Este 31 los muros entre vivos y antepasados se disuelve. Es honrar a los que se fueron, a los que todavía regresan. Una noche para engreír a los más pequeños. Que las nuevas religiones aprendan a respetar las creencias con más vigencia. Y ya saben, no se olviden de las velas para encaminar a los espíritus al descanso sagrado.