–Esto no tiene gracia –digo torpemente, tartamudeando.
–Si estás ahí, danos una señal –dice Amarilis.
De repente azotó una ventisca fuerte que apagó todas las velas, cosa que nos asustó, y de repente algo me sobresaltó aún más, ya que se oyó un
–Ahahahahahahahahahahahahah... –se sintió un grito fuerte y más atrás gritamos todos juntos.
–¿Están bien? –preguntó Jeison.
–Sí –decimos todos.
–Esperen, encenderé una vela –dice Mariano.
Cuando prende una vela y luego las demás, se vuelve a sentar. Nos miramos todos, pero Amarilis estaba demasiado pálida.
–¿Estás bien, amor? –le pregunta Marks.
–Sí, solo tengo un poco de miedo –responde Amarilis.
–Muy bien, continuamos –dice Jeison.
–¿Cómo te llamas? –pregunta mi hermano.
El vaso se vuelve a empezar a mover está vez mostrando el nombre Camille.
–¿Qué quieres de nosotros? –pregunto asustada.
El vaso comienza a moverse formando una oración.
– Todos morirán –leo y eso nos hace entrar en pánico a todos.