LUCAS BROWN
Cinco años después.
Me levanto por el insoportable sonido de la alarma hago la misma rutina de todos los días hacer ejercicio para mantenerme en forma pertenezco al equipo nacional cumplí mi sueño de ser un gran futbolista. Cuando regreso de hacer mi rutina me llega un mensaje del entrenador avisándome que hay una reunión urgente,
Me entro a dar una ducha rápida me pongo unos buzos deportivos con una playera blanca, miro la hora y solo falta treinta minutos para la reunión bajo corriendo las escaleras.
-Buenos días hijo-me saluda mi madre- ¿No vas desayunas?
-El entrenador me necesita ver y no tengo tiempo-le digo dándole un beso-Me voy se me hace tarde.
Salgo de la casa y me subo a mi deportivo manejando hasta el club deportivo cuando llego ya veo a varios del equipo entrando entre esos Sebastián.
-Hey hermano-me saluda acercándose a saludarme.
-¿De qué quiere hablar el entrenador?-le pregunto y el niega.
-No lose-dice-Debe ser del siguiente partido.
-Me imagino-le digo con indiferencia caminando hacia dentro cuando llegamos nos ponemos nuestros uniformes y vamos hacia la cancha donde ya este el entrenador esperándonos hacemos un circulo a su alrededor.
-Lucas y Sebastián me han solicitado para que ustedes vallan a Italia para formar parte del club Atlantic-dice dejándome sorprendido los otros chicos aplauden felices, irse a otro país a formar parte de un club importante es el sueño de cualquier futbolista, pero mi único problema es que sea en Italia.
-¿Para cuándo nos vamos?-dice Sebastián alegre yo no digo nada.
-Dentro de una semana ya deben de estar viajando-dice y niego.
-No puedo dígale que escoja a otro-le digo y el entrenador me mira serio.
-No puedo ya acepte el pase-dice-No pensé que te negarías a una oportunidad tan importante.
-No puedo irme-le digo y Sebastián me mira con las cejas enarcadas.
-Voy a hablar con el-dice Sebastián y el entrenador asiente llevándose a los chicos a entrenar-¿Qué te pasa?
-Nada solo no quiero ir-le digo sin interés.
-¿Lo haces por ella verdad?-me pregunta y agacho la cabeza.
-No te metas si-le digo.
-Me meto porque es tu fututo esto es una gran oportunidad-dice.
-¿Y tú si estas seguro de irte?-le pregunto-¿Piensas dejar a Miranda?.
-No obvio que no pero esto arregla todo entre nosotros-dice-ella ya tenía pensado a irse a Italia y discutíamos mucho por eso porque yo le reclamaba por querer dejarme pero ahora con esta oportunidad ya no vamos a estar separados.
-Pues me alegra por ti-le digo-pero yo no voy.
-Piénsalo bien después no te vayas arrepentir-me dice antes de irse a entrenar con los demás, me quedo un rato ahí haciendo estiramiento y luego me junto con ellos. Cuando acaba el entrenamiento son más del medio día, nos metemos a la ducha y salimos.
-Vamos-me dice Sebastián llegando a donde estoy-Yo invito-le iba a aceptar justo en ese momento entra la llamada de mi madre.
-Hijo vienes a comer-me dice
-Pensaba ir a comer con Sebastián-le digo.
-Vengan los dos-dice-hace tiempo que no me visita.
-Espera le pregunto-le digo-Mi mamá quiere que vallamos a comer a la casa ¿vienes? -le pregunto a Sebastián y el asiente-Listo ahora vamos.
-Ok hijo cuídate-dice.
Cada uno nos vamos en nuestros carros, cuando llegamos mi mamá ya nos está esperando cuando ve a Sebastián lo abraza fuerte.
-Ingrato ya no vienes a visitar-le dice sonriendo.
-Lo siento he estado algo ocupado-dice.
-Ya venga que deben tener mucha hambre-dice y la seguimos al comedor. Nana nos sirve el plato y comenzamos a comer mi mamá y Sebastián hablan concentrados mientras que yo juego con la comida sin ganas de comer saber que puedo ir a Italia me pone de los nervios no he sabido nada de ella por mucho tiempo.
-¿No te gusta?-dice mamá mirándome.
-Si solo no tengo hambre-le digo, ella me mira entrecerrando los ojos y luego le mira a Sebastián pidiéndole con la mirada que le explique.
-Un club de Italia quiere que vallamos para que pertenezcamos a su equipo-dice él.
-¡FELICITACIONES!-dice mamá abrazándome-¿Pero porque esa cara? Acaso no estas feliz por esta oportunidad.
-No quiere ir porque es Italia-dice Sebastián y le fulmino con la mirada.
-¿Es por ella?-dice mamá siento como me pongo incomodo-Si sabes que Italia es grande y talvez no te la encuentres, además no te gustaría verla ya paso mucho tiempo.
-No creo que ella quiera verme-le digo.
-Ya pero no por eso vas a perder esta oportunidad-dice-Has lo por ti es un sueño tuyo tienes que cumplirlo.
- ¿Y te dejo sola? -le digo.
-Yo no estoy sola tengo a nana-dice-además si es para que cumplas tus sueños no me importa quedarme sola,me quedo un rato más pensando.
-Vale esta bien voy a ir-le digo suspirando y ella me sonríe feliz.
-¡Felicitaciones chicos!-dice mamá abrazándonos a los dos.
-Mamá no puedo respirar-le digo tratando de soparme.
-Asi lo siento-dice separándose- ¿Cuándo se van?
-En una semana-le digo.
-Te queda muy poco tiempo no saben cuánto tiempo se van a quedar allá tienen que alistar todo-dice saliendo del comedor y yendo no se a dónde.
-Me voy tengo que hablar con Miranda-me dice Sebastián despidiéndose.
Ya paso una semana y me encuentro en el aeropuerto esperando para poder abordar el avión, mi madre ha venido a despedirse tiene los ojos llenos de lágrimas, pero se niega a llorar, la abrazo tratando de tranquilizarla.
-Te llamare todos los días-le digo y ella asiente.
Me pongo a ver todo alrededor me recuerda que en este lugar fue la última vez que nos vimos, veo al frente mío a Sebastián sentado junto con Miranda abrazos su relación tubo altos y bajos, pero supieron salir de eso en este momento los dos van a viajar y están emocionados, los altavoces anuncian que el vuelo a Italia ya va a salir piden que abordemos.