Julia (enlazados2)

Cincuenta y dos

Julia

Pasear Londres con una embarazada es otro cuento, me la pase genial, notaba que tenía cierta conexión con Ivana, no sé porque lo sentía, pero según tenía entendido los chicos no son muy dados a la gente y conmigo era otra cosa, en momentos los miraba jugar en el parque y anhele tener los míos propios. Al llegar a casa la niña no se separó de mí en ningún momento, cuando Fabricio nos vio fue tal su sorpresa, que nos quitó la mirada de encima hasta que Ivana quedó dormida en mi pecho.

Llegamos el viernes a Londres y pasamos dos días con los Almoraz; el último día era nuestro, caminar de la mano con Fabricio me traía tranquilidad, cuando estaba en la cárcel, pensé mucho en la maldad que me hizo Karina, pero fue todo lo contrario; gracias a ella me conocí con él, y lo amaba, sí, cada día se intensifican más. Londres extraordinario.

Nerviosismo era poco; ya que la idea de Adriano estaba a punto de iniciar, ver a Ian viajar con nosotros era el inicio para descubrir qué había detrás de los robos en la escuela y de mi encarcelación injusta. En el aeropuerto de Milán nos esperaba Adriano, conversaron entre ellos y Ian se fue con él, nosotros tomamos un rumbo hacia los parqueaderos de la terminal

- ¿Para donde se llevaron a Ian? – me voltea a ver –

- Adriano se lo llevo para que se acomode en el apartamento donde va a estar mientras esté en Milán... queda al lado de la bodega que habla mamá aquel día

- Entiendo ... ¿cuándo puedo empezar el entrenamiento? – se sonríe –

- Cuando quieras julia... mañana llega Octavio, va a hacerle unas modificaciones al sistema de seguridad de la escuela

- ¿van para Florencia?

- Si, venimos el mismo día – asiento-

- ¿Qué modificaciones van a hacerle?

- Vamos a enlazarlo a la bodega... - no lo dejó terminar –

- Todo lo que pase allá se verá acá

- Exacto – me acerco y le tomó el rostro –

- Con cuidado Fabricio – me besa la mano y asiente –

Al llegar a la casa nos recibe una Brina super alegre, claro Fabricio le trajo de todo de Londres desde dulces hasta ropa, la consiente mucho. Fabricio no duró mucho en la casa se fue a descansar y planear el viaje de mañana con Octavio, a las dos horas llega Alice

- ¿Hey cómo te fue?

- Muy bien, tienes que conocer a las chicas, mira – le muestro fotos de las chicas y los niños –

- Ah me encantaría estar ahí, que niños lindos

- Sin muy lindos todos – la observo y trae cara de aburrida- ¿Qué te pasa?

- Hmmm... tengo crisis existencial Julia, ando estresada – se tapa la cara –

- ¿Qué te estresa Alice? O ¿Qué te molesta? – me mira –

- Todo... siento que soy una boba, me dejé engañar de forma más estúpida del mundo; yo que fui a la cárcel por defenderme de un hombre que intentó sobrepasarse conmigo y mira caí con Franco

- No eres boba; simplemente te enamoraste de un chico que te pinto un mundo rosa, el que está mal es él porque no supo valorarte

- No refuto tus palabras, pero algo de boba tengo – nos reímos –

- Tampoco lo refuto; sabes vamos por un helado y me cuentas de donde vienes

Salimos por un helado al centro comercial más cercano; me contó que tuvo una reunión con la señora Lía en el conglomerado, ya que los diseños de las chicas del penal estaban teniendo buena acogida, eso me alegraba mucho ya que la fundación enrejados estaba tomando forma y reconocimiento. Lo que a Alice le faltaba era una buena dosis de helado; entendí que estaba molesta consigo misma, vio señales en Franco de que era un chico tóxico y las dejó pasar pensando que ella lo podía cambiar, pero jamás cambio, bueno no para ella.

Lo que hizo no me lo esperaba, vimos una peluquería y como dueña y señora del local entro y cuando reaccione ya le estaban cortando el cabello

- En serio Alice – se sonríe –

- Tenía que hacerlo... esto es un nuevo comienzo, dejando de lado las bobadas – la observó

y no lo creo-

- Te pareces a Dora la exploradora – se levanta y me tira una peinilla-

- Nada que ver Julia, vámonos

En realidad, le quedaba el corte lindo, se veía mejor que con el cabello largo; al llegar a la casa fue un revuelo, pero si a ella le gustaba estaba bien para la familia.

Al día siguiente recibo un mensaje de Adriano, que me espera en el conglomerado, ya que necesita el visto bueno para acondicionar la bodega donde iba a entrenar a Ian. La bodega esta armada de forma tan perfecta que parecía una extensión de los talleres del conglomerado.

- ¿Julia hola? - se me acerca Ian algo dudoso –

- Hola Ian ¿qué pasa?

- ¿Quién me va a entrenar a utilizar todo eso? – me señala todo con cierto grado de nerviosismo-

- Yo seré tu entrenadora Ian – se sonríe –

- Oh ... bueno confió en ti

- Vas a utilizar ciertos instrumentos que son de cuidado por su complejidad, pero debes estar abierto a aprender

- Quiero aprender, este mundo de la joyería me llama la atención, lo único es que no sabía quién me iba a enseñar

- A bueno ya lo sabes ¿Qué te parece si mañana empezamos?

- Genial ... ¿te puedo preguntar algo?

- Si claro dime – no me da la cara -

- ¿Tu... tienes una amiga pelirroja toda pecosa ella, delgada? – de donde conocía Ian a Alice –

- ¿Hmmm... de dónde la conoces Ian? – esta todo rojo-

- No la conozco ... mas bien ayer la vi a la salida del conglomerado y Adriano me dijo que era tu amiga

- Ah ya ... si es mi amiga casi hermana, ¿Qué pasó con ella Ian?

- Es linda, exageradamente bella, nada más – me sonríe y me da la espalda –

A Ian se le notaba un gusto por Alice y simplemente la vio, no trató con ella, el punto es que él está aquí con un propósito de infiltrarse en la escuela y no queremos que se distraiga y Alice no quiere saber nada de hombres, noto que se me acerca

- Pero Julia, se que no es el momento, cuando termine la infiltración, me acercaré a ella



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En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

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