Jane parte 2. La comunión mental

Capítulo 18

El domingo siguiente Alan había dejado dicho a su padre que iría a comer. No había especificado si solo o acompañado. Y Arceus no había especificado nada de nada, pero estaba claro, al menos para la mayor parte de los habitantes de la casa Anderson, que los chicos acudirían juntos. Y así aparecieron aquel domingo. Al verlos en la entrada Rick estuvo más que contento. Desde que había sabido que Chelesi se había presentado, la semana anterior, en casa del chico, un enorme peso se le había quitado del pecho. Estaba muy orgulloso de ella y de su valentía por ir, y sobretodo por la intención.

—¿Os habéis encontrado en la entrada? —preguntó Rick con una sonrisa —Aunque… tú no me dijiste que vendrías a comer, y por otro lado esto es una comida familiar.

Arceus se quedó un momento mirándolo, pero no dijo nada.

—Pero, ¿qué más da? —dijo Jane, apareciendo de repente de detrás de Rick. Este pegó un respingo—Cuantos más seamos mejor.

—Ah, lo has avisado tú. Bueno, supongo que por un día que coma con nosotros da igual —dijo Rick, encogiéndose de hombros.

—Papá, es mi novio —dijo Alan con cierta firmeza.

Jane se quedó mirándolos alternativamente. Arceus miraba fijamente a Rick.

—Más te vale —dijo entonces Rick, señalando a Arceus con un dedo —a ti, que eso no sea cierto.

Alan puso los ojos en blanco.

—Vamos, papá —dijo Jane en tono conciliador.

—No, nada de papá —dijo Rick, enfadado —Este tío ha intentado matarme en numerosas ocasiones, hay ecuaciones que no me salen y no me van a salir en la puta vida.

Como el hombre ya estaba hablando en voz alta se acercaron a la entrada Chelesi y Karim, y Henry y Koshia se asomaron desde la cocina.

—¿Prefieres que nos vayamos? —preguntó Alan con tranquilidad.

—¡No! ¡No! Habíamos quedado para terminar de arreglar las cosas, no quiero que nadie se marche de aquí y menos por esto —dijo Jane, tensa —Y menos por algo que debería ser motivo de alegría.

—¿Alegría? —preguntó Rick sin dar crédito a lo que oía —¿Qué maldita alegría ves en esto? A mi hijo le da igual salir con alguien como Arceus. Eso o es que no tiene ni puta idea de lo que es capaz.

—Vamos, papá, pasa página, eso pasó en Nagala —intervino Jane.

—Sí, niña, pero el peligro fue real. No lo sabes porque no estuviste allí, pero realmente podría haber pasado algo muy feo —explicó Henry —No era esa la intención que tenía tu padre al traerlo aquí.

—No claro, pero entonces no haberlo traído, ¿no creéis? El chico vino aquí hecho polvo, no os molestasteis en prestarle atención en ningún momento. Pero yo, por el motivo que fuera, estuve ahí. ¿Me vais a echar en cara que fuera un poco más humano que vosotros? —intervino Alan, que empezaba a enfadarse.

—Nosotros no lo ignoramos —explicó Rick, ceñudo —pero después de todo lo que pasó en Nagala no te esperarás que quisiera ser su psicoterapeuta precisamente.

—Bien, eso me da igual —dijo Alan —¿Quieres que nos vayamos?

—¿Entonces no hay nada que hacer? ¿Sois pareja y ya está? —preguntó Rick, sin poder dar crédito de lo que estaba pasando.

—Sí, por eso te digo que si no te gusta nos vamos —dijo Alan con decisión.

—Supongo que lo mismo digo —dijo Arceus con una sonrisita —Quiero a tu hijo y es lo que hay.

Rick se quedó unos instantes mirándolo con los ojos entrecerrados.

—¿Te hizo gracia cuando estuvimos hablando en la entrada la otra mañana? Sabía que tenías a alguien, y te lo dije. Tú decidiste obviar información.

Arceus no contestó, sabía que el hombre sólo se enfadaría más.

—Y encima Vivian pidiéndome que te dijera…

Rick se giró para darles la espalda y bufó, enfadado.

—¿Por qué mis hijos tienen que buscarse de pareja a capullos integrales? —gritó para sí.

—Mamá, ¿qué es un capullo integral? —preguntó enseguida Jenny, que estaba en la entrada del salón junto a Karim.

Kashlin, no es el mejor momento para preguntar eso —susurró enseguida el hombre.

Jane se llevó una mano al puente de la nariz y Rick se volvió de nuevo hacia los dos chicos, incapaz de terminar de creerse nada. Sería una broma. Tenía que serlo. Pero en aquel momento los chicos se estaban mirando y supo que no había mucho que él pudiera hacer.

—Pero gracias por llamarme capullo, yo también te quiero, amigo —le dijo Karim, sacándolo de sus pensamientos.

Rick lo miró con indiferencia. No le apetecía dar explicaciones en aquel momento. Se marchó a la cocina y se cruzó de brazos, apoyado en la encimera.

¿De verdad te vale la pena estar enfadado hoy? —le preguntó Chelesi.

No quiso contestarle. Henry y Koshia se marcharon al salón y él estuvo un rato solo hasta que entró Jane.

—Papá… —dijo. Él no la miró —Vamos, hombre, no te me pongas niño.

Rick resopló, pero siguió sin contestar nada. Alan se quedó apoyado en el marco de la puerta, detrás de Jane. Esta se fue hasta su padre y le pasó un brazo por los hombros.

—Tu madre lo sabía y por eso me pidió que le dijera a Arceus que le dijera aquello a Alan. Al parecer todos lo sabíais y os parecía súper guay. ¿Qué más da mi opinión? No es a mí a quien quería matar de forma obsesiva.

Rick se encogió de hombros y se quedó negando con la cabeza, enfadado.

—Yo sé porqué quería matarte —dijo Alan—Y puedo entender que a ti te preocupe que pueda estar con alguien peligroso, pero te equivocas.

El hombre levantó la mirada para dirigirla a su peni.

—¿Ahora eres todo un experto en lo que al chaval se refiere? Pues deja que te diga que te habrá contado lo que quieras, pero yo también he vivido cosas con él que no tienes ni idea.

Alan levantó ambas manos.

—No pretendo decir que sepa más que tú, papá. Pero tal vez sí lo comprenda, tú…

Rick se quedó mirándolo, interrogante. Alan suspiró.



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En el texto hay: planeta, tribus, alienígena

Editado: 24.07.2022

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