Julia
Siento que la cabeza me pesa, y ni que decir el dolor tan insoportable que tengo; los ojos no los puedo abrir, pero siento un olor familiar a mi alrededor, un olor agradable; trato de recordar que paso ayer con Fabricio y no hay nada en mi mente; me despierto totalmente y noto que no estoy en la habitación con Brina y Alice. Estoy en una habitación completamente blanca, me levanto de la cama como puedo y no tengo mi ropa, tengo una camiseta de hombre bastante grande, verificó y tengo mi ropa interior, y está en su lugar; no tengo ni la más remota idea de donde estoy y con quien, tengo que salir de aquí, como sea, así que me aventuro hacia la ventana que veo a mi costado y primer error; estoy super alto, me devuelvo a la cama y recapituló todo y me encuentro con un detalle grande, tengo memoria hasta que llegue al bar con Fabricio y con la última persona que hable fue con el bartender del mismo, escucho voces que vienen de afuera de la habitación, así que me tiro en la cama otra vez me tapo totalmente para ver quién entra, pero antes tomo un muñequito de porcelana que esta en la mesita de noche, según yo como medida de protección.
Quien entra a la habitación es el mismísimo Fabricio sin camiseta, observa para la cama niega y da la espalda como buscando algo; ni corta ni perezosa le tiró el muñequito antes mencionado
- ¡Julia qué haces! – no le di, pero el sonido que hizo no fue agradable-
- ¿Qué hago en tu casa y en tu cama? ¿Qué pasó aquí? ¿no recuerdo nada?
- ¿Ah no te acuerdas? - mi visual está en su torso descubierto-
- Pues no Fabricio, lo último que recuerdo es el bar – los ojos le brillan-
- Bueno ya hablamos – asiento –
Se va dejándome sola, salgo de la cama y corro al baño, ajá para medio asearme, al salir me encuentro con Fabricio con una bandeja con comida, me observa fijamente
- ¿Qué tanto me ves? ¿Qué hice ayer? – sonríe y me hace señas que me siente en la cama –
- Te luce mi ropa y contestándote ... hiciste muchas cosas, pero algunas me las reservaré
- ¿Que? Porque eres así
- Desayuna primero y te tomas esta pastilla para el dolor de cabeza – me las entrega –
- Gracias y si tengo mucho dolor de cabeza, pero cuéntame que hice
- ¿Por qué no me dijiste que no tomabas alcohol?
- No sé, quizás para no parecer fuera de lugar, los dos primeros sabían bien, como a limón – me detalla -
- Ajá, tomaste vodka una bebida bastante fuerte y te mareaste rápido porque tu cuerpo no está acostumbrado a el alcohol
- Te digo que en vida vuelvo a aceptar esa cosa que me tome, aja que mas paso
- Te saque del bar porque estabas muy ebria, balbuceaste un montón de cosas que la verdad no entendí; inicialmente quería llevarte a casa, pero había un accidente en la vía en ese momento llamé a Alice y me dio la idea de que te trajera para mi apartamento, volviste a balbucear, cantar y reírte, cabe resaltar Julia que tu solita te cambiaste - me señala -
- Entiendo ...
- ¿Las pesadillas son muy recurrentes? – me tenso –
- ¿Tuve pesadillas, no me di cuenta?
- Si, me llegue a preocupar, decías muchas cosas al tiempo, tratabas de llorar y llamabas a tu mamá
- Desde que empecé las sesiones con el doc del penal, se vuelto ocasionales, pero me tratan despertar y quedó como peor, como en un letargo, ¿Cómo hiciste para calmarme? – se me acerca más-
- Te... atraje a mi pecho y te empecé hablar cosas, hasta que sentí que tranquilizabas y te deje dormir tranquila – observó su pecho y me da coraje saber que estaba ebria-
- Ah gracias... ¿qué cosas te reservaras? - sonríe y cae acostado en la cama, noto que se queja - ¿qué te pasa?
- Dormir en un sofá no es para nada cómodo – esta mirando el techo y se ríe solo – ¿te acuerdas cuando te llame al penal algo ebrio?
- Si me acuerdo y ...
- Te diré las mismas palabras que tu me dijiste aquella vez cuando te pregunté qué más dije "en venganza no te diré nada"
- Porque eres así, pero te responderé igual "ok" – colocó la bandeja en el suelo de la habitación y me ubico en la misma posición de él – necesito volver a casa deben estar preocupados
- No podemos volver; la vía sigue cerrada, Alice me llamó más temprano comunicándome, que no te preocuparas -
- ¿Y ahora que haré? – me voltea a ver –
- ¿Te quieres ir, tan mal te he tratado? – quien ve nuestra imagen en este momento dirá que somos pareja –
- No es eso, es que... a ver Fabricio la gente puede pensar mal – su rostro muestra preocupación –
- ¿Te molestaría que te confundieran con mi pareja? – ahora soy yo la que lo mira-
- ¿Tienes novia? – suelta una risotada –
- No ... ¿contéstame te molestaría?
- Sinceramente no
- Entonces tranquilízate mujer – la pastilla que me dio está haciéndome efecto, y él está casi dormido – ¿tienes sueño, si quieres me voy para la sala?
- Tengo sueño, la pastilla que me diste ya esta haciendo efecto, no te vallas, la cama esta bastante grande y cabemos los perfectamente
- Perfecto – nos acomodamos y nos sonreímos-
Él es el primero en caer dormido, son las 10 de la mañana; me acerco suficiente para detallar su rostro, su expresión es tan tranquila; creo que enloqueceré de tanto verlo, será verdad lo que me dice Alice que yo le gusto y si no es así. Anoche fue un total desastre otro en su lugar quien sabe que me hubiera hecho, eso es precisamente lo que me tiene prendada a él, esa caballerosidad y que decir lo guapo que esta.
No se en que momento me quede dormida, busco la hora y son las 3 de la tarde; el señor a mi lado se remueve y me pasa el brazo por la cintura y me jala así su pecho y pues yo me dejo llevar, su cercanía me gusta y siento que me hace bien; y lo note con el tema de las pesadillas no había nada ni nadie que me ayudara con ellas, solamente él logró frenarla y eso tiene mucho valor para mí, sin el atisbo de vergüenza me acomodo en su pecho para volver a caer rendida ante él y el sueño.