Jefe, tendré un hijo suyo

Capítulo XLII

“El primer vaso corresponde a la sed. El segundo, a la alegría. El tercero, al placer. El cuarto, a la insensatez”

Lucio Apuleyo

⁎⁎⁎

No puedo creerlo… ¡Soy mamá!

La nueva experiencia me ha traído buenos momentos pero a la vez, estresantes al ser madre primeriza y más con el proceso de aprender todas las necesidades como cuidados que debe de tener un bebé, sin embargo, agradezco que mi hijo no me dé problemas desde una corta edad cuando parece el ser más tranquilo y dormilón de todo el planeta, ya que con eso que he tenido que aprenderme los horarios en que Hades come, duerme y se le debe de cambiar el pañal se ha vuelto mi nueva rutina, en donde los tiempos en que él tiene sus siestas, me sirven para darme un respiro y poder ofrecerme un tiempo para mí.

La verdad, la responsabilidad no sólo ha caído en mí, sino que también en Demian quien tampoco parece querer despegarse de nuestro hijo, debido a que siempre intenta hacer su trabajo lo más pronto posible para así pasar tiempo con Hades, los cuales resulta favorable porque me da un tiempo libre para que pueda descansar, ya que, a pesar que nuestro bebé no haga la mayor cosa todo el día, nos mantenemos pendientes en todo, desde que pueda dormir bien hasta darle sus baños con mucho cuidado.

Hace tres semanas nuestro pequeño Hades llegó a nuestras vidas y sin dudarlo ha sido el mejor regalo que he podido tener en todo este tiempo que sigo sin poder creer que hace un año seguía pensando que lo mío no era ser madre o tener hijos, pero quien me viera hoy, cargando un bebé en mis brazos y cuidándolo más que mi propia vida; sinceramente ser madre me ha cambiado el panorama de todo mi mundo, ahora entiendo porque mis amigas decían que un hijo te cambia la vida y que sobre ello, comienza una nueva aventura que no sólo traerá bonitos recuerdos sino que también en educar a esa personita para que se vuelva una persona de bien.

— ¿Qué tanto miras? —Le digo a él al sentir su mirada.

—Nada. —Veo como saca una sonrisa, pero pronto sus ojos pasan a su laptop.

Si, como no. No soy ciega para no darme cuenta como a cada cierto tiempo se nos queda mirando a Hades y a mí, sin embargo, con el pasar de estos días me he dado cuenta como he dejado de sentirme avergonzada en frente de él cuando debo de darle de amamantar a mi bebé, realmente sé que no estoy haciendo nada malo, pero siendo sincera a pesar que mi embarazo ya haya terminado puedo sentir como mis hormonas se siguen alborotando por él.

Dejo de darle de comer a Hades para ajustar mi sujetador y playera en su lugar, mientras pongo a mi hijo en su asiento columpio. Es un día bonito para seguir en primavera, a pesar de estar a poco para entrar a verano, el clima se vuelve un poco más caluroso, aunque gracias a Dios, el viento no falta y tampoco estar en el jardín que hace que el ambiente se vuelva más fresco.

— ¿Puedes cuidar de Hades un momento? —Demian levanta su cabeza.

—Claro, no debes ni siquiera preguntar. —Asiento mientras me dirijo a la piscina.

Empiezo a desabotonarme los botones de mi camisa larga para entrar a la piscina, sin embargo, me pongo de espaldas para que Demian no llegue a verme, realmente aún no me siento cómoda con mi cuerpo luego de que estos últimos días sigo viendo como mi estómago sigue flácido a pesar que he comenzado a tener una dieta nutritiva y de ejercicio, ya que al menos quiero intentar reconstruir una parte de mi cuerpo luego de lo que me dejo el embarazo.

Voy hasta la piscina y empiezo a nadar mientras mi cuerpo me da las gracias que pueda refrescarme un momento luego de sentir como empezaba a sudar por el calor.

— ¿Te llamó Alen? —Pregunta Demian mientras que se quita los lentes de sol.

—Sí, en la noche ya estará con Nikola en Grecia. —Le mencioné.

—Muy bien. —Vuelve a su trabajo.

Mañana es el bautizo de Hades, por lo que Alen y Nikola vendrán al país, realmente al principio solo mi mejor amigo iba a ser el padrino de mi hijo, sin embargo, Demian propuso que Nikola también participara y fuese también el padrino luego de todo lo que hizo por nosotros durante las citas de las ecografías y a la vez, por ser un buen amigo.

Lo bueno de todo esto, es que la familia de Demian es abierta a los temas del LGBTQ+, por lo que resulto sencillo que aprobarán que los padrinos de mi hijo serían dos homosexuales; además no le veo nada de malo porque Alen y Nikola lo sean cuando han sido las principales personas que estuvieron pendientes durante todo el proceso de mi embarazo.

—Fuera gracioso seguir viendo como hace burbujas con su saliva, pero no quiero que se atragante con ella.

Suelto una risa cuando veo a Demian levantarse de su asiento para tomar un pañuelo y empezar a limpiar la boca de Hades, quien ya había empezado a jugar con su propia saliva haciendo burbujas. Sin embargo, al pequeño pareció no gustarle que lo interrumpieran logrando que empezara a llorar, así que su padre tuvo que desabrochar el cinturón de la silla columpio para tomarlo en sus brazos y empezarle a darle mimos mientras lo distraía señalándole algunos objetos.

Ver a Demian cargar a un bebé es sinceramente otra de las mejores imágenes que he visto de él, aunque puedo considerar que está se lleva el primer lugar, debido a que nuestro querido Hades se parece totalmente a él, dejando a un lado que lo único que heredo físicamente de mí fueron esas pestañas que ha enamorado a su abuela, tías y primas; hasta me impresiona cómo es que haya nacido con tanto cabello cuando muchos bebés nacen sin eso, pero al parecer mi hijo tuvo la suerte de no nacer calvo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.