Capitulo 8
Ana Milena se dirigía a la habitación de su tia, sentía como si fuera para su fusilamiento, cuando llegaron a la hacienda había escondido el celular de Débora en el botiquín de primeros auxilios que estaba en el baño de la habitación de su tia, todo podía estar perfecto pero su tia la había sorprendido en la habitación con María Fernanda, no se había dado cuenta pero en estos momentos podía estar atando cabos, en el pasillo se encontró con Sofia
- Ana Milena ¿Cómo esta la profesora Mariana?
- Realmente no lo se, pero me dijeron que estaba muy mal
- Por que tuvo que pasarte esto a ella, es tan buena
- Todos nos preguntamos lo mismo. Te dejo, mi tia mando por mi
- Tranquila – Ana Milena siguió su camino y Sofia iba a seguir pero escucho voces en la sala y decidió espiar, eran Mauricio y Karla, se iba a retirar pero su curiosidad pudo mas, se quedo escondida escuchando
- Por favor Mauricio, escúchame solo un momento – pedía Karla
- No tengo nada que hablar contigo
- Son solo unos segundos
- No, no quiero escucharte – se dirigió a la puerta, cuando estaba por salir Karla le dijo
- Estoy embarazada – Mauricio se quedo como una estatua, Sofia se llevo la mano a la boca para sofocar un grito de sorpresa - Estoy embarazada Mauricio, ¿no dices nada?
- ¿Que quieres que diga?
- Por lo menos mírame – Mauricio se volteo lentamente y la miro
- ¿Estas segura?
- Si. ¿Qué vamos a hacer?
- ¿Hacer?
- Tenemos que hacer algo rápido, somos muy jóvenes para ser padres
- Pero no lo pensamos antes – suspiro - Tenemos que hablar con nuestros padres
- ¿Estas loco? Yo hablaba de algo como deshacernos del bebe
- No – se acercó amenazadoramente a ella - Karla por Dios, es nuestro hijo, un ser humano, aunque no deseado, pero ya tiene vida, abortarlo es un asesinato
- Pero no quiero un hijo tuyo, no lo quiero
- ¿Tan malo soy?
- Para mi si
- Pues mal para ti, pero no vamos a matar a mi hijo
- Te olvidas que quien lo lleva en el vientre soy yo
- Voy a hablar con tu mama
- No lo hagas Mauricio, si lo haces, no solo voy a matar a tu hijo, también acabo con mi vida
- Como puedes hablar así?
- Estas advertido, si le dices algo a mi mama, me suicido
- Karla, no estoy para bromas
- No es broma Mauricio, estoy hablando muy en serio, ya lo sabes, ni una palabra, después veremos que es lo que vamos a hacer – Sofia se fue corriendo
- No puedo creer que seas así Karla
- Ay Mauricio no vengas con estupideces, deja de ser idiota – Salió de la sala dejando a Mauricio totalmente sorprendido, quien era esa mujer, como podía ser tan cruel con su propio hijo
- ¿Dónde estabas? Llevo como media hora esperándote – Grito Débora al entrar Ana Milena a su habitación
- Disculpa Tia, estaba preguntando por el estado de la profesora Mariana. ¿Para que me buscabas?
- ¿Dónde esta mi celular? – Ana Milena se toma las manos nerviosa
- ¿Tu celular?
- Si, mi celular
- ¿Se te perdió?
- Si, si – respondió impaciente Débora
- No lo se tia ¿Por qué me preguntas a mi?
- Tu estabas con María Fernanda aquí en mi alcoba, y ahora que llego no encuentro mi celular ¿Qué puedo pensar?
- Es absurdo que sospeches de nosotras tia, para que querríamos María Fernando o yo tu celular
- Esta bien, entonces, ayúdame a buscarlo
- Por supuesto – Ana Milena disimula estar buscando el celular siempre pendiente de Débora, con el corazón en la mano, no quería que su tia la descubriera, para empeorar su situación Karla ingreso a la habitación
- Karla, busca al capataz y dile que venga
- Dame un momento, voy al baño – Ana Milena miro horrorizada como su prima se encerraba en el baño
- ¿Cómo vas Ana Milena?
- No lo he encontrado tia
- Sigue buscando
Karla estaba harta de esos mareos, maldito Mauricio si pensaba que iba a soportarlos por mucho tiempo, se lavo el rostro en el lavamanos y se quedo mirando en el espejo, tenia que resolver este problemita lo antes posible, no podía esperar a que ya fuera irremediable, le dolía terriblemente la cabeza, abrió el botiquín y…
Ana Milena salto cuando tocaron la puerta de la habitación
- Adelante – Invito Débora, entro el profesor Carlos
- Señora Alcántara, vengo a informarle que nos vamos a llevar a Mariana en el auto de Nicolás
- No pueden hacer eso, no sa…
- Ya se que no sabemos donde se golpeo, pero lleva mucho tiempo inconsciente y no sabemos cuanto mas tarde la ambulancia
- ¿Quiénes se van con ella?
- Victor, Nicolás y yo
- Esta bien, nosotros esperaremos el autobús
Karla salió del baño, Ana Milena sintió que su corazón dejo de latir, Karla llevaba el celular de Débora en la mano
- Mami, ¿desde cuando el botiquín es sitio para guardar el celular? – Débora miro a Ana Milena furiosa
- Ana Milena ¿me puedes explicar qué hace mi celular en el baño?
- No lo se tia
- No lo niegues, es mas que evidente que tu y María Fernanda dejaron el celular en el baño, ahora, lo que quiero saber es por que o para que
- Tia yo…
- Señora Alcántara – interrumpió Carlos - lamento interrumpir su discusión familiar, pero de verdad que hay cosas mas importantes en este momento, nos vamos a llevar a Mariana
- Si, tiene toda la razón – Se acerco a su sobrina -Después hablamos, y quiero que estés con María Fernanda, me tienen que explicar muchas cosas
- Como tu quieras tia – Carlos y Débora salieron de la habitación, Débora se le acerco sonriendo
- Estas en serios problemas primita, esta vez nadie te va a salvar – salió sonriendo, Ana Milena se sentó en la cama con los ojos inundados de lagrimas, Karla tenía razón, esta vez nadie podía salvarla, había escondido el celular para salvar a su amiga pero no iba a echarla al agua, tenía que asumir todas las consecuencias ella sola.