Roxellane
Asesiné al líder del clan, uno de los demonios más poderosos de Norville, y ahora todos me temen. Podría convertirme en su sucesora, por culpa del poder y el miedo generado. Camino hasta el balcón de la planta alta, acompañada de Macdrell y Zijo a mis costados. Mi alma demoniaca sonríe mientras toda mi confusión es perpetua. Hay una mezcla de pensamientos enfrentados. Nunca pensé que llegaría a esto, pero ya no voy a retroceder. Estoy aquí, parada frente a muchos demonios, y lo que diga puede ser crucial.
—Máster está muerto —revelo, fríamente—. Yo lo maté.
—Me deshice del cuerpo —declara Macdrell—. Y tenemos dos testigos más. —Señala a los guardias—. Los cuales vieron la grandiosa escena. Mil disculpas, estoy encantado.
—Yo no —murmura Zijo.
El demonio mayor lo observa, luego vuelve a mirar al público.
—¿Alguien tiene una objeción con que la señorita Clareiz tome su lugar?
—¿No debería ser Royal o Kireya quien tendría que suplantarlo? —cuestiona uno.
—¡¡Sí!! —responde otro.
—Pues no los veo por aquí —responde Macdrell.
—No se preocupen, ya llamé a Royal. —Veo llegar a la pelirroja mientras frunce el ceño—. ¿Dónde está el cuerpo de Máster? Quiero verlo.
Doy un respingo cuando un humo negro aparece a mi lado y veo al sonriente Royal con sus dientes afilados muy cerca de mí.
—¿En serio te lo comiste? —expresa, emocionado, el ser con heterocromía. Hago otro sobresalto cuando me ofrece su brazo, poniéndolo delante de mí a toda velocidad—. A ver, muérdeme. —Se relame los labios con su lengua larga de demonio y su voz suena en eco, lo que me genera un escalofrío—. Muéstrame, hormiguita.
«Con gusto».
Mis pupilas se alargan y, con la misma rapidez, le arranco una parte de su brazo, pero, aunque hay sangre y le saqué un pedazo, ni se moviliza mientras el público chilla porque lastimé a su demonio favorito.
Trago y contesto:
—¿Ahora me crees?
—Oh, la hormiguita se convirtió en reina. —Su voz suena tan calmada que me da miedo, aunque el demonio dentro de mí solo se ríe—. Puedo oírla en tu interior. —Se lame el brazo como un animal—. ¿La escuchas? Es malvada.
Cielos, no estoy loca, es verdad.
—¿Tú la oyes?
—Sombrita dice que estás arruinada —acota—. Pobre, pobre, reinita, está atrapada entre jerarquías y demonios, pero tiene suerte, el barco todavía no zarpó.
—¿Qué quieres decir?
—¡¡Royal!! —interrumpe Kireya—. Todos esperan tu veredicto, deja de jugar.
El demonio alto y loco salta sobre la baranda, entonces se queda sentado allí. Dejando de contorsionar su cuerpo para estar cerca de mi cara. Ahora se mantiene entre el precipicio y nosotros. Gira su cara, más de lo normal a mirarme.
—Que se quede, yo no haré nada. —Inclina la cabeza hacia la pelirroja—. Mi limbo me está llamando, no tengo tiempo para problemas terrenales. —Salta desde lo alto y sus piernas largas chocan con el piso, se oye el estruendo—. Escucha las sombras, es divertido.
—Me molesta —opina Kireya—. Pero nadie tiene ganas de trabajar como lo hacía Máster. Supongo que Macdrell la guiará, así que yo también me haré a un costado.
—Creí que se peleaban por el puesto, pero… —Me quedo pensativa—. ¿Todo estaba en la cabeza de Troyen?
—No te confundas, querida, tendrás que ganarte el lugar, porque no importa que seas un demonio que come demonios, te devorarán viva si no mantienes el perfil.
¿Y quién dice que quiero? Ni siquiera sé cómo llegué a esto.
Kireya se retira y Royal comienza a avanzar. Se gira a mirarme, luego me saluda con un movimiento de mano. Después finaliza con una frase.
—Te deseo suerte, ese buque va a zarpar bastante pronto y te vas a perder muy feo.
Me estresa no entenderlo.
~~~
No puedo creerlo, tengo un teléfono. Creí que conseguiría uno de contrabando, pero ahora que soy la líder del clan, puedo hacer lo que quiera. Se siente tan raro esto. Incluso estar en la habitación sin pensar que Troyen pueda aparecer para darme órdenes. Estoy tan aturdida, no sé qué haré a partir de ahora. Lo único que sé es que debo averiguar de la estatuilla lo antes posible, pues mi lado demoniaco me está perturbando demasiado y gracias a mi puesto tengo la posibilidad de averiguar mejor, sin límites.
La hora pasa y conozco a Asthur Wedengraf, pues Alice lo envió para que me entregue el libro. Él no iba a dejar que ella visitara un sitio lleno de demonios, se ve que la cuida mucho. Una vez que estoy sola otra vez, me dedico a leer el libro, la última pista que me ha llegado sobre esto.
“Una vez que el humano aceptó su lado demoniaco, dejó entrar la fuerza arrolladora de la oscuridad, entonces, aquel ser, fue capaz de vivir otras vidas, las cuales repetirían el ciclo una y otra vez”.
¿Es mi habilidad?
Un segundo, el ciclo siempre ha sido con la muerte de una de sus dos parejas, entonces podría decir que le salvé la vida a Zijo. Al menos algo bueno saqué de esto, no obstante, aún no comprendo cómo revertirlo. Por lo que leo, era como imaginaba, las ilusiones de mi rostro son solo eso, reflejos, o sea que, si lograra ver la cara de la verdadera, quizás podría frenar sus intenciones de cambiar mi alma por completo.