VI

Cada día que pasa siento perder un poco el rumbo, todo parece distinto, yo soy distinta, experimento temblores, nerviosismo o arrebatos de ira ¡No me soporto la verdad! Busco un sitio para estar sola, alejarme de la gente o de mis padres para no hacerles daño. El deseo intenso de consumo pesa frente a mis ideales de un futuro diferente. El uso de metadona parece no estar resultando... Respirar se hace insoportable ¿Para qué quiero hacerlo? ¡Odio esta vida! ¡Odio la mierda que soy cuando miro mi reflejo en el espejo!

- ¡Odio todo y a todos! Grito desesperada.

- ¿También me odias? Giré rápidamente hacia la voz. Jimena observaba con una sonrisa.

-Qué... ¿Qué haces aquí?

-Caminar... Es mi lugar favorito ¿Tú qué haces aquí?

-País libre, espacio libre, no creo debo explicar qué hago con mi tiempo o en qué lugar.

- ¿Hoy es el día de los sangrones?

- No es mi día ni tampoco el tuyo si no desapareces de inmediato.

- Está claro que tu inmadurez emocional te hace responder de esta manera.

-¿A quién le dices pendeja? ¿Crees que por haber estudiado una profesión, eres mayor y más inteligente que yo?

-No he dicho eso.

-¿Eres mejor que yo acaso? ¡Despierta! Tenemos la misma edad.

- Esa no es una buena idea, un argumento invalidado por tus acciones y mal carácter. Eliges a la persona equivocada para la maratón de pestes. Seguiré caminando...

- ¿A dónde? Es muy tarde, la playa está desierta.

- Eso, es lo agradable.

-¿Puedo acompañarte?

-¿Vas a seguir peleando?

- No, claro que no.

-¡Dale! Caminé a su lado sin pronunciar palabra, llegamos hasta unos pequeños arboles que emergen del agua, sacó su teléfono para tomar algunas fotografías.

-¿Siempre eres así?

- ¿Así como?

- Tan independiente... Tu forma de evitar conflictos... tan... tan bonita. Sonríe para luego retratarme..

- Siempre es una palabra eterna, yo uso, usualmente. Tengo pésimo carácter, definitivamente no quieres verme enojada.... Bonita es lo que dicen tus ojos, soy normal o un adefesio según se mire. Me ruborizo.

-¿Por qué me fotografias?

-Para recordar ese momento de timidez ¿Si quieres la borro del almacenamiento? Saco mi teléfono.

- Entonces yo guardaré una fotografía tuya para cuando decidas darme el número telefónico. Sonríe moviendo su cabeza.

- ¡Eres una niña!

- En muchas cosas soy una mujer grande.

-¿Cómo en qué cosas?

- Mmmmm, no sé si decirlo.

-No tienes porqué hacerlo, sólo lo que quieras contarme me interesa.

-Tomo mis propias decisiones, sé cocinar, manejo un trabajo estable, no soy virgen...

- Entiendo, con lo que enumeras crees ser un adulto, me parece que... Simplemente... Veo hasta qué punto llega tu inmadurez.

- ¡Inmadurez! ¿A quién le llamas pendeja por segunda vez? Respondí molesta girandome para volver a casa.

-Todo te parece un insulto, contigo se debe caminar sobre algodón. Tus ejemplos parecen de niña de 10 años. Todos de alguna manera tomamos decisiones, lo realmente interesante es enfrentar con madurez las consecuencias de esas acciones, trabajar a los 23 años...¡Ya era hora que hagas algo! Ser virgen o no, en estos tiempos no se valora como antes, ahora si dejastes de serlo por un gran amor lo aplaudo, por último saber cocinar ¡Eso es signo de supervivencia!

- ¡Tu eres una persona grosera, una maldita tonta que cree ser superior a todos! Camino acercandome a ella.

-No lo soy, jamás he deseado que alguien sienta que no puede acceder a mi... Yo... Yo trato en lo posible de no parecerme a ti.

- ¡Qué hay de malo en mi? ¡Quién mierda te crees para insultarme!

- No hay nada de malo Juno, Yo soy diferente, he tenido una vida completamente distinta a la tuya... Tienes unos padres que te adoran, vives en un hogar cálido, no exigen nada de ti, todo gira entorno tuyo, pero no te das cuenta.

- ¿Debo sentirme mal por eso?

- No al contrario debes agradecer, dejar de quejarte todo el tiempo ¡Vivir!

-Me cuesta esta vida, odio lo que soy, tú me odias ¿Para qué quiero vivir?

- ¿Prefieres entonces morir?

- Muchas veces ese pensamiento me persigue, no soy como tu Jimena, eres... Un oasis en el desierto.

-¿Soy una mentira?

-No, no es lo que dije. Si tu murieras, sé que muchos extrañarian tu presencia, en cambio por mi, sólo mis padres estarian por un tiempo triste, luego se conformarian. Estaba a centimetros de ella, no había notado su cercania por mi molestia, pero al ir controlando el enojo, logré dar un paso atrás.

-No es verdad lo que piensas Juno... No es verdad... Cuando ello suceda, mis familiares correran a verificar si realmente a pasado, luego revisaran toda la casa en busca de dinero, herencia, que podrían luego repartirse, llamarían a mi abogado... Todo harian para no gastar un peso en mis funerales. En caso contrario, si tuvieran que financiarlo, ahorrarían poniendo mis restos en el feretro más economico del mercado, si le ofrecen uno gratis ¡Mejor! No llorarían, estarían aliviados de mi ausencia. Terminado el funeral, harian una lista exhaustiva de todo lo que he dejado y venderían hasta mis libros... Repartirian lo recaudado con la satisfacción del deber cumplido. Lágrimas ¡Ninguna!