Introduccion Nahiluna

Nahiluna

Mi pueblo tiene mas de tres mil años, nacimos todos en la parte espiritual del velo que divide al mundo físico del nuestro, estamos, si se puede decir asi, en la frontera. Es el único lugar seguro para los humanos que son dignos de pasar o que poseen el don de “VER”. Ahora solo somos un pequeño pedazo de ese mundo, pero en principio éramos una extensión de tierra enorme, con ríos, praderas, desiertos y hasta zonas nevadas, hoy nos confinaron solo al bosque.

Hace dos mil quinientos años atrás…

Nahiluna era una ciudad de las más hermosas que habían de este lado, sus calles sin pavimentación, solo hechas con nuestros ladrillos eran de extrema belleza, contaban historias en sus antepasados y cada adoquín tenia la fibra con la que tejió nuestro mundo. Bueno en Nahiluna todo tiene esa fibra. Sin ella nada se puede hacer. En los talleres de confección cada uno pone su propia fibra, la sacan de la mente, de sus cabezas, como un cabello, que lleva con ella la memoria de nuestro pueblo. Aquí nadie trabaja, no lo necesitamos, nada se compra con billete o dinero, aquí existe el trueque y es nuestra moneda de cambio.

El cielo también cuenta historias, si se lo pides, claro. Los niños se van a las praderas, ríos, zonas nevadas o al bosque porque allá el cielo se oye mejor. Los animales se cuidan como si fueran dioses, ya que de ellos obtenemos lana, leche y huevos, aquí no comemos carne. Sembramos de todas las frutas y vegetales que existen y también los nativos de Nahiluna, como la fruta bomba que sino la comes antes de que se caliente explota, o las tan amadas Pipardinas que toman el sabor de lo que mas te gusta. La vida aquí era hermosa, pero un día cualquiera llego el primer humano, nadie sabia quien era, aunque si sabíamos de donde venia. Su nombre era France y venia de un lugar llamado Kaskatorin en el oriente medio de la Tierra. Con el trajo historias, leyendas y destrucción. Al principio era una persona ejemplar y luego corrompió a varias mujeres y tuvo hijos con ellas, luego a los hombres los pasaba de un lado a otro y muchos de ellos buscando riqueza se quedaron del otro lado. Cuando nos dimos cuenta teníamos a muchos humanos de este lado y comenzaron las guerras. Nahiluna era un lugar rico, aunque para nosotros los diamantes, los rubies y las especias “costosas”, no eran mas de lo que su nombre suponía, para ellos era sinónimo de ganancias. Y un día cualquiera Nahiluna abrió su primera mina, y el ruido obligo a las personas del área a mudarse a la ciudad. Entonces con esa primera descubrieron otros minerales que los usaban en la Tierra para hacer maquinas y explotaron tanto el recurso que hoy no queda nada, solo el hoyo de las explosiones y la tierra muerta. Mientras siguieron pasando los siglos el pueblo de Nahiluna siguió pasando por los extremos que le gustan a los humanos y el pueblo de mis ancestros se redujo a los pocos miles que somos hoy.

Pero la verdadera historia esta guardada en le Jardín de almas, en el se guardan las memorias de nuestro pueblo, en cada flor, en cada raíz, en cada hoja hay una historia, una memoria de guerra, explotación, pero también de amor, de placer y de resiliencia.

Gracias a ese jardín es que mi historia comienza.