Jugar a ser Dios

Capítulo 24

No sólo era cursi, y un hipócrita, también era un mal amigo, la fecha de la carta era 22 de marzo de 2016, hacia tres meses que yo salía con Ceci...

Esa carta falsa y llena de odio hacia mí seguía...

"...me doy cuenta como me miras, me doy cuenta que Edy no te quiere nada, Edy te engaña, siempre que puede se va a algún puterio o algún boliche para levantarse alguna mina, que a vos no te llega ni al tobillo..."

Un alcahuete, un mal amigo ¿Por qué a mi nunca me dijo nada? ¿Cómo le va a contar a mi novia que yo la engañaba? Está mal que la haya engañado, sin duda pero él no le contaba a ella estas cosas porque le parecía mal mi actitud, se lo contaba porque quería sacar ventaja de ello.

Esta carta me cansó..A ver está que le mando Ceci a el...a ver la fecha...13 de Octubre de 2016, muy bien, estaba felizmente de novios, o al menos eso yo creía...

"Juan, espero que estés bien después de lo de anoche, yo no quiero lastimarte, yo estoy con Edy y no quiero que se peleen por mí, ustedes son tan unidos. Te amo pero este no es nuestro momento, anoche la pasé increíble, jamás me hicieron el amor como me lo haces vos, jamás tuve un orgasmo como el de anoche, no terminaba más esa sensación increíble que solo vos me das, pero hay que tener paciencia, buscaré la manera para terminar con Edy y estar con vos toda la vida juntos..."

No podía leer más. Que más podía agregar a esta infamia en la que los dos estuvieron metidos, a esta mentira, a esta telenovela de cuarta. Juan siempre me decía que no debía ser tan mentiroso, que no debía mentirle a Ceci, y el que hacia: jugaba al galán a mis espaldas, y me decía hipócritamente que yo era como su hermano menor... seguí revisando las cartas de esta traición hasta que un momento se me hizo la luz, en el fondo de la caja de zapatos asomaba un pelo, era sin dudas un horrible pelo ondulado de Juan.

- Kuperman

- Si ¿Quién habla?

- Habla Edy, Edy González Vena.

- Si... que tal. ¿Te pasa algo?

- No, solo quería ir a verlo, ya mismo

- Pero ¿Tenés algún problema?

- No, le cuento en su casa, por favor.

- Bueno, bueno, venite un rato.

Llegue a lo de Kuperman, le conté la historia, no le estremeció demasiado. Él no estaba para esas pavadas de los romances, como el le decía.

- Anoche el padre de Juan me dio unas cosas de él.

- ¡Qué lindo gesto!

- Sí, Juan le había dicho al padre que si el muriera, quería que los libros y sus cartas me los de a mi.

- Si...

- Y encontré un pelo de él...

- ¿Y?

- ¡Quiero revivirlo!

- Para que lo querés revivir, ya lo mataste, ya te tomaste revancha...

- ¡Quiero matarlo otra vez! No sabe las cartas que lei. Eran para mi novia o de mi novia para él.

- No vivas con tanto odio.

- Por favor, Kuperman ¡¡¡Por favor !!!

- ¿Cuánto lleva de muerto?

- Quince días

- En ese caso, sería reconstruido algunas partes visibles con metal.

- No me importa, no me importa.

Me costó convencerlo, pero me vio tan alterado que accedió a mi desesperado pedido. Me dejó que yo colocara el pelo en el cilindro de vidrio, pero él fue el que cargó los datos en la computadora. No pude ver bien que era lo que cargaba, en un momento me percaté de que transpiraba de los nervios. Cosa rara en él, era muy extraño verlo nervioso. Y empezó "el juego" Las luces, las estrellas, los círculos (los protones, neutrones, electrones, según me dijo él), al cabo de unos quince minutos todo se tranquilizó. Cuando miré hacia el interior del cilindro, lo vi, ahí estaba Juan. Estaba muy plateado, pero se le veían algunas partes de carne, de piel, no era tan terrorífico. Su cara estaba casi exacta, su pelo se mantenía bien. Le pedí a Kuperman que me dejara inyectarle el alma y otra vez accedió a un capricho mío. Abrí el cilindro lo miré a los ojos aún cerrados y le inyecté la jeringa con la química alma. Me quedé mirándolo, empezó a parpadear, sus ojos era de un azul metálico encegecedor, una vez que termino el proceso. Me miró y me dijo.

- ¿Hola Edy? ¿Me vas a matar de nuevo?

Tenia razón Kuperman, la memoria esta en el cerebro.

- No sé, pero sos un traidor, bien muerto estas.

- Ahora me diste vida, no estoy muerto, recuerdo todo, estoy un poco más pesado, ja! Pero brilloso.

- A pesar de todo me alegro verte con vida, no olvido todo lo que pasamos juntos.

- Yo tampoco lo olvido, pero lo de Ceci fue inevitable, no pude parar, era un sentimiento irrefrenable, y no queríamos lastimarte, ninguno de los dos. Te íbamos a decir la verdad, Edy, pero no sabíamos como decírtelo.

Casi logró convencerme, notaba que era sincero, pero mi odio podía mas, pero esta vez no quería mandar a matarlo, no quería. Había convertido a mi mejor amigo (enemigo) en un ser mitad metal, mitad carne.

- ¿Kuperman? ¿Y estos seres que comen?

- Ja ja ja ja !!! Comen lo mismo que vos y que yo, y si no comen, se mueren.



#4112 en Detective
#1237 en Novela policíaca
#13565 en Thriller
#5548 en Suspenso

En el texto hay: romance accion y drama

Editado: 28.02.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.