[AÚN NO HA TERMINADO, LO MARQUÉ COMO TERMINADO PARA QUE LES SALGA LA NOTIFICACIÓN, PERO AÚN FALTA UN CAPÍTULO QUE ES EL EPÍLOGO]
Y así fue, la música empezó a sonar fuerte, se escuchaban inclusive un par de gritos de alegría. Al parecer Nicky si había acatado sus indicaciones.
Estuvimos unos pocos minutos callados, me sorprendió el hecho de que alguien abrió la puerta, pero me decepcione casi de inmediato al lo único que ver fue la cara de felicidad de Nicky.
—¿Estas mal de la cabeza Nicky? —su sonrisa —eres tan hipócrita, dime ¿desde cuándo estás haciendo esto? Yo confiaba en ti.
—¡Cierra la maldita boca! —su voz me hizo tener un escalofrío intenso por todo el cuerpo —¡no estas en condiciones para dartelas de moralista! Eso sería doble moral.
No supe en que momento mis ojos estaban llorosos hasta que derrame la primera lágrima —no se trata de eso, y lo sabes, eras mi amiga —negué casi de inmediato —¡No! Más que eso, mucho más, eras mi mejor amiga, la hermana que nunca tuve, al menos así yo te consideraba.
Mire por segundos a Hero, la arma seguía apuntando hacía el piso.
—¿Desde cuándo me estás jugando con la doble? —mi mano borro todo rastro de lágrimas y este vez la miré mal.
Su expresión sería y enojada paso a una sonriente, sabía bien que estaba haciendo un esfuerzo sobre humano por seguir pareciendo una cínica —no te e llevado por la doble, siempre estuve de tu lado, lo hice hasta el final; casi te lo puedo jurar —mi garganta se secó cuando pauso —pero ocurrió algo.
Ladee la cabeza, caminé unos pocos pasos más sintiendo la mirada de todos —¿que cosa?
Ella pareció sonreír, complacida por mi interés —¿de verdad lo quieres saber? —me mantuve callada, pero el brillo en sus ojos me hizo caer en cuenta que sabía muy bien las tremendas ganas que yo tenía por escucharla.
FLASHBACK- NICKY
—¡Oh por Dios! ¡Oh por Dios! Lo siento tanto señora Steel —me puse la chaqueta con apuró mientras apretaba con desespero el celular entre mis manos.
—¡No lo se! No lo se... Dios, creó que Hero la empujó, su cabeza choco contra algo pero todavía no se contra que—escuche sus sollozos atraves de la línea —creó que la maltrataba ¡MALDICIÓN! Soy una mala madre.
Tome mi bolso y un par de lágrimas se deslizaron por mis mejillas —señora porfavor respire, no es su culpa tal vez todo fue solo un accidente...
—¡No! —me gritó desde la línea —no lo fue —habló en un tono más bajito —tiene moretones en los brazos, signos de maltrato. —en el fondo de la llamada alcance a escuchar la voz de el señor Frank, aunque no supe con exactitud que estaba diciendo, eran algo así como lamentaciones.
—Ella entró en coma —abrí mis ojos con fuerza... necesitaba volver a escuchar eso, es que necesitaba reafirmar que lo acababa de escuchar era cierto y no producto de mi imaginación.
—¿Que... Que fue que dijo señora? —supe de inmediato que había cometido un error al escuchar sus sollozos con más fuerzas.
—Selena entró en coma. Si le pasa algo no se que voy hacer. ¡No me lo perdonaría Nicky! ¡No! No lo haría —respire con calma.
—Estoy saliendo de mi casa, porfavor —pero mi voz se enmudecio en el momento de abrir la puerta, Hero estaba parado frente a ella —mandeme la ubicación del hospital por whatsapp —con eso último colgué sin esperar respuesta de la mujer.
Él entró a mi casa sin siquiera pedir permiso, lo miré de pies a cabeza y cerré con cuidado la puerta.
—¿Que haces aquí?
No respondió, se dedicó a mirar toda mi casa. Hizo un gesto como si estuviera complacido o satisfecho por algo y se terminó sentando en uno de los sofas —tienes una linda casa, ¿en que clase de família ideal vives?
Apreté con fuerza mi mandíbula —¡lárgate! Todos sabemos perfectamente la clase de mierda que le hiciste a mi amiga.
Él no dejo de sonreír, parecía que mis palabras no le importaran.
—Un padre ideal, debe estar trabajando duró para que su hija tenga todos estos lujos ¿no? —frunci el ceño —y tu madre, es abogada ¿o me equivocó?
Comprimi mis cejas enfadada —¡¿Como sabes todo eso?! —Hero se paró —¡¿Acaso estas siguiendo a mi familia?! ¿A que viene toda esta conversación?
No se si se burló de mis expresiones o del miedo en mi cara —¿y tu hermano?, ¡Ah espera!, lo siento —fingió sorpresa tapándose la boca. Mi boca se entreabrio.
—No se de que me hablas —puntualice dándole la espalda para caminar hacía la puerta.
—¿Acaso es parte del trato que tienes con tus padres? —mi cuerpo quedó inmóvil a medio caminó —entiendo, todas las familias tiene secretos, ya se. La tuya no fue la excepción —se rió, y no me di cuenta hasta que sentí su mano bajo mí mentón cuando supe lo cerca que su cuerpo estaba del mío —Bob, ¿así es que se llamaba?, ¿no?
Me aleje con rapidez de él —¡EL NO ES MI HERMANO! —un apretón que desde hace mucho no sentía se formó en mi pecho.
El levantó una ceja —¿No? Pero si tiene tu mismo apellido, esta retenido en una clínica psiquiátrica. Debe ser muy triste vivir una vida como la tuya.
Dió un paso hacía mi hasta que mi cuerpo choco contra la pared, sus manos me obligaron a permanecer ahí quieta.
—¿Porque tus padres lo obligaron a meterse en ese manicomio? Quiero escucharlo de tus propios labios.
Tape mis oídos mientras las lágrimas que había estado reteniendo por tantos años salieron a flote.
—¿PORQUE? —me gritó.
—¡Ya cállate!
—¿DIME? —negué. Respire profundo, sabía como lidear con estas situaciones, inhale y exhale, tal como la psicóloga me lo había enseñado, pero ¡mierda! No funcionó. Esas imágenes horribles volvieron a mi cabeza como película de terror.
Por fin abrí mis ojos, su labios dibujaron una gran sonrisa —tu hermano te violo, ¿fue desde los cinco años hasta los diez? O me equivocó, creó que fue hasta los doce. No pude sacar bien esa información.