Capítulo XIV: La práctica hace al más fuerte.

Los entrenamientos iniciaban, Fudo y compañía no se iban a quedar atrás, y cuando inició, ellos empezaron el entrenamiento lo más rápido posible . A lo largo de los entrenamientos, Fudo llevaba a su padre Daichi, quien era un hechicero de primer grado, que estaba perdiendo habilidad por la falta de entrenamiento (era flojo).
En el clan Akitaka, Fudo aprendió sobre la existencia de cosas básicas como las Cortinas (técnicas que anulan la vista al interior de ellas), el Destello negro (técnica de combate cuerpo a cuerpo que aumenta el poder del usuario, se alcanza cuando el poder maldito golpea 0.000001 después del golpe físico), hasta cosas más complicadas, como la Expansión de Dominio, el Dominio Simple, y estrategias o acciones que se pueden realizar en diversas situaciones de combate (a Fudo nunca le habían enseñado nada de esto), también descubrió la existencia de una técnica muy reciente, llamada Técnica definitiva, solo aquellos cuenten con un gran dominio de su técnica pueden usarla, consiste en el uso excesivo de la técnica ritual, aumenta las propiedades y fuerza de la técnica, pero utiliza una gran cantidad de energía maldita, por lo que solo se puede usar por un tiempo determinado, y usarla muy seguido, puede provocar la muerte del usuario…
En el clan Takebe, Fudo analizó sus técnicas de combate cuerpo a cuerpo, notó que pelear de ese modo no le convenía tanto por su técnica ritual, pero eso lo vería después. Más que nada, en esta parte del entrenamiento, se enfocó en reforzar los conocimientos que el clan Takebe le otorgaba, después de todo, él era del clan Takebe, y siguiendo los entrenamientos que había aprendido en el clan Akitaka, mejoró su rendimiento físico y emocional.
En el clan Suito, Fudo aprendió a utilizar mejor su energía maldita, sin tener grandes fugas por descuido, lo que provocó que entendiera aún más sobre lo que había aprendido en el clan Akitaka. También, aquí decidió utilizar armas malditas, empezó a practicar con distintas, y terminó eligiendo 2 espadas capaces de almacenar enormes cantidades de energía maldita, usaría el estilo de doble espada a la vez. Siguió entrenando con todo lo que le habían enseñado hasta ahora.
Mientras los entrenamientos sucedían, los hechiceros a veces iban a cazar maldiciones, para no dejar atrás el plan de disminuir el poder de las maldiciones. Entre los hechiceros, se compartían consejos para poder mejorar, esto mejoraba la comunicación asertiva, su integración y organización, y mejoraba sus índices de salud mental y emocional, al estar en un ambiente cálido y reconfortante. Akane y Fudo, como los sucesores de sus respectivos clanes, trabajaban mutuamente, ya que, al estar en la misma situación, se entendían casi perfectamente (y porque, por alguna razón, Daichi y Akira los juntaban mucho en los entrenamientos). Y así pasaron los 9 meses, de los cuales, se darían los resultados de los 12 hechiceros elegidos…