–C-carajo…
–¡¡Fudo!! –después de todo esto, Kurohana lanzó un ataque más, pero Kiriko…
–Gas de toxina. –con eso, hizo retroceder enormemente a Kurohana y empezó a tratar la herida de Fudo, el cual había quedado inconsciente.
–Malditos hechiceros, por ahora, me retiro… la próxima vez no me voy a contener, bastardos… caerán ante nosotros, los espíritus malditos… –Kurohana salía de la zona…
Mientras sucedía la pelea entre Fudo, Kiriko y Kurohana, del otro lado…
–¡¡Haruto!!
–¡¡Ja, ja, eso le pasa por confiado!!
–Sadashi… no voy a poder mantener mucho más Inmovilización… –decía la hechicera mientras sangraba de los ojos.
–Resiste, Majime, solo un poco…¡¡Majime!! –Majime había quedado inconsciente, y Sadashi ya estaba al límite, sus cuerdas vocales ya estaban algo dañadas, Sadashi ya empezaba a escupir sangre.
–Awww, que tiernas se ven intentando detenerme, ¡¡tal vez me compadezca de ustedes y las asesine rápido!!
–Impacto fugaz. –un golpe veloz y fuerte era recibido por la maldición, Akane había llegado.
–Vaya, pero, ¿qué tenemos aquí? –respondía la maldición, con una sed de sangre extrema.
–Si tantas ganas tienes, ven aquí… –Akane y la maldición liberaban una tremenda fuerza, ninguno cedía, pero mientras más tiempo pasaba, la maldición se volvía más fuerte y más veloz.
–¡¡No me decepciones, hechicera!!
–No seas desesperado, maldición… Impacto fugaz inverso… –el golpe de antes, ahora estaba lleno de energía positiva, y amenazaba con destruir gran parte de la maldición, pero algo los interrumpió…
–Nos vamos.
–¿¡Ehhh, Kurohana!?, ¡¡Quería ver si sobrevivía a eso!!
–Idiota, despídete de tus amiguitos.
–¡¡Qué amigos ni que nada, vuelvan aquí, espíritus malditos!!
–¡¡Me voy, pero no porque quiero, y recuerden mi nombre!!
Después de tan inesperada situación, los espíritus malditos se retiraron.
–Esos desgraciados…
–O-oye, ¿sabes usar rituales inversos al exterior?
–Ah, si, ¿por?
–M-mis compañeros están heridos gravemente, ¿puedes tratarlos?
–Ah, claro, por supuesto. –Akane empezó a curarlos a ambos.
–Tu también estás herida…
–Primero trátalos a ellos, lo mío no es grave… –Akane tomó su cuello suavemente y empezó a tratar a los 3 a la vez.
–G-gracias…
Después de todos estos sucesos, en otro lugar, alejado de todo…
–Señor Usuaka… no pudimos eliminar a los hechiceros que encargó, lo siento mucho…
–Tranquila, Kurohana... hiciste un excelente trabajo…