Usuaka daba pisoteadas leves al suelo por su impaciencia, Fudo solo esperaba a que la dispersión de los demás terminara.
–Les tienes mucho cariño, ¿no?
–Vaya, ¿una maldición como tú puede comprender eso? Tal vez solo estás hablando por hablar, no me hagas caso.
–Idiota, claro que lo entiendo, nací de ustedes.
–¿Crees que lo entiendes? Yo no, sino, no hubieras matado a mis padres. No… si lo comprendieras, no matarías a nadie.
–No lo hago por querer, lo hago por mi causa.
–¿Por una causa? ¿Ahora con que estupidez saldrás, maldición de mierda?
–Me harté de que las maldiciones vivamos en estas injusticias, de que nos trataran mal sin que hayamos hecho algo…
–¿Sin que hicieran nada? ¿Y eso te da derecho a matar?
–¡Nosotros nacimos de ustedes! ¿¡Por qué nos castigan por hacer las mismas cosas que ustedes!?
–Ya entiendo, tu causa es una mierda…
–¿Qué...?
–Intentas usarnos a nosotros como una excusa para provocar el caos, qué asco… –Usuaka se enfureció enormemente.
–¡¡Tú no sufriste lo que yo sufrí, maldito hipócrita!!
Usuaka se lanzó al ataque, lanzaba sus huesos, pero Fudo esquivaba o se defendía con sus muros de tierra.
–Así no llegaré a nada, si quiero lograr lo que quiero, debo ser… más fuerte… Expansión de Dominio… –decía suavemente Fudo.
–¿Ah, si? Pero no te vayas a arrepentir… Expansión de Dominio… –respondía Usuaka, volviendo a su forma arrogante.
–Caos Elemental Imparable.
–Valle de la Muerte Innegable.
Un choque de dominios bastante fuerte, ambos tenían un control muy alto de sus técnicas rituales, y por supuesto, ninguno iba a ceder.
–¡Púdrete en el infierno, Fudo!
–Ni en tus sueños, cabrón.
Una tormenta de elementos combinados, contra un valle oscuro de huesos por doquier, era una batalla muy dura, pero fue tanto para ambos, que sus dominios terminaron por colapsar. Inmediatamente, siguieron usando sus rituales para atacar, mientras eso pasaba, Fudo se acercaba más a Usuaka para atacarlo de frente con sus espadas, Usuaka reaccionó, y creó unas hoces con los huesos de su ritual.
–Vaya armas te hiciste.
–Creadas especialmente para desgarrar tu cuerpo.
–Ni creas que me vas a dar.
Terminaron por acercarse, iniciando choques de espadas contra hoces, a la ve, usaban sus rituales para potenciar sus armas, Fudo cortaba a Usuaka, pero se regeneraba sin problemas, después de todo, era una maldición, en cambio, Fudo no podía hacer mucho para curarse, Usuaka no le daba tiempo para ello.
–No sé si mis espadas puedan soportar la energía positiva, ¿me arriesgo? Pero, ¿y si se rompen? Puedo quedar en desventaja, ¿qué hago?, ¿qué hago?... Destello Negro…para usarlo, el golpe de poder maldito debe llegar en 0.000001 segundos después del golpe físico, si lo hago, puedo ganar tiempo para curarme, ¿no?
El Destello Negro, normalmente se usaba cuando se peleaba con los puños, ¿por qué? Porque resultaba más sencillo que la energía maldita llegará en 0.000001, desde el abdomen hasta los puños, sin embargo, lograr que la energía maldita llegará desde el abdomen hasta el filo de algún arma, no era imposible, y Fudo…
–Destello Negro. –lograría asestarlo de esa forma, mandando hacia atrás a Usuaka. Fudo volvería en sí para darse cuenta de ello, y usó sus rituales inversos… Usuaka se regeneraba de ese gran golpe inesperado, después de todo, era una maldición.
–No eres el mismo de antes… pero nosotros no cederemos ante ustedes…
Ruídos fuertes se escuchaban, se acercaban a ellos, y de la nada, Akane y Kiriko aparecieron, con algunas heridas en sus cuerpos.
–¡Akane, Kiriko!
–Ah, Fudo, nos reunimos sin querer.
–¿Qué les pasó?
–Bueno… yo mientras me enfrentaba a Magakyou y Hikaru, antes de que pudiera exorcizarlos, Magakyou devoró por completo a Hikaru, y su energía maldita aumentó, y… empezó a usar su Técnica Definitiva…
–¿¡Técnica Definitiva!?
–A mi me pasó algo similar, mientras me enfrentaba a Kurohana, yo tenía mucha ventaja por mi ritual, en eso, los demás me reportaron la muerte de Kokoro y Bakuto, en eso, Kurohana extendió sus cabellos, y más energía maldita empezó a fluir, y activó su Técnica Definitiva.
–Pero, ¿cómo es que lo lograron?
–No creo que sea momento para eso…
–Fudo, es hora de usarlas…
–Tienen razón… avisen a los demás, y llamen a Taro.