Jerarquías y demonios

6: Información a medias

Roxellane

Estoy atrapada en un clan lleno de demonios mientras me convierto en uno, por lo tanto, como nadie sabe que la maldita estatuilla cambió mi metabolismo o ADN, no sé cómo llamarlo, me encuentro en problemas serios, ya que todo el que me vea pensará que soy humana y puede matarme.

―¡¡Soy humana!! ―Me golpeo la cara al pensar cosas tan extrañas.

Camino de un lado para el otro en la habitación. Troyen no ha vuelto a ponerme la cadena en el cuello. No porque no pueda colocarme una que no sea capaz de romper, solo que como ve que me he quedado encerrada en el cuarto y no escapo, no tiene la necesidad de atarme. Además, Zijo ha sido de gran ayuda al aclarárselo. Que lo odie, no significa que no pueda aceptar que es un buen aliado. Será un terrible charlatán que detesto, pero al menos me sirve.

La única manera de salir de este cuarto es cuando el Máster haga el anuncio de que somos una pareja, pero es irremediable pensar que no me gusta nada esa opción.

―¡Hola, estúpida! ―Entra Zijo y dejo de caminar, le echo una mirada asesina, pero él se ríe―. Cuánto amor.

―¿Por qué eres tan animado?

―¿Por qué eres tan estúpida? Relájate, Roxy.

―No me relajo, y no me llames Roxy.

―Pero Roxellane es bien largo. ―Se carcajea―. Aunque me gusta más decirte estúpida.

―¡Ah, olvídalo! ―Echo un bufido―. ¿A qué viniste?

―A nada, es mi trabajo vigilarte. ―Se cruza de brazos y hace puchero―. No veo la hora de que ya Máster diga que eres su mujer, así al menos tengo lugar por donde caminar y no solo delante de la puerta de tu cuarto.

―Yo no quiero eso, me da ganas de vomitar.

―Pero si está guapo. ―Mueve las cejas.

―Pues conviértete tú en su mujer.

―No soy gay, solo dije que está guapo. Además, ni te preocupes, no eres de su tipo, existe el chisme de que le gustan bajitas y con rulos. Tienes suerte, eres alta y de pelo lacio. ―Toca mi cabello y no termina de deslizar sus dedos en este―. Qué largo.

―¡No toques, me despeinas! ―Le pego en la mano y ajusto mi coleta―. Por eso me lo ato. ¿Y qué con ese chisme?

―Así era su amorcito, pero nadie sabe si era demonio o humana.

―¿Está muerta? ―Enarco una ceja.

―Qué sé yo, es un rumor.

―¡¡Pero no me dejes la información por la mitad, no olvides que necesitamos un plan!!

―Y un mapa, así que ya hazte la fácil para convertirte en su mujer, entonces podrás caminar campante.

―No voy a forzar nada, voy a esperar. ―Me muerdo la uña y murmuro―. Voy a vomitar.

Y espero que esta vez no sean bichos.

Las puertas se abren, entonces nos sobresaltamos. Llega el gran mencionado a revolverme el estómago otra vez. Se ve tranquilo como siempre. Mira a Zijo, luego a mí.

―¿De qué hablan? ―consulta, luego sonríe―. Veo que se llevan bien.

Suelto a mi pobre uña y bajo mi mano.

―No me llevo bien con ningún demonio ―me quejo.

―Qué mal porque te estás convirtiendo en uno ―se burla―. Como sea, la espera terminó, esta noche haremos el anuncio. Al fin Royal se dignó a aparecer, lo teníamos perdido en el bosque.

No sé de quién habla.

―Es el tercero al mando del Concejo de lo alto ―me explica Zijo y Máster aprueba su proceder con su asentimiento―. La segunda es Kireya Larsh, siempre está tirada en la cama de su cuarto, así que no faltará.

―Ellos dos son los más importantes ―agrega Troyen―. Que los demás vean sus estupideces no me preocupa, pero si me faltan el respeto delante de ellos, los mato ―amenaza, serio.

Voy a abrir la boca, pero responde el rubio:

―Claro, jefecito.

Vemos como se larga y suspiramos, luego le tiro una mirada asesina a Zijo.

―¿Jefecito? ―Enarco una ceja―. ¿Quieres que nos corte la cabeza?

―Oye, soy bueno con las palabras amistosas. No me critiques, que tú eres más estúpida. Si pudiera percibir tus pensamientos, estaríamos perdidos.

Me doy cuenta.

―¿Eso es lo que no podías hacer cuando nos vimos por primera vez?

―Sí, los demonios percibimos los pensamientos de los humanos, pero no los de nuestra raza. Aunque me cuestiono si tú podrás hacerlo de todas maneras.

Se queda pensativo y yo igual. Eso me vendría de gran ayuda. Como sea, toca aguantar esta reunión, esperar que el anuncio sea para bien, y no para mal. Esto me inquieta demasiado. Llevo varios días aquí, pero no logro sentirme segura. Necesito encontrar la forma de tener ventajas y no perderme en el abismo de mi mente. Solo siento que mis preocupaciones crecen, ninguna disminuye, solo se acumulan. Más y más.



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En el texto hay: demonios, romance, sobrenatural

Editado: 21.12.2024

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