Julia
Decir que dormí plácidamente, estoy mintiendo descaradamente; tengo unas ojeras inmensas como dice Alice, el maquillaje lo arregla todo, en fin, mi plan ya lo tengo pensando; Alice me dice que lo ideal sería ir a un bar con pista de baile ya que él se decidió por una cena además quiero saber si este muchacho baila, así que ese es el plan
Me llega una comunicación de la embajada colombiana; comunicándome mi permanencia en el país es legal, con el estatus de refugiada y con las garantías de reparación por la pérdida de mi familia, mi día empezó bien con esa noticia; nadie me sacaría de Milán
En la tarde fuimos al penal para la clase con las chicas, cuando terminamos fuimos al centro comercial por algo de ropa, la que tengo es porque Alice me la ha dado y no es de mi talla, ahí nos demoramos algo de tiempo, llegamos a la casa ya entrando la noche.
Me decanto por un vestido ceñido, según Alice se me ve muy bien, me maquillo lo más natural posible, dejo mi cabello como siempre
- Resorticos que linda te ves, Fabri va a caer a tus pies
- Gracias Brina, bueno tan así no se
- Yo sé que si – me da un beso en la mejilla –
Se va dejándome sola, me entran los nervios y las inseguridades, me planto delante del espejo y me observo, a mi mente vienen las palabras de Karina
- ¿Qué tanto piensas? - me pregunta Alice-
- Tengo un cúmulo de sentimientos arremolinados en mi interior, tengo miedo – se me acerca y me abraza –
- Tu misma me lo has dicho Julia, Fabricio es un gran hombre y se le nota a kilómetros que tú le gustas, más bien podría a afirmar que esta enamorado de ti
- No tan así – me sonrió con desgano y nos sentamos en la cama -
- Yo estoy segura de que sí
Dejamos el tema así y salimos a la sala, tanto la señora Annette como su esposo me echan piropos, miro el reloj en la pared y noto que ya es la hora, más nervios tengo, 5 minutos después parquea un carro a las afueras de la casa, y los nervios que tenía antes son nada a lo que ahora siento; entró muy seguro, saluda a todos, lo veo conversar por unos minutos con el señor Pietro
- ¿Estás lista para salir? – me pregunta-
- Si claro – la voz me tiembla –
- Vamos pues – nos despedimos y avanzamos a el auto –
- Eres más puntual que novia fea – frunce el ceño y sonríe –
- Lo tomaré como un cumplido y dime ¿Cuál es tu plan?
- Pues ... vamos a Bar que tenga pista de baile –
- ¿En serio? ¿bailar?
- ¿No te gusta?
- No es eso ... no soy muy hábil – me carcajeo de él -
- No importa, ¿conoces un bar con esas características?
- Si, hay uno por el centro de Milán y ¿la cena?
- La idea no es demorarnos mucho
- Bueno, el bar queda antes del restaurante que te quiero llevar, si te parece vamos en ese orden
- Perfecto entonces – nos miramos y reímos –
El bar visualmente se ve bonito y tranquilo, cuando entramos siento que Fabricio no se siente cómodo y la verdad desde que le dije esta como pensativo y lejano, vamos directamente a la barra
- ¿Quieres algo de tomar? – me pregunta, asiento –
- Ee... si – alguien saluda a Fabricio –
- Me vas a disculpar unos minutos Julia – me señala una mesa algo lejana de nosotros – voy a saludar a unos amigos, ya vuelve, ves pidiendo algo de tomar
- Ok - asiento-
Observó alejarse y el bartender vuelve a preguntarme qué voy a tomar, en mi ignorancia le digo que me recomienda y me da una bebida traslúcida fría, al primer sorbo sabe a limón y alcohol bastante fuerte, pero sabe bien; siento que Fabricio se demora y pido otro igual, creo que me esta haciendo efecto porque me siento algo alegre y pido el tercero, de ahí todo se volvió nublado.
Fabricio
La mañana ha sido un tanto ajetreada, nos han devuelto piezas por no cumplir con los estándares de calidad, así que toda la mañana hemos estamos en reunión con todo el personal, tratando de encontrar las fallas y así poder sacar un producto en óptima calidad
En la tarde dejó a cargo a Adriano de la joyería y me voy para mi apartamento, no estoy en edad para estar tan ansioso, pero parezco adolescente que va a salir con la chica de sus sueños por primera vez; y si, es la chica que me quita el sueño.
Dejo el bouquet que le mandó Kailam a Julia porque siento que es muy explícito y precipitado llegarle con eso, así que se queda en el apartamento hasta nueva orden, al llegar noto todo tranquilo y miro mi reloj y son 8:05 de la noche, tomó una largo respiro y entró a la casa y están todos, me enfoco con Julia que hoy esta especialmente hermosa, arreglada con lo justo sin restarle nada su belleza natural, su piel canela esta radiante hoy, charlo un poco con el señor Pietro
- ¿Estás lista para salir? – le digo-
- Si claro –
- Vamos pues – nos despedimos y avanzamos a el auto –
- Eres más puntual que novia fea
- Lo tomaré como un cumplido y dime ¿Cuál es tu plan?
- Pues ... vamos a un Bar que tenga pista de baile – me tenso porque no muevo ni la pepa del ojo –
- ¿En serio? ¿bailar?
- ¿No te gusta? - me pregunta y no sé qué contestar-
- No es eso ... no soy muy hábil – se esta burlando de mí, eso me da a entender que ella si sabe bailar -
- No importa, ¿conoces un bar con esas características? – mi mente va a mil por hora-
- Si, hay uno por el centro de Milán y ¿la cena?
- La idea no es demorarnos mucho – me leyó la mente-
- Bueno, el bar queda antes del restaurante que te quiero llevar, si te parece vamos en ese orden
- Perfecto entonces – la observó embelesado y nos sonreímos –
Se me ocurre llevarla al bar que iba con Adriano cuando estábamos en la universidad, es seguro, tranquilo y cumple con las especificaciones que Julia quiere; nos vamos directamente a la barra y le digo si quiere algo de tomar, me encuentro con unos amigos y colegas, le digo que vuelvo en unos minutos y hago señas al bartender que le dé algo de tomar; me demore algo con los chicos cuando vuelvo no doy crédito a lo que veo