Hay gente que pide, pide, pide y pide tanto que nunca da nada. La humanidad pide algo natural, ¿por qué no pedir algo emocional? Esto se debe a que la gente se limita a ver más allá de las montañas, sino que ven lo más cercano, lo que les conviene.
Muchas personas piensan que los mejores regalos son los materiales, como juguetes, ropa, plata, etc. y etc. No obstante, muy pocos regalan abrazos, consejos, o su misma compañía.
Mi querido amiguito de mi corazón, nunca pidas mucho si no estás dispuesto a dar mucho, porque no es amistad, la que pide y nunca da nada. Más vale tener que dar, que tener que mendigar.
No todo en la vida es pedir más, a veces hay que aprender primero a valorar lo poco que tenemos y luego de eso, ahí sí, pedir más.