Jaula de Aves

Neutro

NEUTRO
 


08 de julio de 1944

Alzamiento de Varsovia.

Caminaba muy discreta pero a manera de no llamar la atención sobre la acera. Tenia su capucha cubriendole el cabello y ecriptando sus piernas, no sabía quien podía estarla mirando.

Antes de entrar a aquella casa miró para todos lados, dónde el polvo y humo la dejaban ver. 
Entró, dentro, decenas de personas le sacaban brillo a sus rifles, sus pistolas, boleaban y remendaban sus botas, ajustaban los cascos y curaban héridas.

—Es lo que pude conseguir.

Dejo caer de su canasta once granadas activas. El hombre las tomo y sonrío con una pícara sonrisa.

—Estamos listos.

[...]
 


Circulaba el peine por su ondulado cabello recién enrrizado mientras se veía por el espejo con vanidad, Ingrid presumía de una tersa piel morena. Hiram la observaba sentado en el diván frente a la cama con una sola cosa en su cabeza distante de la belleza que figuraba frente a él.

—Vas a ser—se levantó del diván apoyandose de sus muslos y se asercó a ella—, la mas bella... de todo el evento.—elogío espojando su cabello.

—No—respondio risueña—, lo arruinarás.

Ambos sosnrierón. Tocarón a la puera con prisa.—Pasé.

El mayordomo se azomó con desencia.—Agente, su pedido ya esta listó. 

—¿Dónde está?

—La señorita Lenz le espera abajo.

Con receló Ingrid se levantó de la silla.—¿Quién es la señorita Lenz?—preguntó con celos.

Hiram meneó el dedo e hizo salir al hombre. Con su pulgar golpeó con encanto el mentónnde su mujer.—Ella, mi amor, es nuestro amuleto de la suerte, con ella, nuestra vida se catapultara a la cima del éxito y comodidad. 

—¿Quién es ella?—demandaba.

Bajarón con lentitud las gradas. La señorita Lenz les daba la espalda contemplando los marcos y decoraciones del muro, Ingrid se negaba a soltar la mano de Hiram ante una completa desconocida.

—Señorita Lenz.—dijo su nombre ella volteo con una mirada fría y las manos sobre su regazo con un portafolio entre sus dedos.—Veo que hiciste tu tarea. Ingrid ella es nuestra invitada, viajará con nosostros mañana al baile en secreto. Dicho eso quiero que la trates bien, ha tenido una vida... complicada.

—Complicada se queda corto.—contradijo.

—Ella es nuestra huésped, cierto Greta.

09 de julio de 1944

Opava.


Recordamos con amor a:
Viorel Benda
11.02.1900 - 20.10. 1941

Eva P. Benda
26.01. 1900 - 21.10.1941
 


 

Que Dios nuestro creador les de vida eterna y nos otorge el consuelo de sus partidas.
 


 

El huérfano dejo el ramo de claveles, orquídias y peonias frente a la tumba de sus padres. Paso su mano por ella y escucho la llegada de alguien tras él. 
 


 

—Señor Benda.
 


 

Benjamin Benda reconoció esa frustrante voz. 
 


 

—Buen día.—contestó.
 


 

—Señor Benda solicitan su regreso a Auschwitz inmediatamente. Sus días de descanso acabaron ayer y no se presento.
 


 

Benjamin suspiró y se reclino hacía atras apoyandose en sus brazos.—¿Que pasa si no voy?.
 


 

—Puede ser expulsado.
 


 

—¿Expulsado de dónde?.—alego de verdad con dolor.—De Auschwitz. Creame que no me importa en absoluto.
 


 

—Gobierno lo vería como un rechazo hacía la nación. Creame que es le será muy tempestuoso de no presentarse hoy mismo. 
 


 

—Dejeme en paz y larguese.
 


 

Ordeno y sus ojos comenzaron a humedeserce, cerro sus ojos y comenzó a olear el pasado.
 


 

Llegarón bajo la lluvia a una casa con el farol encendido del umbral. La mujer saco su mano de la capa y toco el timbre desesperada hasta que la puerta se abrió frente a ellos.
 


 

—¡Eva!
 


 

¡Inna, no hay tiempo ya tienen a Viorel!—tomo a su hijo, su hijo que jadeaba de frio y cansansio, castaño, alto y con la barba creciendole en la cara de los hombros completamente horrorizado.—¡El no esta en la lista. Por favor Inna cuidalo por mí!
 


 

Inna tomo a su sobrino y lo hizo pasar a casa mientras él tenia sus dedos aferrados a la mano de su madre.
 


 

—Benjamin, hijo, tienes que soltarme. No puedes ir conmigo, estas asalvo.
 


 

—¿Quien te cuidará?—cuestionaba destrozado.
 


 

—Dios lo hará.
 


 

Benjamin corrió a ella y la abrazo, un abrazo estrujante y lleno de dolor. Eva le beso las mejillas y le hizo la señal de la cruz.
 


 

—El nos conoce. Y-y este no es el adiós para siempre... es solo unas vacaciones con la tía. 
 


 

Benjamin le beso la frente a su madre. 
 


 

Eva se despidió de su hermana con abrazos. Vió a Benjamin por última vez, se puso su capa y corrió a su auto en la calle de atrás para irse.
 


 

Benjamin volvió al ahora, su doloroso y solitario presente. ¿Que le impedía no matarse en ese momento? Regina Konopka. 
 


 

[...]
 


Aceptó la invitación, tenía que aserce notar entre los comandantes que lideraban contra los insurgentes varsovianos. 

Habia calles bloqueadas, autos volcados, edificios apunto de colapsar, casi toda Varsovia estaba en ruinas. Pinta, soldados y rebeldes escondidos, ambos esperando el momento indicado para matarse.

Dora miraba por la ventana horrorizada. No quitaba sus púpilas de tal terrible escena apocalíptica. Balazos se hicieron sonar, atisbó atrás del auto, un polaco armado empezo a disparar, una bala lo hizo caer muerto al suelo.




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