Jefe, tendré un hijo suyo

Capítulo XXXIII

Antes de que lean el capítulo solo hacer mención que está parte tendrá contenido adulto [+18] por lo que dejo a su decisión de leerlo o no. Esto no quiera decir que el capítulo completo tiene escenas sexuales, porque no es así, pero no creo saber con exactitud que página es la que ya terminará esa parte, pero suponiendo puede ser entre la 4 o 5. Así que no me queda más por decir y l@s dejo que lean este cap.

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“La amistad siempre es provechosa; el amor a veces hiere”

Séneca

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Luego de la navidad, pase tres días conviviendo con Cassandra, Sapphire, la señora Dionne y las sobrinas de Demian; ellas mayormente me enseñaron solo una parte de Grecia que fue absolutamente preciosa, yendo de ciudad en ciudad, viendo monumentos, plazas, playas, teatros antiguos y bibliotecas; todo aquello fue absolutamente fantástico porque es como volver a los tiempos de Grecia Antigua para sentir ese ambiente y por supuesto, como la cultura florece con las reliquias que han quedado con el tiempo; eso me provoco una sensación gloriosa porque nunca creí ver aquello, sin embargo, cuando llego el momento de regresar a Atenas las cosas inusualmente cambiaron en un solo parpadeo.

Después del beso inesperado que Demian y yo nos dimos, no pensé que nuestra relación se viera complicada; se ha mantenido callado, pensativo y un poco distante que tengo miedo que haya hecho lo incorrecto con él en ese momento. El impulso llego por si solo, pero la verdad es que me hace sentir confundida cuando creí ver que él también lo disfruto, aunque sea una milésima de segundo, pero empiezo a retractarme de ello.

Solo quedan dos días para volver a Tolo para la fiesta de fin de año y no he recibido más que un “buenos días” de él a no ser que me consulte algo o pregunte por el bebé, de cierta forma debería respetar su espacio, pero actuar de esta forma conmigo ha empezado a que me sienta mal a punto de que por las noches me frustro al creer que he echado todo a perder.

Y esta, es una de esas veces…

Me doy la vuelta en la cama para darme cuenta que me es imposible quedarme dormida, ya llevo un par de horas girando en la cama sin saber que hacer además de contar ovejas, leer y por supuesto, ver alguna película que me ocasione aburrimiento para poder quedarme dormida, sin embargo, parece que está vez he conseguido tener insomnio porque ni siquiera soy capaz de pegar el ojo con rapidez.

Me levanto de la cama y por un momento me acerco a la puerta que da al jardín para darme cuenta como el cielo se encuentra lleno de estrellas que iluminan cada parte azul negra del lugar, la noche es cálida que doy gracias que el vestido que llevo logra que pueda sentirme cómoda y a la vez, que no me dé calor. Necesito conseguir una forma de como dormirme, pero a estas alturas siento que al final terminare por caer con mucho sueño a plena madrugada. A pesar que fue un día lleno de sorpresas, ni con eso pude conseguir tener el cansancio suficiente para quedarme profundamente dormida como otras veces.

Camino hacia la otra puerta para salir de la habitación e ir en dirección a la cocina, necesito un vaso de agua para calmar mi sed, mala suerte que unas pastillas para no dormir no pueda tomarlas ahorita ya que no puedo correr el riesgo de que puedan dañar al bebé. El piso se encuentra frío mientras que la casa está en pleno apogeo de silencio y oscuridad, apenas llego a la cocina cuando me sirvo un vaso de agua helada de una jarra que se encontraba en la nevera, apenas empiezo a tomar agua cuando escucho unos pasos acercarse, cruzo los dedos para que no sea nadie, pero pronto Demian aparece en el portal.

Ambos nos sorprendemos en vernos que a él se le quita el sueño al ver que estoy en la cocina, mientras que yo, intento no seguir observando su pecho descubierto. Quito la mirada y ambos no decimos ni una palabra, simplemente él también ha venido por un vaso de agua, pero por extraño que se diga, siento como me observa; estoy a punto de preguntarle porque me ve tanto cuando me doy cuenta que solo estoy usando un vestido de encaje color negro, en el que se puede ver mi piel expuesta y del cual solo llevo las braguitas puestas luego de que al suponer que me quedaría dormida, me quite el sujetador.

Sorprendida, intento darme la vuelta sigiliosamente. Debí de haberme puesto un albornoz, pero no pensé que Demian aparecería a medianoche, cierro los ojos y maldigo en mi mente sabiendo que le estoy mostrando un espectáculo. Intentaría correr, pero mis pies me impiden que haga dicha cosa, así que será mejor salir de aquel lugar como si nada hubiera pasado.

Mis mejillas arden como también mis orejas, camino hacia la salida de la cocina, pero en el momento en que paso a su lado siento como su mano se posiciona en mi brazo haciendo que me detenga; el corazón me empieza a palpitar cada vez más rápido que no sé si debería quedarme o tomar de una sola vez la idea de salir huyendo. Sin embargo, mis pies se han quedado pegados en el piso que solo me queda cerrar los ojos más cuando siento como Demian se acerca más a mí mientras pasa sus manos desde mis hombros hasta las muñecas de mis manos.

Mi boca se queda entre abierta cuando retira mi cabello de un lado de mi cuello para sentir sus labios tocar ese lugar que provoca que mi piel se erice, de forma inconsciente muevo mi cabeza a un lado dándole la libertad que pueda seguir besando. Me relamo los labios y me los muerdo cuando una de sus manos va directo a mi pierna mientras que la otra toma mi cintura; abro más la boca y empiezo a respirar por ella cuando sube sus labios y termina por agarrar el lóbulo de mi oreja dejando un mordisco que me hace gemir.




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