Después de hablar con los de seguridad subí a ver cómo estaba mi mujer, entré sin hacer ruido y allí estaba profundamente dormida. Tomé mi arma, mis llaves y salí, no quería dejarla sola, pero tengo que encontrar donde se esconde ese maldito infeliz. Tenía alguna idea de donde puede estar, recuerdo que cuando éramos amigos el soñaba con tener una casa enorme en el bosque con una familia que lo esperara todos los días con los brazos abiertos y la comida hecha. Siempre le decía que podía lograrlo que confiaba en él, pero traicionó mi confianza así que empezaron los ajustes de cuenta y creo que yo tuve suerte de no estar en esa lista
-Sebas
-Dime Tae
-Necesito que vengas a la dirección que te voy a enviar ahora
-Carajo Tae se supone que estes cuidando de mi hermana
-Se supone, pero tu hermana quedó en buenas manos, ahora necesito que vengas a ver lo que encontré
Le envié la dirección y esperé a que llegara
-Aquí estoy
-Mira encontré la casa
- ¿La casa de quién?
-La casa del asesino
-Joder eso es fantástico
-Vamos pide refuerzos los necesitaremos
Conseguimos entrar a la parte trasera de la casa mientras esperábamos a los refuerzos, estábamos llegando a la sala cuando escuchamos que llegaban los refuerzos
-Vamos antes de que sepan que estamos aquí
-Vale
Entramos y allí estaba el sentado en la sala con su hijo y su esposa
-Hasta que por fin nos vemos las caras
-Lamento que la reunión no será tan larga como planeas tu