Jamás me volvería a casar contigo.

Las 11:39 pm.

Capitulo 37. 
Las magos guerreros 2006, parte 9. 
Martes 24 de abril. 
Realidad original.  

Corría el martes 24 de abril del 2006, a las 11:39 de la noche en la casa de sus hijos, cuando  Dulce Melina y Joshua Jared, salieron corriendo de sus cuartos, y al verse se abrazaron muy contentos. 
 –¡Manita, estás aquí!  
Dice Joshua y después de decirse con palabras rápidas muchas cosas, se acordaron de Paloma. 
 –¿Y Paloma?  
Pregunta Melina a quien ya corría hacia su cuarto a buscar a su hermanita. 
 –¡No está aquí mi hermanita, la luz no la ha traído! –dice Joshua con llanto en la voz. 
 –¡Tal vez la luz la dejó en otra parte de la casa!  
Dice Melina y los dos se pusieron a buscarla mientras la llamaban a gritos por su nombre, pero no la pudieron encontrar, terminando la búsqueda en el cuarto de Melina. 
 –¡No está mi hermanita en toda la casa! –dice Melina. 
 –¡Tu puerta mágica se sigue moviendo, Meli! Tal vez tengas que activarla para que ella pueda cruzar hacia acá. 
 –¡Pero yo no sé cómo hacer eso! Tal vez no la trajo porque dejó de existir, acuérdate que ella era la más chica. 
 –¡No pudo haber dejado de existir! Yo escuché su voz cuando salió el cucú de mi reloj y me dijo que no me preocupara, que ella iba a regresarme a casa. –dice Joshua. 
 –¡Yo también escuché su voz en mi cucú, pero se debió de haber quedado allá! 
Dice Melina y los dos en automático, se fueron hacia el cuarto de Paloma, con la esperanza de encontrarla allí, o por lo menos a los 4 relojes de cucú, que su hermanita tenía en su cuarto, pero solo había dos. 
 –¡Meli, no están los relojes ni de mi mamá, ni el de Paloma. 
 –Debemos de encontrarla; ¡Vamos a mi cuarto para que me enseñes a activar la puerta mágica. 

Y en la tercera línea de tiempo, que sería la realidad paralela 2, relacionada con todos estos eventos, Nikita Violante y la viuda joven, permanecieron abrazadas en espera de la luz sin atreverse a abrir los ojos, pero pasaron los segundos y nunca llegó, pero cuando los abrieron, escucharon el canto de los cucús. 
 –¡No pasó nada!  
Dice Dulce María sentándose en la cama con su hija en brazos. 
 –¡Espera mami, los cucús me están pidiendo ayuda! Me dicen que Nefestáry se los quiere llevar. 
Y Dulce María volteó asustada a ver a los cucús que entraban y salían de sus ventanitas constantemente, pero aunque ella los veía y los escuchaba normales, algo raro estaba pasando porque no paraban de entrar y salir. 
En ese momento sé escuchó un sonido muy fuerte y una pared del cuarto comenzó a desmoronarse, cómo si se hubiera caído. 
 –¡Mami, todo está desapareciendo! Ayúdame a salvar a nuestros relojes, te juro que me están pidiendo ayuda y le tienen mucho miedo a esa Nefestáry! 
Y Dulce María, que si ya de por sí siempre había sido una mujer indomable, los años de dolor de viuda joven, la habían vuelto invencible, armándose de valor y sin soltar a Nikita, descolgó uno de los relojes de la pared, y mientras se lo daba a su hija y descolgaba el otro le dijo: 
 –¡Nadie se va a llevar el único recuerdo que me dejó tu padre! 
Y con cada una abrazando su reloj, cuyos cucús ya habían dejado de cantar, trató de salir de su cuarto, pero al abrir la puerta, un abismo muy oscuro y en espiral las esperaba. 
 –¡Mami, todo está desapareciendo, está realidad está colapsando porque mi papá recibió el recado que le envié, los cucús lo encontraron en el tiempo y se esperó a que yo naciera para conocerme! 
 –¡Si, mi vida! Ahora solo tenemos que esperar a que todo se acomode y venga tu papá a rescatarnos! 
Dice Dulce María sentándose en la cama, sin saber que hacer, su única esperanza era la de que su difunto Alfonso apareciera por la puerta y las rescatara, mientras todo lo que las rodeaba se diluía como arena oscura que se llevaba el viento. 
 –¡Mami, mira! La puerta de las flores y los rehiletes apareció, tal vez por ahí podamos escapar. 
Dice Paloma y Dulce María al verla se levantó de la cama, y sí, en una de las paredes que aún no desaparecían, una puerta muy similar a la que Dulce Melina había dibujado muchos años antes en la pared de su cuarto, apareció, era como un dibujo hecho con acuarelas, pero parecía tener vida propia. 
 –Tal vez la abuela Agustina o mi hermana Dulce Melina la activaron pera que pudiéramos escapar. 
 –¡MELINA, MELINA, SOY PALOMA, DEJANOS ENTRAR, ESTOY AQUI AFUERA CON MI MAMA, PERO TODO SE ESTA DESTRUYENDO! 
Dice Dulce Paloma ya habiéndose soltado de los brazos de su madre, para correr a la puerta y tratar de abrirla, pero al no encontrarle perilla o palanca para abrirla, se puso a golpearla.  

En ese momento Melina y Joshua entraban al cuarto de Melina, ya que alcanzaron a escuchar los gritos de Paloma, la puerta mágica se movía más activamente, pero primero se asomaron a la ventana porque pensaron que estaba afuera con su mamá, pero afuera de la casa. 
 –¡MELINA, MELINAAA, ESTOY AQUÍ AFUERA DE TU PUERTA MÁGICA CON MI MAMAAA, DEJANOS ENTRAR YA PORQUE AQUÍ YA CASI NO QUEDA NADAAA! 
Vuelven a escuchar la voz de su hermanita y los golpes que le daba a la puerta, pero también escuchaban el sonido de la destrucción del colapso de la otra realidad. 
 –Si és ella y está en peligro; ¡Ahora más que nunca tienes que activar esa puerta, además dice que mi mamá está con ella. 
 –¡Pero yo no sé cómo hacerlo! 
Dice Dulce Melina tocando la puerta con las manos. 
 –¡Tienes que ordenárselo como la bruja de las distancias de los magos guerreros de los Violante Otáñez, así fue como yo pude activar la ventana mágica. 
 –Yo soy Dulce Melina Violante Otáñez, la bruja de las distancias de los magos guerreros de los Violante Otáñez, y te ordeno que te actives. 
 –¡Melina, abuela Agustina, o quien quiera que se encuentre detrás de esta puerta, tienen que abrirnos a mi mamá y a mí, pero ya, porque aquí todo está desapareciendo! 
Dulce Melina ahora angustiada al escuchar los insistentes golpes de Paloma y su mamá, miró asustada a Joshua. 
 –¡Ábrenos hija! No te conozco aún pero te prometo que voy a ser la mejor madre que nadie ha tenido jamás! 
Y ahora sí, al escuchar la voz de la viuda joven, que era idéntica a la de su mamá, Melina se personificó en el verdadero carácter que debería de tener la bruja de las distancias de los magos guerreros de los Violante Otáñez. 
 –¡SOY LA BRUJA DE LAS DISTANCIAS DE LOS MAGOS GUERREROS DE LAS 3 DIMENSIONES DE LA FAMILIA VIOLANTE OTÁÑEZ, ASI QUE TE ORDENO QUE TE ABRAS! 
Y más furiosa que asustada, puso sus dos manos sobre la puerta mágica, y en ese momento logró ver a través de ella. 
 –¡ENTREEEN YAAAA! 
Dice Melina y al fin, la viuda joven y Nikita Violante, lograron escapar al colapso de una realidad paralela  cargando con los brazos cada una a su reloj de cucú. 


 




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