El baile de debutantes de la princesa Adeline siempre está lleno de nervios y emoción, con decoraciones recatadas y elegantes, todo lo contrario al baile del vizconde y la vizcondesa Wellingth, quienes se encargan de demostrar su extravagancia sin escrúpulos desde hace casi una década como el segundo baile oficial de la temporada a toda la sociedad.
La estrecha relación entre la familia real y los vizcondes le daba a Anne una pista de que lo más probable es que los príncipes estuvieran allí presentes, después de todo, La vizcondesa era la menor de los cinco hermanos que tenía la Reina, pero ese hecho solo ponía más nerviosa a Anne, no sabía a qué nivel podría llegar la ira de Arthur para usar la palabra del vizconde y lo que vio dos semanas atrás para arruinar la imagen de Anne con la familia de su prometido.
Cuando estuvo lista para el baile, Anne se detuvo antes de salir para admirar su reflejo en el espejo, las ondas en su peinado con los tocados florales y su vestido rosa pastel, el cual era su color favorito desde que tenía memoria.
-Luce hermosa, señorita- Clementine intentó darle fuerzas a Anne, ya que era totalmente notable que estaba nerviosa- ¿Se encuentra bien?-
-Si, solo estoy algo emocionada, pero seguro todo saldrá bien- Anne intentó convencerse a si misma, pero sabía que no tenía nada seguro-
-¿Se trata de su compromiso?- Clementine se acercó a ella a través de la habitación en caso de que necesitará algo-
Anne tardó un momento en contestar, analizó las joyas en sus aretes, y las de su collar, pasando su dedo índice enguantado sobre estas, intentando asegurarse de que todo estuviera bien, luego de suspirar y cerrar sus ojos para aclarar su mente, contestó.
-Esta es la manera en la que ocurren la mayoría de los matrimonios para nosotras, Clementine, soy afortunada de haber sido la que eligiera por tener la familia que tengo- miró a Clementine a través del espejo, y luego se dió vuelta para verla a los ojos- no lo conozco, es verdad, pero tendremos toda una vida para conocernos- sonrió sutilmente - además, cuando sea la duquesa Vaughan, tú vendrás conmigo-
-Tiene razón señorita, estaré encantada - Clementine contuvo su emoción ante la idea de ser la ama de llaves de la duquesa y solo se limitó a asentir y disimular su sonrisa-
El problema de Anne no era desposar a una persona que no conociera, la habían preparado toda su vida para ello, el problema a de Anne era que sabía que inmediatamente después de casarse,no podría seguir con su carrera como pianista legalmente, eso sí el principe no cumplía su promesa, estaba caminando a ciegas por completo.
Cuando llegaron a la casa Wellingth para el baile, Anne entró tomada del brazo de su hermano James y su padre El conde Cromwell, y no habían caminado más de tres metros cuando dos jóvenes apuestos de unos aproximados veinticinco años se acercaron a ellos por Anne.
Uno de ellos era no muy alto, con cabello castaño y ojos negros, y el otro era un poco más alto, con rasgos similares a la vizcondesa Wellingth, probablemente se trataba de uno de sus hijos.
Anne no tenía manera de declinar sus ofertas de baile, aunque estaba comprometida, ninguna señorita dejaba de estar completamente soltera hasta pisar el altar y decir «acepto», ya que pasaba oficialmente de ser propiedad de su padre a ser propiedad de su marido, y está de mas decir, que el orgullo de los caballeros al pensar que podrían robarle la prometida al tercer hijo del rey, era imparable.
No era como si Anne estuviera enamorada o le quisiera ser completamente devota a su prometido,con quién apenas había intercambiado unas palabras, pero antes de contestar no pudo evitar mirar a su alrededor, en busca de sus ojos, ya que solo él podría amenazar a aquellos chicos a muerte sin arruinar su imagen, y ya le había dejado en claro a Anne que no deseaba que lo dejara como burla.
El conde y su hijo no dijeron nada, solo miraron fijamente a los hombres esperando intimidarlos, pero no les funcionó.
-No te recomiendo hacer enojar al príncipe- James susurró al oido de su hermana, en señal de advertencia - He escuchado que no tiene piedad con las personas que representan una amenaza para él, asesinó a uno de los ancianos de la corte a los pies de su padre por traición... Sin flaquear en absoluto-
Anne intentó disimular su expresión de repugnancia y asombro y solo le sonrió a su hermano.
- Es un hombre...- intentó buscar una palabra amable para referirse a su prometido- directo- decidió - si representará un peligro no me habrías dejado casarme con él,pero no dijiste nada, ¿No es así?- ambos empezaron a caminar por el salón,observando a los demás invitados-
Muchas de las jovencitas debutantes que habían caminado con Anne una semana antes, ahora la miraban con ojos de odio, como si la quisieran envenenar genuinamente, lo que le quitó el apetito y la sed a Anne casi de inmediato, debería tener más cuidado con lo que llevará a su boca, después de todo,parecía que muchas querían su lugar.
-Podra ser un hombre sin piedad, pero en el fondo es una buena persona- James intentaba esquivar la mirada de las señoritas que le hacían ojitos de interés, claramente por su rango-
-¿Se conocen?- Anne fingió no haber escuchado las palabras del principe,indicando que se conocían, ya que sentía que le ocultaban algo-
-No tengo permitido contarte toda la historia, pero algo que si te puedo decir, es que quedó tan encantado con tus solos de piano, en especial ese de «Jardin de tulipanes», que me pidió una copia para llevarla a sus músicos privados en el palacio de su ducado- James hablaba con total fluidez mientras guiaba a su hermana a través del salón evitando que se chocará con otras personas- y pagó una buena pasta por ello-
-¿Y porque no le dijiste que eran tus piezas?- Anne seguía sin comprenderlo por completo-
-Está bien Anne, nos conocemos desde las clases de combate, pero no éramos demasiado amigos, en ese periodo el rey había enfermado gravemente y él no estaba en sus cinco sentidos- hizo un gesto de disgusto al recordarlo, definitivamente si eran amigos- él sabía como era yo, pero no fue hasta salir de la academia y reencontrarnos en ese evento, que nos conocimos bien-