capitulo 10

-oohh cariño eso no es lo unico que te debe de dar miedo-todo mi cuerpo se erriza al solo escuchas esas palabras, este tipo esta realmente loco, empiezo a llora ya mis lagimas no me piden permiso

-Narra  Damián-

-mi mirada se concentra en cada pequeña parte de su rostro, con cada respiro que doy saboreo su sangre en mi paladar es impresionante la manera en que me vuelve loco, pues nunca antes me había pasado esto, decido escuchar cada una de las palabras que dice aunque sean una estupidez pues no logro entender cómo es posible que pueda ser cierto todo eso, su rostro refleja miedo, o tal vez preocupación, cada lágrima que sale de sus ojos son de un dolor sincero o puede que sea el miedo que le provoco, de los cambios de humor que suelo tener por lo tanto nunca seré lo que ella espera

-será mejor que te limpies esas lágrimas que no lograrás que te haga caso- y de nuevo sale a la luz mi verdadero yo esa persona que no le importan las preocupaciones de los demás, los sentimientos y nada que se le asemeje, la veo levantar la cabeza poco a poco, ella solo me ve y salen más lágrimas de sus ojos, lleva sus manos a su cara y limpia sus ojos

 solo se queda en silencio da la vuelta y se aleja un poco ya que la he dejado hacerlo y no se el porqué, algo adentro de mi me dice que no la deje así que valla y que arregle las cosas pero eso no pasará pues nunca he sido así  y no empezaré con ella;

-¿cómo te atreviste a hacerme eso?- retomo el tema del intento fallido de intentar escapar de mí,

-camino lo más rápido la tomo y la  pongo en frente mío- le he provocado miedo pues escucho su corazón muy acelerado y su cara lo refleja, no lo puede evitar, sentir miedo, y eso me encanta

- te hice una pregunta- se que alomejor y estoy pero  nunca me ha gustado ni me gustará que me hagan eso, que me reten, que piensen que son mas listos que yo cuando no es así, y ella lo esta haciendo

- y piensa muy bien lo que me vas a contestar-

-tu me has dicho que no me dejas ir así que no veo el motivo de que siga ablando con tigo si de todas formas no me iré de aquí - en todo el tiempo que ella ha estado aqui esta es la primera  vez que me hace enojar, la sangre me empieza a hervir del coraje que me ha provocado, instintivamente llevo mi mano y la estrello en su mejilla al mismo tiempo la solté y ella cayó al suelo por el golpe que le he dado,

Ella hace que salga lo peor de mi, a tal grado que le he llegado a  dar un golpe, verla en el suelo con todo el cabello revuelto me hace sentir bien, como si siempre lo hubiera querido  hacer, escucho como solloza en silencio, como se le parte el corazón de tal forma que hasta  a mí  me dio lastima,

su rostro voltea a verme, Ver cada gota de sangre que resbala por su labio hace que quiera beber de ella hasta quedar completamente satisfecho, pero sé que no es posible pues si ella muere al igual yo, la miro en el suelo con los ojos cristalinos por las lágrimas que amenazan  con salir, ella me ve un instante y luego ve hacia el sueldo limpia la sangre que sale de su labio y se levanta, - eso fue algo que me sorprendió-

-Espero que por fin entiendas que yo no soy cualquier persona a la que le puedes hablar así- se que eso no pasara ya que tiene las manía de retarme aunque nunca me lo ha dicho lo puedo leer en sus ojos, se que siente y todo lo que quiere decirme y no se atreve, Levanta la mano muy rápido esta se dirige a mi mejilla es obvio que me quiere dar una bofetada así que le detengo la mano y la aprieto en eso siento un fuerte golpe en mi entre pierna que hace que la suelte y caiga de rodillas

-maldita- fue lo único que dije pues la vi alejarse de mi y corriendo en dirección al bosque de nuevo escucho como sus pasos se alejan cada vez mas de mí,
-ayúdenme- la oigo gritar, lo más fuerte que puede mientras se aleja e mí, el dolor es muy intenso pero aun así me levanto y a una velocidad sobre humana intento llegar a ella

- cuando ya estoy cerca de ella la detengo agarrándola por la espalda,  recargo mi cabeza en ella no entiendo porque pero lo hago, pongo mis brazos uno agarrando su cintura pegándola más a mí y con el otro lo pongo lo enredo por su pecho haciendo que quede inmóvil

- te he aguantado lo que a nadie… por menos que eso otros ya estarían muertos, así que compórtate si no quieres que te pase eso a ti- se muy bien que nunca le aria nada, pues aunque suene raro la admiro de alguna forma

le doy la vuelta y ella tiene cerrados los ojos su labio inferior tiembla por las ganas de soltar en llanto

-mírame- ella comienza a abrir los ojos poco a poco

- no estoy jugando ya es tiempo de que comiences a respetarme por la buenas o por las malas- uno de sus ojos suelta una lágrima, levanto mi mano y la limpio,

-de verdad quiero que me hagas caso, o si no saldrán más de esas lagrimas- sus ojos se conectan con los míos ya que  se sorprendió con lo que dije.

- te odio, como quisiera poder acabar con tigo, que sea yo la que te hace la vida imposible, que tu seas el que me diga que quieres irte, acabar con las pocas ilusiones que tienes para salir de  aquí- fue lo último que le aguante, la sangre me hirvió, por instinto o no sé por qué pero levanto mi brazo y lo  dirijo a su mejilla para darle de nuevo un fuerte golpe que hace que valla a dar de nuevo al suelo, ahora si no me dio ningún tipo de lastima, es más sentí que se lo merecía, que no tiene porque hablarme así ya que soy su maldito dueño y eso lo debe entender de una buena vez, inmediatamente llega ese olor que tanto quiero sentir en mi paladar, ese líquido tan espeso, y con ese color tan intenso, que solo con imaginarlo me hace sentir con una gran necesidad de probarlo, en este momento estoy seguro que mis ojos se han puesto de un tono carmesí muy intenso, mis instintos no los puedo controlar.