Hero's Life
John Foster y Jannie Maccorney se conocieron en la más extraña de las situaciones, él entrando a la universidad y ella, literalmente, siendo hechada de esta.
El vigilante del Instituto tenía las manos sobre los brazos de Jannie mientras ella se resistía para no dejarse sacar.
John no pudo evitar prenderse de curiosidad y parar en seco para ver de que se trataba.
—¡Señorita! —le gritó el hombre, en ese momento a los amigos de John les llamó la atención que su amigo se hubiese quedado casi estático mirando la escena y se posicionaron a su lado —¡ya le hemos dicho muchas pero muchas —remarcó en lo último —veces que aquí no hacemos exámenes de admisión para becas! Es una universidad privada.
—¿Que... que le pasa? —susurró haciéndose la pregunta más para el que para sus amigos.
—Esa chica viene todos los días, no creó que tenga mucho dinero. Siempre ruega por una beca.
—Pobre —se burló otro de su grupo —pobre en todos los sentidos —todos se terminaron riendo menos John.
Abrió los ojos en grande al ver como caía al piso por el empujón que aquél vigilante le había propinado. Algo dentró de John se removió y no fue capaz de resistirse a correr hasta ella.
La tomó de los brazos y esta lo miró medio sorprendida y asustada. La ayudó a levantarse y se alejo de el como un pequeño gato asustadizo.
—¿Es-Estas bien? —no pudo evitar tartamudear al ver el lindo rostro de la muchacha desconocida.
—Si, gracias —le contestó mientras trataba de limpiar su ropa.
Se mordió el labio y finalmente se decidió a preguntarle —¿quieres acompañarme a tomar un cafe? —señaló la universidad —¿en el restaurante de la universidad?
Ella se lo pensó. No estaba acostumbrada a hablar con cualquier desconocido, pero finalmente asintió con la cabeza con una medía sonrisa.
Jannie venía de una pequeña y descompuesta família en un pequeño suburbio humilde al norte de la ciudad. Su madre, una mujer que se desvivia por darle las mejores condiciones posibles de vida a su única hija, debía trabajar como empleada doméstica en una gran casa que para desgracia de Jannie se ubicaba al otro lado de la ciudad, por lo tanto solo los fines de semana podía verla, y a veces nisiquera eso.
Por otro lado su padre, o mejor dicho su padrastro, era un hombre que cada que veía a su madre la maltrataba; y con ella no era mucha la diferencia, si cometía la más mínima equivocación también se alteraba, llegando al punto algunas veces de maltratarle. Si, Bob era un alcohólico. Jannie lo describía, mentalmente por supuesto, como un inservible y un bueno para nada que lo único que hacía bien era aprovecharse de su madre y su madre, por otro lado, le obligaba a llamarlo padre aunque cada que ella lo llamaba de esa forma le provocaba vomitarse.
Entonces un día mientras paseaba por las carreteras, como ya era costumbre borracho, fue arrollado por un auto. La madre de Jannie y ella fueron al entierro, extrañamente ninguna de las dos le lloraron. Al contrario, hasta se podría decir que desde aquel día sintieron una extraña calma interior que no sentían desde hace mucho.
Por otro lado, John Foster, vivía en la misma ciudad, pero en otro suburbio por supuesto. Provenía de una família italiana y adinerada. Su madre era de ascendencia francesa, por lo que John también tenía ese pequeño cello de sangre. Finalmente se mudaron los tres a una gran mansión en el norte de la ciudad. Eran una linda, perfecta y proporcional família. Todo iba bien hasta que su padre decidiera engañar a su madre con su secretaria y John y su mamá los vieran mientras iban de sorpresa a la oficina de su padre.
John por supuesto obtuvo un par de traumas con eso y sumado al hecho de que su madre perdonará a su padre varias veces. Hasta que un día, Anthony muriera por un ataque al corazón ya que tenía una presión arterial muy alta. Entonces John desde muy joven se convirtió en el heredero millonario de una gran cadena de casinos y se forzó a sí mismo a dejar de ser un niño y pasar a ser un hombre a los 17 años.
Pero mientras tomaba experiencia en el arte de los negocios quería estudiar una carrera, y así fue como escogió la administración.
Entonces luego de que ambos terminarán la conversación en el cafe, que por cierto se habían llevado una muy buena impresión el uno del otro, John descubrió buena parte de toda la historia de Jannie, ella quería estudiar psicología en esa universidad pero no tenia ni una cuarta parte de todo el dinero como para pagar la carrera.
John le invitó a una cita, y esta, muy sonrojada aceptó. Nada fue demasiado apresurado, el iba lento y cuidaba cada movimiento para que, como el mismo le apodaba, "su linda florecilla" no se asustara o se sintiera acosada. Las citas eran en algunos restaurantes que dejaban con la boca abierta a Jannie, vistas panorámicas que ella jamás, ni en sus más remotos sueños, pensó poder visitar y uno que otro costoso regaló que Foster le daba sin la más mínima mala intención.
John le contó muy emocionado su nueva relación a sus amigos, y gran mayoría de ellos por no decir todos se terminaron burlando en su cara y le advirtieron que la chica pobre solo quería sacarle dinero. Pero John no les creyó.
Entonces pocas semanas después John le propuso pagar toda su carrera con tal de hacerla felíz y poder estar acompañado de ella en el tiempo de universidad. Al principio Jannie muy apenada lo rechazó amable pero rotundamente, pero luego de mucha insistencia finalmente aceptó.
Ambos terminaron la universidad y en menos de lo que planearon se dieron cuenta de que Jannie estaba esperando un bebé. La chica estaba totalmente aterrada, le asustaba el hecho de que John no quisera el bebé e incluso al darle la notícia le dijo que si el quería que abortara ella así lo haría.
Por supuesto, John estaba felíz, le sacó aquélla estupida idea de la cabeza y nueve meses después nació un lindo bebé llamado Hero.