Juegos de Amor

Capitulo 3

Débora tomaba un wiski en su despacho, miraba fijamente a Alfonso que ahora no se le despegaba ni a sol ni a sombra –

Bueno querida, ¿Qué hay de nuestro negocio? ¿ya tienes del dinero?

Todavía no, es mucho dinero, necesito tiempo, si voy al banco a sacar semejante cantidad van a empezar a investigar

No puedo esperar mucho tiempo, mi paciencia se agota y el tiempo de tu libertad también, recuerda que el policía ese te esta pisando los talones

Por favor Alfonso, olvida eso – se acercó a el - ¿Por qué mejor no buscamos algo para divertirnos un poco?

Qué tienes pensado?

Esto – se sentó en sus piernas y lo beso, se había jurado no hacerlo pero dada las circunstancias tenía que ganar tiempo para que el imbécil no fuera a decir lo que se suponía sabía, aun no había podido averiguar bien quien era, pero no iba a tardar mucho tiempo.

 

Loa alumnos se esforzaron al máximo por el certamen que se iba a llevar a cabo, el Colegio Santa Clara se distinguía por se uno de los mejores, no solo académicamente, también en infraestructura, por eso cada vez que les tocaba organizar algún evento tiraban la casa por la ventana, este no había sido la excepción, todo el mundo hablaba de lo bien que habían hecho todo, de lo lujoso y bien presentado que habían estado los salones donde habían llevado a cabo el evento, y para colocarle la cereza al pastel se habían llevado el premio del mejor estudiante, Patricia, la nueva había salido victoriosa

 

Paty, eres única, mira que ganarte el premio para el colegio – la elogiaba Ana Milena

Gracias Ana Milena, pero el premio no hubiese sido posible si C.J. no pone su granito de arena, el me ayudo mucho

Pero fuiste tu quien fue escogida como la mejor estudiante del Departamento, y muy pronto la del país – dijo Adriana quien también estaba con ellas

No creo tanta dicha

Claro que si, ya lo veras – siguió Adriana - Por fin la directora tiene un motivo para sentirse orgullosa de grado once

Mi tia no es tan mala como parece, ella tiene su corazoncito

Si tu lo dices…

Claro que si – dijo Ana Milena un poco molesta

Discúlpame Ana Milena, se que es tu tia

No te preocupes, se que es natural que todos los alumnos le tengan un poco de rencor a los profesores – Karla se les acerco con su grupo de amigos, incluidos Sebastián y Mauricio

Felicidades Patricia, yo también voy a estar muy orgulloso de ti – dijo Sebastián

Lo que faltaba, los aguafiestas – les dijo como bienvenida Adriana

Por favor Adri – dijo Karla, todos la miraron extrañados - No somos aguafiestas, queremos compartir una alegría que todos los integrante de grado once sentimos

Creo que me estoy volviendo loco, o a Karla se le olvido cual es el papel que siempre ha desempeñado con sus odiadisimos compañeros

Adriana por favor – dijo Ana Milena

Claro que no lo he olvidado queridísimo compañero Daniel, pero esta alegría tenemos que compartirla

Chicos por favor, hay que celebrar el triunfo de C.J. y sobre todo el de Paty – dijo una de las niñas

Claro, por supuesto que tenemos que celebrar, pero esto seria posible si algunas víboras que están presentes fueran tan amables de dejarnos en paz y no venir con las hipocresías que inyectan con su veneno… - reprocho Adriana

Basta ya Adriana – grito Mauricio - no te permito que insultes a Karla por…

Un momento Mauricio, tu no eres nadie para venir a gritar – le respondió uno de los chicos - si no quieres que insulten a tu noviecita dile que no se meta donde no la han llamado

El metido es otro, ¿Quién te crees tu para venir a decirme que es lo que debo hacer? – Mauricio empujo al chico que le contesto y este a su ez le devolvió la ofensa, Mauricio lo tomo del cuello y se lo llevo al piso, le dio un puño en la cara y recibió uno igual, Karla y Ana Milena intentaron detenerlos pero no pudieron hacer mayor cosa, los demás chicos los rodearon y gritaban hasta que escucharon un grito

Ya basta – todos voltearon a mirar, era devora quien estaba roja de la ira.

 

Mauricio y Daniel, así se llamaba el que oso contestarle a Mauricio, se encontraban en la rectoría frente a su querida suegra, Mauricio sangraba por la nariz, su compañero tenía un buen golpe en el ojo que al día siguiente tendría un hermoso color morado, Mauricio sonrió

 

Me puede contar el chiste para que yo también pueda sonreír señor Laviada? – le dijo Débora

No creo que le parezca gracioso mi señora

Señores por Dios, ¿Qué falta de madurez es esta? Parece que están un poco creciditos como para estar con estas niñerías. Ustedes tienen la facultad de arruinar todo lo bueno que hacen, no les dura ni un día la fiesta, todo lo echan a perder. ¿Qué tienen que decirme al respecto? – Mauricio y Daniel se quedaron callados - No dicen nada, bueno ¿Quién inicio esto? Ah pero claro no van a decir nada. Jovencitos por favor todo iba perfecto ¿Por qué tenían que salirse las ovejas de su corral? – Débora suspiro - Esta bien, como no van a decir nada, lo siento, pero quedan expulsados una semana




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