Juego Del Destino.

6-Acosador.

Cuando regreso al trabajo es lunes de nuevo, el fin de semana lo pasé en casa y una que otra hora en casa de mi vecina de visita. Después de almorzar con Roberto y al estar de nuevo en el comando veo que recibe una llamada y se le ve un poco alterado.

-¿Está todo bien?.

-Rodrigo tuvo un percance en el colegio y Vanesa va en camino para allá. Dice mientras guarda su teléfono.

-¿Le pasó algo? pregunto y de solo imaginarme que algo malo haya ocurrido me preocupa.

-Según Vanesa y lo que dijo la maestra...

-Candace. Repetimos los dos.

-Según ella, Rodrigo se agarró a golpes con un compañero de clases.

-¿¡Qué!? Pero el no es así. Digo porque sé que el niño no es violento.

-Eso mismo pensé yo, ahora hay que esperar que Vanesa llame a ver en realidad lo que ocurrió.

Por lo que las siguientes horas, las pasamos atentos a cualquier cosa que Vanesa diga. Después de algún tiempo veo que Roberto está hablando de nuevo por teléfono y entre la distancia que nos separa me indica que su esposa es quien está al teléfono. Veo que permanece al menos 10 minutos hablando por teléfono hasta que lo veo finalizar la llamada.

-¿Y? pregunto cuando está a mi lado.

-Efectivamente se agarró a golpes con un compañero de clases. Con el hijo de Rincones.

-No sabía que tenía un hijo.

-Sí, de hecho es 1 año mayor que mi hijo.

-¿Y por qué el altercado?

-Hablé con él y según su versión es que el niño le faltó el respeto a su querida Candace.

-Y el no lo iba a permitir, así que la defendió.

¡Bien hecho muchacho!

Ante lo que acabo de oír no puedo partirme de la risa, ese sí que está enamorado de su maestra, y de hecho hasta la defendió.

-¿Algún daño físico?

-Un ojo morado.

-¡Auch! Los líos de mujeres siempre dejan algunas marcas. Digo.

-Sí. De hecho Vanesa me dijo que Rincones estaba llegando cuando ellos iban saliendo.

-Que bueno que no pasó a mayores. Quizás una suspensión pero nada más.

-El no comenzó la pelea, el otro niño si lo está por esta semana.

-¿Que le hizo esa mujer a mi hijo? Pregunta Roberto en tono burlón.

-¿Tú la viste, que tiene,? Yo aún no la conozco.

-Es bonita. Suelto sin pensar.

-¡Oh! vaya, vaya ¿También tengo que preocuparme por ti?

-No seas idiota. Agrego.

-¿Cómo es?

-Es joven y roja.

-¿Roja?

-Sí, tiene el cabello rojo, aunque en mi opinión es parecida a una zanahoria.

-Tendré que conocerla y ver por que mi hijo se agarró a golpes por defenderla a ella... Aunque... algo es seguro la maestra es bonita.

Y este último comentario, sé por qué lo dijo, así que para no ahondar más en el asunto de la maestra, me alejo de su lado pensando que, sí, es muy hermosa mas con ese cabello rojo y esa sonrisa.

-Más tarde pasaré por tu casa a ver al chico.

-Eres bienvenido las veces que quieras.

Después de trabajar esa tarde y al salir voy en camino a la casa de Roberto como prometí, sería un mal Tío si no fuera a ver a Rodrigo, así que esta vez compro arequipe y cuando llego a su casa su madre es quien abre la puerta.

-Para Rocky Balboa. Digo alzando el recipiente.

-Muy chistoso. Dice saludándome con un beso en la mejilla.

-¿Dónde está?.

-En su habitación, arriba y a la izquierda.

Dicho esto, subo las escaleras y a la izquierda me encuentro con una puerta color azul con enorme dibujo de Goku en su mejor fase. Llamo dos veces hasta que abro la puerta.

-¡Tío Caín! ¡Viniste!

-Crees que no vendría a ver como esta mi sobrino favorito.

-Soy el único. Agrega.

Cierro la puerta y lo veo acostado en su cama con un gran ojo hinchado

-Te traje arequipe.

-¿Es bueno para los hematómas?

-Buenísimo. Digo mientras lo destapo y se lo coloco en las manos.

Veo que está arropado y estaba jugando con su DS, enseguida se lleva una cucharada a la boca y sonrío por el gusto con que se lo come. Tomo un pequeño banco y lo llevo a su lado para sentarme allí.

-Esfta delifioso. Dice con la boca llena.

-Me alegra que te guste. Y entonces ¿Qué fué lo que ocurrió? Veo como traga el dulce de su boca y se aclara la garganta.

-Ese niño Junior se metió con mi maestra. Dijo que parecía una zanahoria.

¡Mierda!

-Y que era fea y el no iba hacer esa tarea de Mierda. Promete que no le dirás a Mamá que dije esa palabra. Susurra.

-Está bien. Lo prometo.

-Así que lo golpee fuerte en la cara, pero él me pateo el abdomen y me golpeó en el piso. Veo como se aflige al decir esto, por lo que pienso algo que decirle y así levantarle el ánimo.

-Lo importante es que el está suspendido y tu no.

-Sí, y esta semana es el festival y la maestra lo suspendió de actuar. Tío yo voy a actuar tienes que venir.

-Promete que vendrás Tío Caín.

Veo que levanta su dedo meñique y sé que esto es importante para él, así que levanto el mío y lo entrelazo con el suyo.

-Está bien, iré un rato. Digo limpiando un poco de dulce de su mejilla

-Promételo. Dice mirándome seriamente.

-Te lo prometo. Y entrelazo nuestros meñiques con fuerza para que sepa que si iré.

Y con esto se lleva todo el rato hablando del festival sobre el epónimo del mes y de su actuación, el vestuario, con quien actuará y todo el rollo, por lo que al terminar también lo hace el recipiente de arequipe.

-Bueno ya es hora de irme. Tienes que descansar y promete que no habrá mas peleas en el colegio.

-Promételo. Digo usando su misma frase al ver que no dice nada.

-Lo prometo. Asegura y espero que así sea, solo de verlo con un ojo morado me entran ganas de reprender al muchacho que lo hizo.

-Un caballero siempre tiene que defender a una hermosa damisela.

Y ante este comentario suelto una carcajada y Rodrigo también lo hace.




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