Cuando Charles subió al carruaje nuevamente, supo de inmediato que lo había arruinado todo, había olvidado la razón por la que había ido en un principio,darle los tulipanes a Anne... Aunque igual no se arrepentía,ya que lo que si pudo darle fue una paliza a Arthur, cosa que deseaba desde hace ya varias semanas.
Los tulipanes requieren cierta temperatura específica para mantenerse en buen estado, además de agua, pero para cuando se fijó ya no tenía mucho caso, pues estaban bastante decaídos por llevar toda la tarde en el carruaje.
Charles cada día detestaba más a Arthur, en definitiva. De todas maneras, el descuido le dió oportunidad de hacer algo mejor, pues ya el ramo de Tulipanes no era suficiente, debía superar al idiota de Arthur a como fuera lugar.
-Es inevitable que no te enamores- Amelia dió un sorbo a su té, clavando su mirada en Anne-
-Te diré lo que va a pasar, Amelia, nos llevaremos bien y nos respetaremos,como personas decentes- Anne también dió un sorbo a su té - y eso será todo, no necesito más que eso-
Amelia la miró con inconformidad, como si estuviera excavando en la cabeza de Anne lo que ella no quería decir.
-¿Aún sientes algo por Arthur?- su sonrisa curiosa hizo que Anne sintiera escalofríos -
-no precisamente - suspiró profundamente- estoy decepcionada y frustrada por jamás haberle dicho lo que sentía,eso sí - Anne desvío su mirada a las hortensias del jardín, para evitar que Amelia la siguiera analizando -
-¿Es por eso que no quieres darte la oportunidad con Charles Vaughan?¿Por miedo?- la voz de Amelia sonaba casi como un regaño-
-Amelia- la miró con insistencia para que tomara su postura nuevamente - es un trato, eso es todo, tendrían que pasar años para que pueda confiar de nuevo en alguien luego de eso-
-¿Y que harás con Arthur entonces?-
Amelia y Arthur nunca fueron muy cercanos, pero ocasionalmente la familia de Anne los invitaba a la casa de campo y pasaban algunos días allí,jugando cróquet junto a otros amigos de James, pero Anne nunca vió allí a Charles,otra razón por la que le parecía extraño que ambos se conocieran.
-Fingiré que nunca nos conocimos, quizás eso podría hacer que me convenza a mi misma y eventualmente deje de dolerme- Anne realmente no quería hablar del tema, pero estaba con Amelia, ella siempre había tenido el don especial de hacer que Anne contara todos sus sentimientos sin importarle lo que una señorita debía hacer-
-Mi señora, ha llegado un paquete para usted- uno de los guardias de la casa Cromwell se acercó a la mesa donde ambas señoritas tomaban el té-
-¿Para mí?- Anne miró a Amelia confundida, y ella le devolvió esa misma mirada, dejándole en claro que no tenia ni idea de lo que hablaba-
Lo primero que vió Anne al entrar al recibidor frente a la puerta de entrada, fueron al menos unos diez jarrones repletos de tulipanes, colocados especialmente en agua fresca para que no se marchitaran.
-O, por, Dios- Amelia dejó caer su barbilla al suelo de la impresión - Tulipanes rosas, ¿Tienes idea de lo que significan los Tulipanes ro...?-
-amor verdadero- dijo de inmediato Anne- pero no es por eso, es que es mi flor favorita, todo el mundo lo sabe- Anne nego con la cabeza, sin poder quitar de su rostro la expresión de felicidad-
Tomó una de las flores y la olió detenidamente, cerrando los ojos ante la tranquilidad que le transmitía.
-Disculpe Lady Cromwell,pero el paquete llegó con esta nota- Uno de los guardias le extendió un pequeño papel-
Amelia y Anne se miraron con curiosidad, y casi de inmediato abrieron la pequeña nota.
«Arthur se puede ir al carajo,yo soy el mejor. ATT: Charles Vaughan»
Anne no sabía si sentirse decepcionada o estallar en una carcajada, en cualquier caso involuntariamente terminó eligiendo la segunda.
-No se cómo vas a hacer para no enamorarte de él, es perfecto- Amelia también estaba riendo - ¿Desde cuándo los hombres decidieron insultarse entre ellos usando un a parte de un barco?-
Amelia, quien había estado viajando toda su vida, reconoció de inmediato que el «carajo» era la zona de castigo de los barcos de vela, un lugar frio y solitario, irónicamente,la manera en la que Arthur debía sentirse en aquel momento -
-definitivamente lo que te puedo asegurar que no será un problema, es que seamos amigos- Anne seguía riendo, intentando ser modesta para no soltar algún sonido estrafalario - llevenlas a mi habitación por favor, coloquenlas debajo del cuadro de tulipanes- solicitó Anne a los guardias, emocionada de la idea de cómo se vería-
Por la mañana siguiente, la casa Cromwell era un completo caos; todos estaban acostumbrados a ir a eventos de la alta sociedad, menos lucy, claro, pero aún así, todos sabían perfectamente que ir a un evento de sociedad e ir a un almuerzo al mismísimo palacio,eran cosas completamente diferentes.
Amelia habia decidido pasar junto a Anne los últimos días que estaría viviendo allí, antes de mudarse a la recidencia del duque, por lo que era lo más cercano a la paz en medio de aquel caos por el desayuno.
-James, por favor no uses ese traje, ¿Haz perdido la cabeza?, el sastre envío unos atuendos nuevos para tí hace una semana, ¿Y piensas usar un traje de trabajo común?- la madre de Anne estaba nerviosa de por sí, y James no ayudaba-
-Madre, estoy cómodo aquí, no te preocupes demasiado - James se colocó derecho en su silla- solo será un almuerzo-
-entiende a tu madre- el conde intervino,tomando un poco de mantequilla- todo está pasando muy rápido, esperábamos tener un poco más de tiempo juntos a Anne... Nuestra niña creció tan rapido-
La verdad es que Anne pensaba exactamente lo mismo. No se sentía preparada para ser esposa, mucho menos duquesa, sentía que aún tenía mucho que vivir como persona individual, ¿Pero que iba a hacer?, no podía decir esas palabras, hace mucho sus deseos personales habían dejado de importar. Debía dejar un buen ejemplo, para que cuando fuera el momento de lucy, tuviera más fácil el camino.