Jueves

Capítulo 1

Primera impresión

Jueves,  alarma, tarde, sueño, me desperté y me prepare rápidamente, ni siquiera tendí mi cama, tome una manzana de desayuno y me coloque la ropa que había dejado lista para el día de hoy,  necesitaba llegar temprano, miré la hora nuevamente mientras me ponía mi zapato y daba pequeños saltitos para que pudiera entrar, ya se me hacía tarde, termine de acomodar el zapato y me arregle con una cola alta, agarre mi bolsa, cerré la puerta y me fui disparada.

Corrí y corrí, me fui lo más rápido que pude, incluso me tropecé, aun así no alcancé mi tren, fruncí los labios y el entrecejo frustrada, tendría que tomar el que no iba directo, suspire y me encamine al otro tren, cuando llegué justo había parado, miré la hora nuevamente desesperada, se me hacía tarde, joder, entre al tren y tomé mi asiento colocando la bolsa en mis muslos para abrazarla con  las manos, contemple la vista y sonreí, vivía en Madrid, España, las personas iban apuradas a tomar un transporte, a llegar rápido a algún lugar, sus trabajos, la escuela, su casa, en mi vagón había señores con maletines y señoras con bolsas de compra, tan temprano que era, todos teníamos algún destino, y así era todos los días, levantarte, alistarte, salir en tú auto o tomar un tren, llegar a tú destino, comer y volver a casa a dormir, o al menos, así era mi rutina, nada especial, continúe mirando la vista resignada a llegar un poco tarde.

Me pase todo el trayecto mirando las casas y los edificios que se alcanzaban a ver.

El tren paro, era mi parada, me levante y camine para salir, tenía que esperar a que las puertas se abrieran, suspire cansada, antes de irme, gire mi cabeza hacia atrás, atisbe un par de ojos verdes y un rostro blanco, sin más, tuve que bajar.

 

¿Acaso era real?

 

 

 

Llegué a casa agotada, había sido un día duro, al llegar tarde había obtenido un retardo, dejé mi bolsa en la mesa y me di un baño, vivía en un pequeño apartamento, contaba con lo necesario para vivir, una cocina, sala-comedor, baño y mi cuarto, algo pequeño pero mono, era mi pequeño rincón, me puse mi pijama amarilla, sequé y cepille mi pelo.

En la cocina me serví cereal con leche, una vez cenada y  más relajada me senté a la orilla de mi cama, saqué la pequeña libreta que se encontraba en el cajón del buro café con su pluma y la abrí, sin preámbulos comencé a escribir.

 

Hoy se me hizo tarde, la alarma me sonó cinco veces y he tenido que salir corriendo, me tropecé en el piso de la estación y la gente me miraba raro, pero salí del pequeño incidente rápidamente porque, repito,  se me hacía tarde, no alcancé a tomar el tren directo, así que tomé el otro, no hubo nada interesante, especial o fuera de lo común salvo eso, o bueno, sí, hoy hubo algo diferente, antes de salir del tren hice mi habitual manía de mirar hacia atrás, había dos ojos verdes muy bonitos, era un chico, solo vi que tenía el pelo negro porque tuve que irme, ¿Crees que pueda encontrarlo otra vez?, me gustaría verlo mejor, pero si estaba en el otro tren  probablemente no tome el mío, ¿Será una buena decisión tomar el mismo tren mañana?, tendría que levantarme más temprano pero, ¿Qué puedo perder?, mañana tomaré el mismo tren de hoy para ver si aparece

Ese día comenzó, termine de escribir y guarde nuevamente la libreta en su lugar, mañana sería otro día.




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