- Su alteza- El vizconde hizo una reverencia de inmediato, avergonzado- no sabía que se encontraba por aquí -
-Jamás voy a defender a un inepto como Arthur Montague por dejarse influenciar, pero la realidad es que quien lo inició en el mundo de las apuestas fué usted- Charles se cruzó de brazos, con una mirada de odio muy notable - No le bastó con gastar sus fondos y los de la corona, también quería los de su sobrino-
-Lo siento alteza, solo quería...-
- Si hiciéramos lo que quisiéramos, usted ya estaría seis pies bajo la tierra, pero hay protocolos que debemos seguir- Charles mantuvo su postura autoritaria, no le importo estarse dirigiendo a una de las entidades del parlamento de esa forma-
-Su majestad, ¿Me está amenazando?- El vizconde parecía notablemente ofendido-
-Vizconde Wellingth, aunque existan protocolos, los mandaré a la mierda si vuelve a faltarle el respeto a mi prometida, le sugiero que la deje en paz en este momento-
El vizconde esperó unos segundos antes de irse,quizás esperaba que le dijeran que estaba bromeando, pero no había ni una pizca de broma en Charles en ese momento.
-Muchas gracias, Alteza- Anne hizo una reverencia apenas se fué el Vizconde,su corazón iba a mil por hora, realmente la había salvado de un aprieto-
-necesito hablar contigo, ¿Porque estás huyendo de mí?, tenemos un acuerdo, debes convencer a mi padre de que eres digna y así me dejara en paz- La autoridad en su voz se mantuvo, Anne apenas podía mantenerle la mirada, ya que imponía mucho respeto-
-Tiene razón, lo siento- Anne bajó su mirada avergonzada-
Hubo un silencio incómodo, y la mirada del principe seguía siendo asesina.
-¿Le gustaría anotar algún baile en mi tarjeta de bailes?- Anne subió su muñeca,mostrándole la tarjeta que tenía amarrada como pulsera- Se que no suele bailar en eventos así, o bueno, al menos eso he notado... Pero...-
Charles no hizo caso a las palabras de Anne, solo levantó una de sus cejas con curiosidad, y tomó la tarjeta en sus manos para detallar los nombres que habían escritos en ella para los bailes.
-¿No le ha quedado claro, Lady Anne Marie Cromwell?- Charles tomó la tarjeta en sus manos y simplemente la rompió en varios pedazos, haciendo que Anne hiciera una expresión de asombro que no pudo contener- no quiero ver a otros hombres en mi propiedad, aunque no sea un matrimonio por amor -
-Lo siento, los protocolos no me permiten negarme tan fácilmente, no sería digno de una señorita- Anne bajó su mirada, intentando evitar un conflicto-
- Pues estás por ser una duquesa, los únicos protocolos por los que debes regirte son los míos - Charles la tomó de la mano con suavidad, a pesar de que sus palabras eran bastante fuertes, Anne notó que su mano temblaba-
¿Eran ideas suyas o el principe también parecía bastante nervioso?.
Para ella era un poco más fácil tener información sobre él, era el único hijo del segundo matrimonio del rey, mantenía su título de príncipe pero siendo principalmente duque, y era bastante reservado, aunque probablemente hacía las cosas que todos los caballeros que conocía hacían, lo mantenía tan secreto que nadie en la sociedad conocía verdaderamente algo sobre la vida amorosa de Charles Vaughan.
Por otro lado, el principe Charles conocía más sobre ella de lo que ella pensaba , incluso se podría decir que su música despertó una curiosidad en él muy poco común, ya que ver una mujer así no era algo muy común, estaba convencido de que había más detrás de esa señorita recatada que parecía contenerse ante todos sus caprichos.
Y lo iba a descubrir, pero aún no sabía cómo.
-Espera un momento, ¿Porque me estás tratando como si fuera tu mascota?- Anne se detuvo en seco, haciendo que el principe se detuviera de inmediato-
Él no dijo nada, solo la miró sin comprender su punto.
-Se que tenemos un trato, antes de que me lo digas, pero somos socios, no dueños del otro- Anne mantuvo su mirada en la mano que el principe le sujetaba a traves de su guante, y él de inmediato la soltó -
-Lo siento Lady Cromwell, no era mi intención tratarle de esa manera- Charles hizo una reverencia de disculpa, y Anne notó que era completamente genuina, sin embargo, Charles estaba tan ahogado en la vergüenza que se prometió a sí mismo no dejarse llevar por sus instintos nuevamente despues de eso... al menos no con Anne-
-vaya, eso fue más fácil de lo que pensé - Anne no pudo evitar decir esa frase en voz alta, esperaba una reacción de cretino, no aquello, parecía que después de todo, el principe si tenía consideración dentro de sí -
Lo que Anne no sabía era que esa no era la primera vez que Charles escuchaba aquella frase.
La cabeza de la princesa Adeline había sido vendida como si de una propiedad se tratara,solo que no de manera tan obvia y el mejor postor aunque resultó ser el mejor para el estatus de la corona, era el peor para el corazón de la princesa.
Charles estuvo al tanto de todo, de como ella lloraba todos los días quejandose con sus padres por tratarla como una «mascota», y no le daban importancia a sus sentimientos. Charles también estuvo ahí para presenciar el engaño de su hermana a su esposo, y no era fanático del adulterio, en cualquier otro caso la habría expuesto, pero no la había visto tan feliz nunca, excepto cuando su dama de compañía,Constance, le seguía.
Era cierto que Anne despertaba curiosidad en él,pero era a manera de aprendizaje, era una persona muy inteligente y capaz para tener el puesto de duquesa, no necesitaban amarse intensamente para llevarse bien, así había sido el primer matrimonio de su padre después de todo, pero si quería estar en armonía, debería aprender a tratarla correctamente.
Y fue entonces el momento en el que ambos hicieron su acuerdo real, eran socios.
-No soy un cretino Anne, parare cuando me lo pidas, y te daré tu espacio cuando lo necesites, pero necesito tu ayuda de igual manera - Charles se mantuvo completamente congelado, no movió ni un dedo en dirección a ella hasta escuchar su respuesta-