Julia
Preocupación, así me encontraba hace horas, ya que Fabricio se había ido para encontrarse con su mamá y hermano; quería que todo se arreglara, lo último que quiero es que haya discordia entre hermanos, desde la terraza lo veo llegar.
Al llegar me sonríe como siempre, mas tranquilo y eso es señal que le fue bien
- ¿Cómo te fue? – se me acerca y me besa-
- Bien, Franco estaba con buena actitud
- Me alegra
- ¿en serio?
- Claro que sí, todos cometemos errores, el punto está en enmendar esos errores – me abraza y descansa su mentón en mi hombro-
- Eres rara, otra chica odiaria a mi hermano por lo que hizo
- No, que diera yo por tener a uno de mis hermanos para pelear un rato, por eso no voy a permitir que dañes tu cercanía con él; necesita ayuda Fabricio
- Eso le dijo mamá, le quito todo, trabajara para vivir – le sonrió-
- Aprenderá veras, me tengo que ir – empiezo a buscar mis cosas -
- Quédate ... - me mira con ojitos de perrito regañado-
- No se puede, tengo que volver a casa
- Esta bien, vamos
Al llegar a casa todos estaban pendiente de todo lo que había pasado, le explicamos y entendieron el punto, Alice con una actitud distante y era normal la engañada hay había sido ella. Al rato Fabricio se va y es el momento de hablar con ella con más tranquilidad.
- ¿Podemos conversar? – me observa el brazo y asiente-
- Todo este enredo es mi culpa, no quise escuchar a Fabricio
- En parte si, lo que no entiendo es algo... ¿Por qué no confías en mí? – se toma el rostro con fiereza-
- Si confió en ti ... era algo no formal, jamás me pidió ser su pareja y yo pensé que con el tiempo se podría dar, pero ves que no
- Alice para mi... tu familia y tu se han vuelto algo importante y esencial en mi vida, te considero mi hermana y me dolió que no tuvieras la suficiente confianza en insinuar que franco te parecía lindo o algo que hubiera hecho clic en mi mente y deducir que algo estaba pasando
- Perdóname... te considero mi amiga y hermana – la abrazo –
- Perdonada, pero cuando aparezca un chico que te mueva el piso, me dirás y juntas haremos algo al respecto – se sonríe-
- No quiero saber nada de chicos por ahí hasta que tenga los 50
- Nunca digas de esta agua no beberé, porque terminaras con toda el agua
Nos quedamos conversando de todo lo sucedido, le comenté lo que había hecho la señora Lia y admira que ya lo sabía y que habían conversado con ella largo y tendido. No quise indagar mas en los sentimientos hacia Franco hasta que ella misma me dijera y superara todo.
Los días pasaban lento, no me dejaban hacer nada, tenía dos enfermeras en la casa, Brina y Alice; hasta que los 15 tenebrosos días llegaron a su fin, ya me iban a quitar el yeso, me resulto sospechoso que me acompañaría la señora Lia, aparte de Fabricio.
- ¿No entiendo mamá porque tienes que venir con nosotros? – vamos los tres en el auto –
- Hijo... quiero velar por la recuperación de Julia ¿Qué no puedo? –
- Claro que puedes madre
Fabricio se da por vencido y llegamos al hospital y es cuando recuerdo que el doctor que me atendió le pareció guapo a la señora Lia y ahora todo encaja; camina por todo el estancia y volteo a mirar a Fabricio que esta algo confuso.
- Fabricio ven acá – se acerca bastante- ¿Qué te pasa?
- Hmm ... mamá esta actuando raro, ella no gusta de hospitales y mírala parece que conociera todo el sitio
- Déjala – me mira frunciendo el ceño –
- ¿Tú sabes algo? ¿dime?
- Hay un doctor que le parece guapo a tu mamá -se levanta y la observa a la distancia sonreírse con una enfermera –
- ¡En serio!
- Si, pero no se si han hablado o algo y tu no digas nada, deja que ella te cuente – se sonríe –
- Yo me quedare calladito, pero si veo algún coqueteo le preguntare; ¿ustedes se han vuelto muy cercanas?
- ¿Te molesta que lo seamos? - me abraza y empieza adarme besos en la sien –
- Para nada, me encanta que lo sean; eso me da a entender que supe escoger bien – nos sonreímos-
Al rato viene una enfermera dice mi nombre y los tres entramos al cubículo y efectivamente era el mismo doctor que me había atendido la primera vez, al retirarme el yeso note ciertas miras y cercanía y daba gusto ver a Fabricio celando a su mamá. Al salir tomamos rumbos diferentes no sin antes decirnos la señora Lia que nos quería en el conglomerado la mañana siguiente.
Quería llegar a la casa y dormir; pero no el señor tenía otros planes, fuimos a comer y recorrer Milán, esos eran nuestros planes últimamente
- ¿Estabas celando a tu mamá? – se sonríe y sienta en un muro-
- Los vistes, parecían adolescentes
- Y... Fabricio, el doctor a pesar de su edad esta guapo
- Tú también Julia... - me jala hacia él - es mi mamá y no quiero que sufras mas
- Si, pero tiene derecho a ser feliz, además detalle al doctor y no tiene alianza, eso nos da a entender que no es casado o es viudo – frunce el ceño-
- O se lo quito para parecer soltero
- Eres un caso Fabricio, habla con ella entonces
- Lo voy a hacer
- Apostemos – capto su atención – yo digo que es viudo y le gusta tu mamá y tu dices que es un mentiroso y quiere parecer soltero
- Esta bien, un fin de semana en otra ciudad si yo gano
- Aja, si yo gano ... dejas a tu mamá tranquila con el doctor
- Está bien
Me intrigaba la famosa reunión en el conglomerado, al llegar esta la señora Lia hablando con Fabricio, por su cara yo había ganado; los saludo a todos y me susurra al oído "ganaste", me encojo de hombros y me concentro en la señora Lia
- Julia me tome la libertad de enviar uno de tus diseños a un congreso de joyería; en otras palabras, tu como creadora del diseño y el conglomerado como casa productora
- Esta bien señora Lia
- El punto querida Julia... es que el diseño fue preseleccionado para la premiación, o sea Mulata Design quedo seleccionado como "casa de diseño revelación" – estaba en shock – y en tres meses viajaras a la premiación