Estaba en casa preparando mis cosas para la cita con el médico cuando escuché la puerta, abrí, pero lo único que había era una caja en la puerta. La tomé y entré cerré la puerta y llevé la caja a la sala, lo que había dentro de la caja era la cosa más escalofriante que podrías imaginar. Dentro de aquella caja había dos frascos de cristal con alcohol, dentro de ellos estaban la lengua y los ojos de mi madre. Tomé mi móvil y llamé a Tae
-Hola hermosa
-Tae debes venir rápido
-Ya voy quedate en casa
-Está bien
Dejé todo como estaba y decidí esperar a Tae afuera, no tardó más de 20 minutos en llegar
-Ya estoy aquí hermosa
-Deberías entrar
Entramos y llevé a Tae hasta donde había dejado la caja
-Pero qué diablos, llamaré a tu hermano
Tae sacó su móvil y llamó a Sebas. En menos de una hora mi casa estaba llena de policías mientras que mi hermano y Tae me hacían unas preguntas
-Tae te daré la tarde libre no quiero que la dejes sola por favor, dejaré protección para ustedes en caso de que el asesino vuelva a hacer alguna jugada le pondremos una trampa
-Está bien y cuídate tú también tu papá y tus hermanos te necesitan vivo y tus hijos ni se diga
-Lo haré
Sebas se fue y se llevó todo, Tae me ayudó a subir al cuarto y me dejó para que descansara mientras él hablabla con los de seguridad.