January

January

 Hoy es el cumpleaños de January, de la muchacha devora almas que desapareció de mi vida como si nada. Pero bueno, me he puesto a pensar que lo mejor sería visitar el campo de girasoles de nuevo, capaz que aparece o no, quien sabe.

 Luego de una hora y media de viaje llegué a mi destino, donde inició todo. Salté cerca, caminé entre los girasoles que estaban gozando del Sol de verano y mis pies se detuvieron al oír la misma melodía de hace dieciséis años atrás.

 Me asomé para ver de quien se trataba y ahí estaba ella igual que el primer día que la conocí. Llevaba su típico vestido blanco acompañado de un sombrero de paja mientras volvía a recitar las mismas palabras que aquella vez. Sin embargo, sus ojos no se dirigieron al cielo, al contrario, se posaron en mí, para luego decir, “tienes una mala maña de espiar Jacob, una muy mala maña, metiche”.

 Salí de mi escondite y fui directo a abrazarla, mis lágrimas caían sin cesar, ¿a dónde había ido? ¿por qué desapareció sin dejar rastro alguno?

 Nos separamos y me percaté que aún seguía siendo una adolescente, entonces era totalmente cierto de que nunca envejecía. Tras eso, escuche como se oía un leve sollozo mientras pedía disculpas, ¿disculpas de qué? ¿no entiendo? Pero qué puedo hacer. Proseguido, acaricia su cabello café corto, sigue demasiado suave como la última vez.

 Pasaron unos minutos para que se calmara, y luego me comentó todo lo que había pasado. Ella se alejó porque sabía que el Mayor había mandado a alguien a buscarla, esto significaba que no iba a pasar nada bueno. Una tarde iba a volver para explicarme por qué se alejó tan repentinamente, sin embargo, la capturaron y la entregaron al Mayor. 

 Durante estos años fue maltratada, torturada, estuvo mayormente triste. Hasta que hace dos años logró liberarse debido a que se había armado una rebelión. Pese al destruir a el Mayor, los devora almas se quedaron como devora almas, aun así, siguen creyendo que puede llegar a haber una cura, pero mientras algunos seguirán acechando a la humanidad.

 “¿Aún seguimos siendo amigos?” preguntó January, lo cual, en su voz se notaba que estaba preocupada. Le aclaré que sí, que aún, aunque hubiese desaparecido no la olvidaba.

 Una enorme sonrisa se formó en la comisura de sus labios y procedió a abalanzarse para abrazarme.

 Como para finalizar ese momento, prometimos que nuestra amistad duraría hasta toda la eternidad.



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En el texto hay: fantasia, autoestima

Editado: 28.08.2022

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