ventana mágica, e ir a cualquier parte del mundo, a través de una puerta mágica. 
 –Y que su abuela podía viajar al pasado o al futuro de las personas para dejarles recuerdos de realidades alternas a través de sus sueños. –dice Paloma. 
 –¡Entonces sí somos los magos guerreros de los Violante Otáñez! Y Melina no ha dejado de existir, tal vez no exista en esta realidad, y la luz que se la llevó, se la llevó a una realidad alterna. 
 –¡Siii! Nosotros tenemos el gen mágico de la familia de mi papá. –dice Paloma emocionada. –¡Rápido! Dibuja una ventana en la pared, recuerda que tú eres el mago del espacio, y a través de las ventanas mágicas puedes ver cualquier parte del mundo, a ver si podemos encontrar a Melina en otra realidad alterna. 
 –¡Pero no podremos ir por ella, porque ella es la bruja de las distancias.  
Dice  Joshua mientras con un lápiz dibujaba una ventana en la pared, lo más detallada que pudiera dibujarla.  
 –Necesitamos su puerta mágica para poder cruzar hacia donde ella se encuentre. 
 –¡Primero la tenemos que encontrar! Ya que la veamos y sepamos dónde y como está, entonces le decimos que dibuje una puerta mágica en la pared para traerla a nuestra realidad. –dice Paloma. 
 –¿Quién sabe? A lo mejor en la realidad alterna dónde ella vive, no sabe que es la bruja de las distancias y tampoco nos recuerde. –dice Joshua. 
 –Si así fuera también nosotros la hubiéramos olvidado, el gen mágico debe de mantenernos conectados a través del espacio, la distancia y el tiempo, acuérdate que somos los magos guerreros de las 3 dimensiones. 
Y así, Joshua terminó de dibujar una ventana en la pared del cuarto de su tía, que es a dónde se fueron a refugiar en lo que su mamá llegaba, pero nada sucedía, ellos esperaban que el dibujo de la ventana se moviera, así como se movía el dibujo de la puerta en el cuarto de Melina. 
 –Concéntrate hermano, si queremos rescatar a nuestra hermana, entonces tienes que activar tus poderes mágicos. 
 –¡Es que no se cómo hacerlo! –dice Joshua.  
 –¡Piensa en algo! No sé, piensa en Melina, o en mi Papá, pero de alguna manera la tienes que hacer funcionar.  
Dice Paloma y en ese momento, Dulce María por fin llegó a la casa, justo a tiempo porque su hermana Paty entraba a trabajar a las 11 de la noche, y no quería dejar solos a sus sobrinos con el trauma que estaban viviendo, y no con muchos detalles, le explicó lo que le estaba sucediendo a los niños. 
Sin avisar entró a la habitación, suspirando aliviada porque estaba muy angustiada por ellos. 
 –¡Mami, mami!  
Le dice Paloma apenas viéndola entrar y se lanzó a sus brazos, tratando de explicarle en rápidas palabras todo lo que estaba sucediendo. 
Dulce María tan solo los escuchó, preocupada, porque ella no recordaba haber tenido otra hija con Alfonso, pero el nombre de Melina le sonó como un martillazo qué la golpeaba desde el pasado, y pensando en que tenía que llevarlos a un psicólogo a primera hora del otro día, les dijo condescendiente y cariñosa. 
 –Yo no recuerdo haber tenido otra hija con su padre, para mí tan solo existen ustedes dos, pero si ustedes están seguros que tenían una hermana mayor, que era la única que se parecía a mi, y que se llamaba Dulce Melina, entonces les creo, lo que vamos a hacer mañana es ir todos juntos con un psicólogo, para que ustedes le expliquen y me ayude a recordar a su hermanita; ¿Qué les parece? 
 –¿De verdad nos crees mami? –pregunta Joshua emocionado. 
 –¡Claro que les creo! Ustedes no tendrían porque inventar a una hermana que nunca tuvieron, por eso mañana las voy a llevar a un psicólogo para que me ayude a recordarla. –Les dice Dulce María abrazándolos. 
 –Joshua, son las 11:16 de la noche, te quedan 23 minutos antes de que la luz te lleve con Melina. –dice Paloma enseñándole su celular. –Prepárate porque si no logras activar tu ventana mágica antes de las 11:39, tendrás que explicarle a Melina todo en la otra realidad, pero ya no estaremos ni mi mami, ni yo para ayudarte. 
Dulce María tan solo los miraba preocupada, y al ver el dibujo que Joshua había hecho en la pared, les dijo: 
 –Su tía Paty se va a enojar porque le pintaron su pared. 
Y tomó una de las toallitas húmedas del tocador para ver si se limpiaba. 
 –¡No mami! Es una ventana mágica, y con esa tengo que localizar a Melina, ya nos dimos cuenta que ella no ha dejado de existir, lo que pasa es que la luz se la llevó a una realidad alterna, dónde ella debe de estar buscándonos también, tal vez allá los que desaparecimos fuimos nosotros y nadie nos recuerde. 
 –¡Tu papá, sus cuentos y tantos videojuegos los tienen así! Voy a bajar a prepararles algo de cenar y nos dormimos. 
 –¡No mami! Ya tan solo faltan 15 minutos para que la luz se lleve a mi hermano, y después de eso nadie lo recordará, tan solo nos quedaremos tú y yo. –dice Paloma. –¡Concéntrate hermano! Tienes que hacer que esa ventana mágica se mueva, así como se movía la puerta mágica de Melina. 
 –Yo soy el mago del tiempo de los Violante Otáñez, así que por los poderes del gen mágico, te ordeno que te actives.  
Dice Joshua, apuntando las palmas de sus manos hacia la pared. 
 –¡Nooo menso, así nunca se activará! Tu eres el mago del espacio, la sacerdotisa del tiempo soy yo, acuérdate que así nos decía mi papá. 
 –¡Ah sí! Me equivoqué…  
 —Yo soy el mago del espacio, y por los poderes mágicos de los magos guerreros de los Violante Otáñez, te ordeno que me dejes ver el espacio a dónde está mi hermana Melina. 
Dice Joshua mientras Dulce María los miraba como quien mira a sus hijos jugar, algo preocupada pero tranquila, porque pensó que no debería de ser nada grave. 
El dibujo en la pared no era más que eso, tan solo un dibujo y Dulce María se levantó para ir a la cocina a prepararles algo a sus hijos. 
 –¡No nos dejes solitos mami, ya tan solo faltan 10 minutos para que venga la luz! Joshua, si la ventana no puede localizar a Melina, entonces localiza a mi papá, él fue el que nos pasó el gen mágico, tal vez así logres activar tus poderes. 
Dice Paloma abrazando a su mamá para que no saliera de la habitación. 
 –¡Yo soy el mago del espacio, y por los poderes mágicos de los magos guerreros de los Violante Otáñez, te ordeno que me dejes ver el espacio donde se encuentra mi papá! 
Y cuando Dulce María estaba dispuesta a terminar con aquel juego, llevándose a sus hijos a la cocina, aquel dibujo en la pared empezó a cobrar vida. 
 –¡Miraaa mamiii, lo hiceee, activé la ventana mágica, sí soy el mago del espacio! 
Dulce María dijo: –¡Dios mío! –Y aterrada jaló a Joshua para alejarlo de aquella pared que comenzaba a mostrar imágenes de un sitio donde había mucha gente, era como un restaurant, dónde una linda chica hablaba con alguien, en primera persona, cómo dirigiéndose a la cámara, cómo si fuera una película o una televisión en la pared, pero no, tan solo era el dibujo de una ventana que había cobrado vida. 
 –¡Mira mami, atrás de ella hay un reloj de cucú bien grande! ¿Quién será ella? –preguntó Joshua. 
 –Esa voz se parece a la de mi papá. 
Dice Paloma y los 3 estuvieron mirando durante unos minutos lo que les mostraba la ventana mágica, hasta que la escena cambió como si el camarógrafo que grababa a la chica, se levantara de la mesa, y se acercara a la barra de aquel lugar, donde por fin, reflejado en los espejos de la decoración de la barra, pudieron ver el rostro del camarógrafo, pero no tenía ninguna cámara. 
 –¡Ese se parece a mi papá! –dice Joshua. –Pero se ve muy joven. 
 –Es él, se ve igualito a mi papá cuando era joven; ¡Así está en las fotos y videos de la boda, cuando se casó contigo mami! –dice Paloma. 
Y cuando Dulce María les iba a aclarar que su padre y ella nunca se habían casado, mientras miraba la pared donde claramente mostraba a una joven chica, platicando y coqueteándole al papá de sus hijos, pero cuando era más joven, era como si la cámara estuviera metida en su cabeza, y ellos estuvieran mirando la película en primera persona, pero con él como primera persona, Paloma miró el reloj que ya indicaba las 11:38 de la noche. 
 –¡Joshua! Prepárate, falta un minuto para que la luz te lleve, cuando llegues con Melina le explicas lo que pasa y la convences que ella es la bruja de las distancias, para que dibuje una puerta mágica y la ayudes a cruzar a esta realidad. 
 –¡Mami, te prometo traer a nuestra hermana de regreso a esta realidad, para que no nos tengas que llevar al psicólogo mañana. 
Dice Joshua mientras se abrazaba muy fuerte a las piernas de su mamá y a la espalda de su hermanita, aunque él sabía que era el poderoso mago del espacio de los magos guerreros de los Violante Otáñez, no dejaba de ser tan solo un niño asustado de tan solo 13 años. 
El reloj alcanzó las 11:39 de la noche y una luz iluminó a aquella asustada madre que tan solo quería proteger a sus dos hijos, cegándola por un par de segundos. 



 




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