CAPITULO 31

MIA RICCI

Varios me dicen que tengo que ser fuertes, debo seguir con mis sueños, pero como lo hago cuando siento que sin mi hermano no lo voy a lograr me hace mucha falta. Volver a ir al colegio pensé que me haría olvidar, pero no puedo olvidar cuando veo a personas mirándome con lastima algunas se me acercan a darme el pésame.

-Mia que te parece si en la tarde vamos a comer-me dice Miranda nos encontramos en la cafetería esperando la siguiente clase.

-No tengo ganas-le digo.

-Mia sabes que yo soy tu amiga y puedes contar conmigo-me dice.

-Amor vamos hoy día a mi casa-me dice Lucas, sé que lo único que quieren es que yo esté bien pero ya no quiero dar lastima a nadie.

-No otro día capas-le digo

-Tengo algo importante que hacer con mi mamá y no quiero dejarte sola-me dice.

-Voy a estar bien-le digo-tú has lo que tengas que hacer.

-¿Segura? Si quieres puedo decirle a mi mamá que no puedo-me dice preocupado.

-Tranquilo no es necesario-le digo agarrándole la mano para tranquilizarlo-además ya es hora de que vayas a tu casa.

-Mañana te paso recogiendo entonces-dice no tan seguro.

-Si claro-le digo.

-Bueno vamos a clases-dice Sebastián.

Terminan todas las clases como siempre Lucas me lleva a la casa, quiere llamar a su mamá y cancelarle lo que tiene que hacer no le permito, desde que paso lo de mi hermano no va a su casa y no quiero retenerlo conmigo siempre, debe salir no quiero que por mi culpa este encerrado y no pueda hacer lo que siempre hacia.

-Amor me llamas cualquier cosa-me dice cuando llegamos a mi casa.

-Si tranquilo yo te aviso-le digo dándole un beso a la mejilla y bajándome del carro.

-Cuídate-me dice, entro a mi casa.

Mis papas desde el día del entierro no les he visto, tampoco se han acercado a darme algún abrazo, me pregunto si de verdad alguna vez lo importamos siempre los he visto preocupados por su trabajo o preocupados en el que dirán de la gente siempre preocupados por el estatus social pero nunca preocupados por sus hijos.

-Mia tenemos que hablar- me dice papá saliendo de su despacho.

-Dime-le digo.

-Ven al despacho te estamos esperando-me dice y entra le sigo, cuando entro me encuentro con mi mamá sentada revisando algo en su celular.

-Siéntate-me dice mamá sin mirarme.

-Déjense de rodeos y digan lo que me vallan a decir-le digo.

-En primer lugar, nos hablas bonito-dice papá-Te dije que te sientes-me dice con voz de mando le hago caso porque no quiero pelear.

-Comiencen-les digo.

-Ahora que tu hermano no está-me dice, no veo ninguna pisca de tristeza, pareciera que las personas que vi en el hospital cuando vieron el cuerpo y las personas que están ahora acá son otros-necesitamos que cuando termines el colegio te prepares para manejar la empresa.

-Alguna vez se han puesto en pensar en si quiero hacerme cargo de la empresa-les digo.

-No importa Mia lo que quieras-me dice mamá-te vas a hacer cargo de la empresa.

-No quiero pienso estudiar pintura-le digo.

-Esa carrera no te va a llevar a nada-dice papá golpeando su escritorio-Ya te dijimos que vas a encargarte de la empresa.

-Julián quería que estudie pintura y lo pienso hacer-le digo-además ese es mi sueño.

-¡Julián está muerto!-grita papá siento como mis ojos se llenan de lágrimas-no pienso apoyarte en esa sonsera de la pintura, no te voy a dar ningún sol.

-No pienso hacer lo que ustedes quieren-les digo, saliendo del despacho dando un portazo.

Salgo corriendo de mi casa no quiero estar donde ellos están,comienzo a caminar sin rumbo solo quiero depejar mi mente camino alrededor de media hora cuando me doy cuenta estoy frente al departamento de mi hermano,me quedo ahí un rato solo viendo el edificio hasta que decido entrar y me encuentro con el portero,el dia del accidente no encontré ningún portero me imagino que es nuevo.

-Buenas tardes ¿A quién busca? -me pregunta amablemente, me quedo pensando no sé qué responderle le debería decir a Julián García, pero como puedo buscar a alguien que ya está muerto-Señorita se encuentra bien-me dice regresándome de mis pensamientos.

-Vengo a ver el departamento de Julián García-le digo.

-Disculpe no la puedo dejar pasar, tiene que ser un familiar-me dice

-Soy su hermana-le digo.

-O cuanto lamento su perdida señorita-me dice con lastima.

-¿Puedo pasar?-le pregunto

-Si aquí están sus llaves-me dice buscando las llaves en el cajón, lo encuentra y me lo dan. Comienzo a caminar a pasos lentos, cuando llego a la puerta me la quedo mirando un rato sé que cuando entre no lo voy a ver y va a ser muy doloroso.

Inserto la llave lentamente antes de empujar la puerta respiro un poco tratando de darme fuerzas, cuando entro siento el olor a Julián todas sus cosas siguen igual él siempre fue un chico ordenado, comienzo a ver cada detalle camino hacia su cuarto.

-Gracias por ser el mejor hermano-digo sé que debí decirle antes y me arrepiento nunca supo lo importante que es el para mí.

Comienzo a revisar todo tiene un estante lleno de fotos tiene fotos con todos hay algunas con Mateo o Lexi, hay algunas fotos de cuando salíamos todos, otra donde estamos nosotros con nuestros padres antes de que él se fuera a Italia, fotos con Camila y algunas fotos conmigo en todas el sale siempre sonriendo era el chico más alegre siempre me hacia reír, aunque esté triste.

Me hecho en su cama rompiendo en llanto, no sé en qué momento me quedo dormida pero cuando me despierto ya no me encuentro en su departamento es un lago por sus lados todo se encuentra verde y el sol esta resplandeciente y los pajaritos cantan,cerca del lago hay una banquita se encuentra una persona vestido de blanco esta sentado ahí mirando al lago.

-Hola pequeña-me dice, cuando escucho su voz me comienza a salir las lágrimas.