Treinta y Siete

Julia

Verlos conversar y sonreír no se me hace raro ya que han forjado una amistad, pero al voltear Fabricio me hace gesto que no me preocupe y pues lo dejo pasar, él se despide de todos ya que se va para Londres, su amigo Octavio se casa este fin de semana.

Se que no se ha ido todavía, pero siento que me hace falta y entiendo porque estoy así, estoy acostumbrada a él, a su cercanía, a sus ojos bonitos; me quedo dormida pensándolo. Mi fin de semana fue tranquilo, diseñando y colaborando con la señora Annette; en las tardes salimos todos juntos como familia a cine, como siempre Brina y Alice pasan peleándose al rato no pueden vivir una lejos de la otra.

Nos hemos enfocados en la fundación ya que necesita impulso, gracias a la señora Lia estamos avanzando rápido, ya tenemos clases de diseño y dibujo, cocina y ahora le vamos a implementar tejido de punto, todo esto nos tiene ocupadas a todas, hasta Brina nos colabora

- ¿Julia necesitas un teléfono? – me pregunta Alice-

- ¿Para que si no conozco a nadie? – me mira como bicho raro-

- Pues hablarías con Fabricio, Leone, la señora Lia, mi mamá, yo... sigo con la lista

- Tienes razón

- Vamos al centro comercial, buscamos uno que te guste y lo compramos

- ¿De dónde vamos a sacar el dinero?

- Ya Mulata Design está generando ingresos y es sumamente importante que la dueña y fundadora de la empresa tenga como comunicarse, además ¿no te da curiosidad saber si Fabricio ya llegó de Londres?

- Ya entendí que necesito un teléfono Alice

- ¿Y ajá no me has contestado? – me jala el cabello-

- Ay Alice, ¿de qué?

- ¿No quieres saber si Fabricio ya llegó?

- Si quiero saber, pero dejemos así

- Umm ¿Qué hay entre ustedes? Y porque "dejemos así"

- Una amistad nada mas y me da pena andar atrás; si ya llegó de su viaje él llamara

- Bueno... yo lo que veo es una atracción entre ambos, pero no avanzan ... ¿Qué sientes por él?

- ¿Qué siento? – me quedo pensando –

- Si que sientes, ¿amor o gusto?

- Cuando lo vi por primera vez me pareció un chico atractivo, seguro de sí mismo, firme en sus decisiones, justo; cuando lo fui conociendo de forma más cercana, me impactó su personalidad tan varonil, respetuosa, ya cuando la señora Lia hablo conmigo note que es amoroso y valioso... creo que estoy enamorada de él – me tapó la cara con las manos-

- No, no, espera ahí, tu crees que estas enamorada, tu lo estas, hasta los tuétanos ... y si ¿te pide ser algo más que amigos aceptarías?

- No sé

- Nada de eso Julia, necesito una respuesta concreta; si o no

- La verdad si - escuchamos un chillido a nuestras espaldas-

La niña Brina estaba escuchando nuestra conversación

- Mira niña que haces ahí chismoseando – la regaña Alice-

- Pues... escuche que estaban hablando de ir al centro comercial ¿me llevarían? Por fis

- No, por estar detrás de las puertas escuchando – Brina hace carita de perrito maltratado-

- Ya Alice no la regañes más, Brina sabe que eso no lo puede volver hacer ¿verdad? – asiente –

- Esta bien Julia, pero la llevas tú, porque conmigo se porta mal

- Que dices Brina, ¿te vas a portar bien?

- Si Julia prometido – levanta la manito en señal de promesa- y no escuche nada mas

- Vamos a arreglarnos, salimos en 1 hora

Mientras me arreglo, pienso en toda la conversación que he tenido con Alice minutos antes; y tiene razón, estoy enamorada de él y lo peor es que siento que ese sentimiento va creciendo día tras día; el punto es que, si no soy correspondida que haré con todo lo que siento, ¿reprimirlo?; no, no puedo hacer eso, tocará enamorarlo

Brina y Alice no se soportan son como el agua y el aceite o mejor son hermanas, pero pelean y a los 5 minutos se aman, pasamos una tarde muy entretenida en el centro comercial, obtuvimos el teléfono y comimos helados las tres. Ya entrada la noche llegamos a la casa,  desde la distancia veo el carro de Fabricio parqueado a un costado de la casa y mi corazón se acelera de forma vertiginosa

- ¿Hey cuando llegaste de tu viaje? - le pregunto -

- Hola a todas, en la tarde llegue – Brina se nos adelantó –

- Hola Fabri, fuimos por un teléfono y un helado al centro comercial – Alice la quiere matar así que pasa de largo correteando a la hermana y nos dejan solos-

- Ah, ya tienes teléfono, me interesa el número – tiene una sonrisa juguetona-

- No lo he activado todavía, pero cuando ya esté listo con gusto le doy el número y ajá ¿cómo estuvo el matrimonio de tu amigo? – caminamos hasta sentarnos en la entrada de la casa –

- Estuve muy bonito, sencillo, pero lo más importante es que se sentía el amor que se tienen por todos lados, hasta dieron una noticia, van a ser papás por tercera vez

- Oh en serio ... que bueno

- A la próxima invitación vas conmigo; Octavio habló mucho de ti con su ahora esposa y ella te quiere conocer

- Me encantaría Fabricio

- Bueno Kailam, así se llama la esposa de Octavio te mando algo de Londres, pero lo deje en mi apartamento

- No te preocupes, fíjate no la conozco y ya me esta mandando detalles de tan lejos, ahora que active el teléfono me das su número para darle las gracias

- Entendido, pero primero tienes que ver lo que te mando

- Tienes razón – nos sonreímos –

- Julia... ¿qué vas a hacer mañana en la noche? – lo noto nervioso-

- Pues nada, ¿por qué?

- Salgamos... para que conozcas a la Milán nocturna ¿aceptarías? – recuerdo mi análisis de la tarde –

- Si claro, pero ¿Qué haríamos?

- ¿Cenar? - cada palabra que dice más nervioso se pone, no se que le pasa-

- Te propongo algo, hagamos dos planes uno tuyo y uno mío, así estamos a la par ¿no crees?

- Está bien, y ¿cuál es tu plan?

- Mañana te digo, necesito pensarlo bien – frunce el ceño –

- ¿Debo asustarme? – suelto una carcajada-