Juegos del corazón

Capitulo 19

[Capitulo 19]-

(Javier)

 

El Cantabar estaba vibrante con música y risas, una celebración adecuada para el inicio oficial de mi relación con Blanca. Yo no podía dejar de sonreír mientras observaba a Blanca bailar y cantar junto a nuestros amigos y familiares. La noche era perfecta, con un aire de despreocupación y alegría que era palpable.

Aurelio, mi  primo, había asegurado un acceso VIP gracias a uno de sus conocidos, lo que hizo la noche aún más especial. En la sala VIP, mientras todos reíamos y disfrutabamos, unos amigos de Aurelio se acercaron con una botella de bebida especial para celebrar la nueva etapa de la relación entre Blanca y  yo.

Amigo de Aurelio: "¡Por el nuevo amor! Que este sea solo el comienzo de muchas alegrías."

Yo tomé mi vaso y miré a Blanca, que sonreía tímidamente pero con un brillo en sus ojos. Levantamos nuestras copas y bebimos, sintiendo el calor de la bebida y de la compañía.

La noche continuó en un torbellino de risas, música y momentos íntimos. Sin embargo, lo último que  recuerdo  con claridad era la mano de Blanca en la mia, su risa cristalina y la sensación de que el mundo entero estaba bien.

Cuando desperté,  mi cabeza estaba  latiendo y sentía  una sensación de desorientación. A mi lado, Blanca estaba despierta, mirando su teléfono. Me di cuenta rápidamente, al igual que ella, de que ambos estábamos desnudos y en la misma cama.

Blanca: "¿Qué pasó anoche, Javier?"

Javier: "No estoy seguro, Blanca. Lo último que recuerdo claramente es estar en el Cantabar. Creo que bebimos más de lo que debíamos."

Blanca: "Sí, parece que sí."

De vuelta en la sala, estaba decidido en  hablar con Aurelio sobre la noche anterior. Necesitaba entender lo que había sucedido y cómo había terminado en esa situación con Blanca.

Javier: "Aurelio, ¿puedes decirme qué pasó anoche?"

Aurelio: "Claro, primo. Todos estábamos celebrando y alguien trajo una bebida especial. No creo que nada grave haya pasado. Sólo te vi muy feliz con Blanca."

Al ver la cara de mi primo sabia que ocultaba algo pero quise indagar más pues mi prioridad ahora estaba en como esto pueda afectar mi relación con Blanca.

Javier: "Estoy preocupado de que esto pueda afectar nuestra relación. No quiero que Blanca piense que esto fue solo un impulso."

Aurelio: "Escucha, Javier. Blanca te quiere. Se nota en la forma en que te mira. No te preocupes tanto. Sé honesto con ella y todo estará bien."

Más tarde, decidí llevar a Blanca de vuelta al apartamento que compartía con su amiga Iandra. Quería asegurarme de que llegara bien y hablar un poco más sobre lo que había sucedido.

En el lobby del edificio de apartamentos, mientras nos  despedimos, me incliné y besé a Blanca suavemente. Fue en ese momento cuando un hombre apareció, su rostro transformado por la ira.

Hombre: "¡Blanca! ¿Qué demonios está pasando aquí?"

Observé a Blanca apartarse de mí bruscamente, sorprendida por la aparición de este hombre.

Blanca: "Pedro, ¿qué estás haciendo aquí?"

Pedro: "¿Qué estoy haciendo aquí? ¡Eso debería preguntártelo yo! ¿Quién es este tipo? ¿Y por qué está besándote?"

Javier: "Soy Javier, su novio. Blanca no tiene que explicarte nada, Pedro."

Pedro: "¡No puedo creerlo! Blanca, siempre pensé que eras mía. No puedo permitir que estés con otro hombre."

Blanca: "Pedro, ya no estamos juntos. Tienes que aceptar eso. Javier y yo estamos comenzando algo nuevo, y necesito que respetes eso."

Pedro: "Esto no ha terminado, Blanca. Te lo prometo."

Con esas palabras, el hombre que evidentemente se llama Pedro se alejó furioso, dejandonos a Blanca y a mi  en el lobby.

Javier: "¿Estás bien?"

Blanca: "Sí, solo necesito un momento. Gracias por estar aquí, Javier."

Javier: "Siempre estaré aquí para ti, Blanca."

Blanca me sonrió, agradecida, mientras subía a su apartamento. Pues luego de poner al hombre aquel en su lugar y asegurarme de dejar a Blanca bien, me marché a la casa  la cual desearía pronto compartir con Blanca.

El lunes siguiente a la fiesta por mi  noviazgo oficial con Blanca, estaba inmerso en mi trabajo. Mi empresa estaba en pleno auge y no había espacio para distracciones. Sin embargo, a media mañana, mi secretaria me comunicó que había una mujer que solicitaba una reunión urgente.

Secretaria: "Señor Javier, hay una mujer aquí que dice que necesita verlo de inmediato. Parece urgente."

Javier: "¿Quién es? ¿Dijo su nombre?"

Secretaria: "Se llama Carolina."




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