Charles y Beatrice no se estaban besando, no hacían nada impropio, solo hablaban como si de un negocio se tratara, pero estaban solos, no habían más bailarines o músicos cerca, Anne no pudo evitar sentirse decaída.
Alcanzó a ver cómo Charles le entregaba a Beatrice una pequeña bolsa con monedas, lo que hizo que Anne pensara de inmediato que efectivamente,se trataba de su amante.
«¿Entonces por eso nunca quiso consumar el matrimonio?» pensó Anne. Quiso llorar, pero no tenía caso, solo había malinterpretado sus atenciones a ella durante la luna de miel, había sido su culpa y de su sentimentalismo, después de todo, aquel matrimonio era solo un acuerdo para que ambos vivieran sus vidas en paz.
Cómo pudo, salió de los camerinos guardando silencio, conteniendo sus lágrimas.
-Deberías decirle a tu esposa- Beatrice se dirigió a Charles firmemente,mientras tomaba su bolsa de monedas- aquella vez parecía preocupada, seguro va a malinterpretar todo- sacudió sus rulos rojizos antes de hacerlos un moño firme para volver a escena-
-Eso fué muy imprudente, Beatrice, si quieres verdaderamente que esto funcione, deberás aferrarte al plan- La voz de Charles era fuerte, no tenía ni una pizca de sensibilidad- y deja a mi esposa tranquila, que sea de la alta sociedad de nacimiento no la hace parte de tu problema-
Beatrice sonrió de medio lado, inclinando la cabeza y recostando su torso junto al vestido vinotinto de tul de bailarina caído en la pared.
-¿Desde cuándo defiendes a una mujer pretenciosa de la alta sociedad?, ¿Son ideas mías o te estás enamorando?-
-Ocúpate de tus sentimientos y tu relación - Charles se dió la vuelta- No te metas en la mía, si quieres que los siga ayudando-
Se escucharon unos pasos corriendo desde afuera, algo parecido a unos tacones de señorita pisando fuertemente la madera.
-oh oh, creo que tendrás problemas con tu esposa- Beatrice se rió infantilmente-
Charles resopló frustrado.
-Tienes suerte de que serás mi futura cuñada, Beatrice, o no te soportaría ni haría ni la mitad de cosas que hago por tí - Charles mencionó entre dientes, sin una pizca de paciencia-
Finalmente,Charles volvió a caminar fuera de los camerinos, dirigiéndose a su asiento en el balcón del teatro,pues ya había pasado el tiempo intermedio y el acto estaba por comenzar nuevamente.
Charles se sentó al lado de Anne, intentando analizar su expresión para ver qué tan cierto era que los había espiado, pero era complicado, ella parecía enojada desde que llegaron, su expresión seguía igual desde entonces, al parecer.
-Lamento la tardanza - tomó asiento, aún sin dejarla de ver-
-Llegas a tiempo, está por empezar- Anne ni siquiera se giró a mirarlo-
La expresión de Charles era algo decaída, no sabía qué hacer para que Anne se sintiera mejor o simplemente no lo odiara, para empezar, ni siquiera entendía que le había hecho. La noche anterior durmieron juntos,pero él ni siquiera la tocó, ni le hizo nada, la había respetado todos esos días aunque sus sentidos la desearan con locura, ¿Porqué estaba odiandolo tan albitrariamente?.
A minutos antes de que terminara el ballet, Anne empezó a llorar disimuladamente,y Charles lo notó, así que intentó tomar su mano pero ella la movió antes de que pudiera hacerlo, con la excusa de que buscaría un pañuelo para limpiar sus lágrimas.
Nuevamente, durante todo el camino de regreso, ninguno de los dos dijo ni una sola palabra, ahora la única herida no era Anne, pues Charles también se encontraba desolado al no conseguir solución alguna para la relación de ambos, y decidió no molestar más a su esposa, así que le dió su espacio.
Durmieron en habitaciones separadas, no desayunaron juntos, su último día en aquel lugar era lo que Anne pensó inicialmente que sería la relación, dos personas tratándose lo necesario por negocios. A pesar de que su idea inicial era que no se llevarían bien, luego de los últimos días juntos se había acostumbrado a pasar tiempo con su esposo, así que Anne ahora estaba regresando al inicio... Sentirse sola.
Durante el amanecer caminó sola por la playa, descalza, sintiendo las frías aguas del mar acariciando sus pies constantemente mientras sus pasos se marcaban en la arena.
-¡Anne!- Escuchó unos gritos a sus espaldas que la espabilaron de inmediato, era su esposo, quien se aproximaba corriendo hacia ella-
-Buen día - Dijo ella cuando él estuvo lo suficientemente cerca-
-¿Porque haz salido sola?, ¡Podría ser peligroso!- Charles sonaba bastante preocupado -
-Solo quería disfrutar el último día aquí antes de viajar- Anne acomodó una tela con la que se recubría del viento mañanero -
-Pudiste avisarme, es mi deber cuidarte, se lo prometí a tu familia -
-Quería estar sola- Anne se aclaró la garganta, pero siguió caminando firmemente sin ver a Charles, solo al horizonte-
-¿Tanto me odias para no querer ni siquiera estar en mi presencia?- el corazón de Anne se debilitó al notar su preocupación genuina-
-No Charles... Yo no te odio, nunca te he odiado - Anne se mantuvo de pie, mirándolo mientras el viento de la marea desordenaba su peinado recogido en rebeldes mechones-
-¿Entonces porqué estás actuando así de rara?- Charles hizo un esfuerzo sobrehumano para que su voz no se quebrara,y Anne dió un amplio suspiró antes de contestar-
-Solo me preocupa nunca poder ser lo suficientemente buena para ser duquesa- Anne mintió, ya que aún no se sentía lo suficientemente valiente para hablar de sus sentimientos -
-Lo eres desde el día que pisaste el altar- Afirmó Charles - ¿Es eso lo que te tiene tan distante? ¿No hay algo más?-
-Charles- Anne finalmente levantó su mirada- ¿Que pasará si algún día conocemos a alguien que de verdad amemos?-
Charles sintió un hueco en su estómago,como si alguien le hubiera clavado una espada dentro de sí y la hubiera dado vueltas.
-¿Sigues pensando en Arthur?- Charles contuvo la respiración -