Je Te Hais

2

—¿Qué? —pregunta con la diversión plasmada en sus facciones.

—Nada —miro a mi jefe —, ¿lo atiendes tú? Iré a preparar unos bocadillos que ya se acabaron.

Acaricia la cima de mi cabeza ruborizando mis mejillas —Ve, no te preocupes.

—Pero si me traes algo de agua podría agradecertelo mucho.

Con los dientes apretados le miro unos segundos procesando como mirarlo mal.

—Claro, podría ponerle unas gotas de veneno si gustas.

—Samara —advierte Samuel.

Lo miro con los ojos abiertos fingiendo inocencia —Es un decir, así se le llama ahora para poner toques de almíbar.

—No hay suficientes formas de poner cero estrellas para ti —aún si lo dice de forma sarcástica sus ojos no abandonan los toques de diversión —, tu arte es empeorar tu calificación y a este paso dudo mucho que seas la empleada del mes.

—Samuel —me giró a quien se mantiene mirándonos como si estuviésemos dementes —, ¿premiaremos la estupidez en esta cafetería? Porque tu amigo se ha ganado todos los premios ¡de todas las categorías!

—Bien chicos, vamos a calmarnos todos ¿de acuerdo?

Dejo el trapo en el mesón dándole una última mala mirada al tonto de ojos verdes y desapareciendo en la cocina, mis manos se mueven con habilidad realizando la masa para unos alfajores logrando calmarme, aprovecho de que a esta hora no hay clientela para tomar mi tiempo y hacer algo de cruasán.

Me encantan los cruasán con canela e incluso ponerles chispa de chocolate a la masa aún si a Samuel y a algunos clientes le desagrada la idea.

Pero a Samuel le desagrada todas mis ideas.

Como el que quiera ser actriz, según su creencia es una carrera no solo de mucha exigencia también demandante, él no cree que pueda lidiar con la presión de los paparazzi y los mismos fanáticos. Por eso he llegado a creer que ese es el porque de estar reacio a la idea de ser pareja, por eso también he llegado a pensar en dejar la carrera y dedicarme a la cafetería.

Pero me asusta abandonar lo que quiero y sueño por él.

Estoy sacando del horno los postres cuando veo entrar al insoportable amigo de mi jefe, sus manos en la espalda caminando con elegancia en su traje ajustado al cuerpo.

He de reconocer que es bien parecido.

Sigue desagradandome.

Ignorando su presencia espolvoreo canela sobre los cruasán que llevaré a casa.

—Aquí huele realmente bien —se acerca a mi deteniéndose a medio camino al verlo con cara de pocos amigos —, Samuel me ha enviado a descansar en su despacho pero la fragancia de cruasán recién hechos llamaron mi atención.

Asiento dándole la espalda.

—¿Podría probar?

—No.

Voy guardando de a poco los cuatro postres en una pequeña caja rosada con el logo de la cafetería.

—Por favor señorita Rojas no he comido nada desde que me levanté.

Me giró con una sonrisa —No sabe cuanto disfruto de saber eso.

—Enserio eres una joyita de persona.

—Que dulce, me preocupa el no estar siendo lo suficientemente mala.

—Ni siquiera se porque estas comportándote así conmigo.

—Es que siempre eres un amor de persona ¿verdad? ¿Por qué alguien vería algo malo en ti?

Se encoge de hombros.

—Dímelo tú. Parece que ya has encontrado mil defectos en mi.

Termino de cerrar la caja apoyando las manos en la encimera donde he preparado mis deliciosos dulces.

—Me has llamado empleada ¿te parece poco?

Él parece sacado de onda por unos momentos pero viendo que mi postura no cambia suspira —Es lo que eres aquí ¿no? ¿En qué me he equivocado?

—No es lo que dices, es como lo dices.

Asintió colocando una mano en su pecho —No era mi intención hacerla sentir mal, pero teniendo en cuenta que trabajas para mi amigo eres una empleada.

Puse los ojos en blanco fastidiada —No me gusta que me llamen así, suena feo.

—Es lo que es —contó sin ningún problema.

—Samara —miré a mi compañero quien olfateaba la cocina como un sabueso —, ¿haz hecho cruasán?

Asentí sacando uno de la caja —Ten mi cachorro.

Él se acercó como si fuese un can y no pude hacer más que reír —Como amo tus postres.

Acaricie su cabello —Algún día los harás tan buenos como yo.

—Jamás, eres muy buena en esto.

Demasiado diría yo.

— ¿Podría probar?

— ¡Claro! —le tendió su cruasán sin dejarme oportunidad para negarle.

Le agradeció con una sonrisa sin importarle que mi amigo lo hubiese mordido con anterioridad él también le brindó una mordida cerrando sus ojos con cada probada, parece un muerto de hambre que no ha comido en mil años poniendo los ojos en blanco voy a por los ingredientes del resto de postres para el resto de la tarde. Jeffrey se va dejándome a solas con quien se sigue morfando el cruasán como un animal hambriento.

— Para ser mala empleada, eres buena cocinera.

Entrecierro los ojos en él — Deja de llamarme así, ¿me ves con uniforme acaso? —su estúpida mirada viaja por mi cuerpo y vuelvo a poner los ojos en blanco —. Ok, si tengo uniforme pero no es lo que quiero decir.

— Dejare de llamarte empleada solo si haces mas de estos.

Me suelto a reír sarcástica — Me acostumbrare a ser llamada empleada antes de hacer mas postres para ti.

— Que ruda.

Imitando a una niña malcriada mis hombros se alzan — ¿Tienes alguna alergia?

Desconfiado entrecierra los ojos, es casi graciosa la manera en que niega con la cabeza — ¿Por que te lo diría? de decírtelo serias capaz de matarme.

— ¿Que comes que adivinas? —le doy la espalda buscando los utensilios que voy a usar —, ¿Por qué sigues aquí?

— No tengo sueño, prefiero darte el regalo de mi presencia.

Niego poniendo la charola en el mesón — No es regalo, es una molestia.

— Lo veré como un regalo.

Decida a ignorarlo comienzo a colocar paso a paso los ingredientes, en cuanto sigo moviendo mis manos sobre el trabajo la presencia del molesto amigo de mi jefe porque la cocina me relaja no solo los músculos por raro que esto sea sino también las cosas en mis cabezas gritando con fuerza, debía decidir que pagaría primero pero si hacia esto tendría que aplazar algo ¿a que renunciaba? Y sabia que no era lo correcto pero termine por dejar de lado mi alimentación, necesitaba un techo sobre mi cabeza y fomentar unas bases si quería llegar a mi tan anhelado sueño, la vida no es justa ni el entorno es tan agradable.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.