Julia (enlazados2)

Cuarenta y Nueve

Fabricio

Tenía la sensación de que la apuesta que tenía con Julia estaba perdida, ya que cuando llegue al conglomerado trate hablar con mi madre, pero nada

- ¿Madre podemos hablar? – me mira y nos dirigimos para su oficina –

- Dime amor

- Sácame de una duda... tú y el doctor ... no se ... bueno ¿te gusta? Note cierto coqueteo

- ¿Te molestaría? – estamos de frente y su expresión es tranquila –

- No... solamente que... lo note raro en ti madre, no quiero que sufras más, ya con mi padre tuviste bastante – se me acerca y me atrae a su pecho- y Julia dice que el doctor no trae alianza y es divorciado y yo digo que se la quitó para parecer soltero

- Fabricio... es viudo y quiero darme una oportunidad, pero no es el momento

- Entiendo... te gusta el doctor – asiente- ¿Por qué dices que no es momento?

- Quiero estar divorciada de tu padre

- Ah ya – recuerdo que perdí la apuesta y me tomo el rostro-

- ¿Qué pasa?

- Acabo de perder una apuesta con julia – se sonríe – en fin, madre si sientes que ajá con el doctor por mi no hay problema

- Ok amor vamos para la sala de juntas

En la sala de juntas llegaba Julia y le susurré que había ganado, su rostro de "te lo dije" me basto que con ella no podía, en el transcurso de la reunión nos enteramos de que lo que venían eran viajes juntos, había olvidado por completo la ida a Londres, mi sonrisa no cabía en mi rostro.

Cuando anhelas algo llega de forma lenta, así me pasó, el fin de semana estaba lejos según mi percepción, pero en mis manos tenía el permiso del juzgado, Julia podía viajar conmigo, estaba tan envuelto en lo que pensaba que no note que había alguien en la oficina

- Fabricio ... ¿Qué pasó con tu hermano? – me tenso al escuchar su voz-

- Padre... mamá lo echó del conglomerado hizo cosas moralmente inaceptables – guardó el papel en unos de cajones del escritorio y le pongo llave-

- Hmmm ... quería darte las gracias por no decirle a tu madre lo de mi hijo

- No tienes que agradecer, al fin al cabo es tu problema, quería preguntarte algo – lo instó a sentarse –

- Si dime hijo

- ¿Cómo va el programa becario de la escuela? queremos reactivarlo ya que en el conglomerado tiene un montón solicitudes y queremos dar cabida a nuevos talentos – lo veo removerse en el asiento-

- Con lo ocurrido, todo quedó parado y pues yo pensé que no iban a habilitar esa área de la escuela

- Con mamá estuve conversando del tema y lo mejor es no dejar de lado la misión social de la empresa así que reactivaremos ese plan

- Entiendo, entonces las solicitudes envíalas para la escuela y con alonso las miramos y escogemos la mejor opción para esas becas

- No... mamá quiere que la escogencia sea haga acá con el comité interdisciplinario del conglomerado ya después serán enviados a Florencia

- Me parece perfecto hijo

- Ok padre, ah otra cosa, vamos hacerle unas mejoras al sistema de seguridad en las próximas semanas, no sé exactamente cuándo, pero te estaré avisando

- Listo hijo... me tengo que ir, voy para la casa – asiento -

Al verlo salir de la oficina me apresuro a llamar a mi madre, todo esta listo para empezar con el objetivo infiltración.

No había visto a julia desde la reunión en el conglomerado y hoy viajamos a Londres, hable temprano con Octavio y me dijo que nos esperaba en aeropuerto, con todo listo me dirijo hacia la casa de Julia a buscarla

- ¿Fabri... se van de viaje? – me pregunta Brina –

- Si Brina, vamos para donde mi amigo Octavio

- Ah ya... ¿que hay en Londres que te puedas traer? – me agacho para estar a su altura-

- Umm no sé tú me dirás que quieres de allá – hace gestos extraños y me causa gracia –

- No conozco para donde ustedes van, lo que quieras esta bien

- Bueno miraré que me puedo traer – se sonríe –

Al levantar la cabeza veo venir a Julia, con su sonrisa característica; esta vestida de forma casual y viene con un morral nada más y me causa curiosidad, ya que conozco chicas que de cosa no se llevan la casa en unas maletas

- ¿Por qué me miras así?

- Estaba pensando – frunce el ceño y se planta al frente mío algo molesta-

- ¿Me ves como si tuviera tres cabezas o qué? Fabricio esto es lo que soy – se señala – si te molesta... suerte – se devuelve y la alcanzo a tomar por el brazo-

- Eee... para dónde vas, para empezar no me molesta en absoluto y no te veo como si tuvieras tres cabezas

- Entonces – hace gestos de molestia –

- Me causó curiosidad que una chica lleve para un viaje solamente un morral – voltea a mirar el morral –

- Ah ...

- ¿Julia porque estas tan molesta? Dime si no quieres ir... pues esta bien

- No se porque estoy tan molesta, no es que no quiera... si quiero ... ay, Fabricio vamos, si

Me declaro en total desconcierto y no la entiendo; el camino hacia el aeropuerto fue en total silencio, peor fue en la terminal, no deje de examinarla caminaba de un lado para el otro como si algo le faltara, iba constantemente al baño del aeropuerto y caigo en cuenta que le pasaba.

Londres nos recibe con su habitual ambiente frío, llegamos antes de lo previsto y nos tocó esperar al señor Octavio, me decanté por hacerlo en la cafetería y así tratar de conversar con Julia, veo regresar del baño

- Como no te gusta el café, te traje un chocolate caliente – su sonrisa vuelve y me tranquilizo-

- Gracias – no dejo de mirarla y se percata de lo que hago –

- No me digas ahora que tienes 4 cabezas Julia – bufo y escucho su sonrisa –

- Disculpa estoy algo... irritada

- Ya se – captó su atención –

- ¿Qué sabes? - me sonrió –

- ¿Tienes el periodo? – sus mejillas se tornan rojas y me sonrió –

- Ay ... soy tan evidente – se tapa la cara con sus manos –

- Un poco ... ¿ya te sientes mejor?

- Si, los cólicos me estaban matando, pero ya paso



#5693 en Novela romántica
#1555 en Chick lit

En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.