Juegos Peligrosos

XI: Preguntas

Narra Jana:

Después de que Agar viniera, otra chica con máscara aparece.

Luego de liberarme de todas esas cadenas, me guía hacia la sala de abajo, donde están otros con máscaras y el otro chico que es capitán también.
Me mantengo un poco alejada de ellos, no me gusta estar tan cerca, pero no queda otra.

—Ya que están los dos reunidos, queremos que se encarguen de dos cosas, primero sobre tres jugadores con problemas y lo segundo es organizar los siguientes juegos que vienen —el chico que habla es uno castaño de ojos marrones, su voz suena tierna que sino para de hablar, me voy a reír y bastante.

¿No estará por llegar andrés? Mis cambios de humor... No, esperen, soy así.

—¿Qué problemas han tenido esos jugadores y qué debemos hacer? —pregunta el otro capitán.

—Ya verán. Los van a guiar y ustedes lo arreglarán —asentimos y seguimos a la chica que me trajo.

Caminamos por un pasillo de la derecha hasta encontrarnos con una puerta, cuando la abre, vemos que da con el jardín trasero.

Nos quedamos en el medio para esperar lo siguiente. Ambos nos miramos de reojo algo confundidos y un poco nerviosos, el silencio y la incertidumbre nos carcome.

Llegan los tres jugadores con máscaras cubriendo todo su rostro e imposibilitando a nosotros poder saber quiénes son, cada uno trae una pequeña caja negra cuadrada, las tres con mismas formas y tamaños.

—Entre los dos elijan a un jugador. Ya —lo miro preocupada él me observa también.

—¿Qué hacemos? —pregunto mirando a los jugadores.

—¿Te parece el del medio?

Dirijo mi vista a él, se puede notar como tiembla ligeramente ante la situación de ahora. Yo estaría igual.
Es de estatura baja y muy delgado, su camiseta celeste y pantalón jean azul, están totalmente sucios. Que, a diferencias de las chicas, parece haber recibido una buena golpiza, a juzgar por los moretones en sus brazos.

—Está bien —le señalamos al chico y ella asiente.

—Ahora vayan donde estuvieron la otra vez, allá arriba.

Volvemos a entrar y vamos donde nos dijeron. Llegamos al balcón, nos acercamos y vemos lo que hacen.

El que elegimos se retira, aliviado, y las que quedan les dan la caja. El que nos dio la indicación se retira también, y la chica que me trajo es la que se ocupa ahora. Abre una y podemos ver... un arma.

—No... no otra vez —doy vuelta pero me sostienen de la cintura.

—No hagas tal locura —intenta controlarme mi compañero.

—¡Ella lo va a hacer abajo!

Otras muertes.

Jugadoras eliminadas.

—Ya no tenemos otra cosa que hacer... solo hay que esperar —a penas termina de hablar escuchamos los dos disparos.

Y sucedió.

—¡NO! —caigo de rodillas llorando.

Lo hizo nuevamente...

—Vete —escucho la voz de él, me suelta y ahora es Agar quién me sostiene—. Ya pasó... tranquila.

—¡QUÉ TRANQUILA Y TRANQUILA, NO PUEDO! —le grito descargándome en sus brazos, paso mis brazos por su cuello y él me sujeta fuerte acariciando mi espalda.

—Jana —me sacude un poco—, te tranquilizas o vendrán por ti.

Nadie lo entiende. Esto es fuerte para mí.

Me desahogo ahí, en sus brazos, donde siento protección del peligro que sucede en estos momentos.

Esperen, ¿protección? ¿Qué? No se puede, con él no... o tal vez sí.

¿Encontrar refugio con el que produce el caos? ¿Es posible?

Cuando me calmé, bajamos para ver los cuerpos. Esto va a ser peor pero es obligación.
Nos acercamos despacio, con cierto temor aún. Sacan sus máscaras y vemos quienes son.

—¡Cecia! —susurro, tapo mi boca para no gritar.

Mi compañera de trabajo en la biblioteca. No puede ser...

Este día debe empeorar más de lo que está.

Volvemos adentro reuniéndonos con los demás. Despacio nos explican qué debemos hacer, y así, iniciamos los juegos. Segundo fin de semana con estos juegos.

Este juego se llama, "Pasa o cae", consiste en que al jugador deben vendarle los ojos, les hacen unas preguntas y si no responden bien, caen. O sea que pierden puntos. Si contesta bien, pasa obteniendo más puntos.

Como la vida me quiere tanto, el inicio lo doy yo.

Me vendan los ojos y me quedo a la espera de lo siguiente.

—Pregunta para la jugadora 31. En la actualidad, ¿quién es alumno con mayor promedio en la universidad de este pueblo?

¿Qué?, ¿es enserio?

Pienso en quién puede ser. Se que soy una de esas pero hay alguien más...

"Eres la mejor estudiante de ahí..."

Las palabras de Agar... o sea...

—Jana Steff —respondo con un poco de temor.

¿Cómo saben? Hay algunos que son estudiantes de ahí, pero para que se enteren de eso, es extraño. 

—¡Muy bien! Pasas —la voz entusiasmada de otra chica con máscara me felicita. Hipócrita.

Me quitan la venda y siento que por primera vez la vida está a mi favor.

Pasé, es lo importante. 

El resto del día seguimos con el mismo juego. Eran varias rondas, y a todos les iba bien.

Lo que pude observar de los colaboradores es que se los veía un poco preocupados por el hecho que a todos les va muy bien. Parece que su propósito es eliminar a las personas pero, no entiendo el por qué. ¿Qué ganan con eso?

Y es lo que estoy dispuesta a resolver, porque todavía no hay un punto en el que diga: ¡Ah, ese es el motivo!

No, no lo hay.

Aprovecho que todos están concentrados en eso, y voy a otra parte escapando por una puerta a la derecha que no estaba vigilada, subo las escaleras para encontrarme un largo pasillo derecho. Abro y cierro puertas y lo único que encuentro detrás de cada puerta es una habitación con cama, guardarropa, todos son iguales. 
Pero yo no busco eso, busco que en algún lugar pueda dar con una oficina y sacar información de la que necesito. 

Abro otra puerta y vuelvo a encontrar lo mismo, una habitación. 
Me parece que he estado dando vueltas, por eso siempre me encuentro con lo mismo.



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En el texto hay: peligros, reglas, verdades ocultas

Editado: 11.02.2021

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