Julia (enlazados2)

Cincuenta y Tres

Fabricio

Florencia es una ciudad tranquila, pero me turbaba que nuestro plan se viniera abajo, al llegar a la escuela, nos encontramos con una pasmosa tranquilidad que me resultaba bastante inusual; Octavio se enfrasca en su trabajo, reorganizar las cámaras de seguridad y los comandos de la caja de seguridad, todo estará vinculado al centro de mando en Milán; que esta ubicado en la bodega donde Julia entrena a Ian.

Desde que converse con mi padre el ha tenido cambios, sospechoso para mi gusto, pero esta entre los planes, está confiando en mi y es lo ideal. Me encuentro con Fabio y mantenemos una conversación fluida sin dar indicio que fraguamos algo, él esta instruido en lo que tiene hacer cuando llegue Ian.

En las horas de la tarde cuando todo esta listo, nos proponemos regresar a Milán, algo me llama la atención en un parque cerca de la escuela; estaba consiente de las infidelidades de mi padre, pero jamás lo había visto con mis propios ojos, lo que mas me llamo la atención es que él trataba a dos niños con sumo cariño, y me extraña porque con nosotros jamás lo hizo; trato de enfocarme en los niños, son pequeños, el mayor oscila entre 8 a 10 años y la niña es mas pequeña como unos 5, al menos los trata bien, en ese momento pienso que son mis hermanos, bueno o malo están aquí y en algún momento nos necesitaran, tanto a Franco como a mí.

Llegar a Milán fue tranquilizador para mí, de ahora en adelante debía enfocarme en que el plan saliera perfecto, llegamos tarde, por más que trate de que Octavio se quedara, no quiso, tomo un vuelo directo para Londres. A la mañana siguiente Adriano me pone al tanto de todo lo ocurrido en mi ausencia, al llegar a la bodega noto a Julia con Ian, ella había decidió empezar lo antes de posible y la entendía, todos necesitamos saber la verdad.

La semana paso muy rápido, Ian ya mostraba avanzases, ya le había perdido el miedo al fuego y era bueno ya que, en el mundo del armado de joyería, es primordial tener destreza con el fuego, pero mi cabeza estaba en Florencia, veía a Julia explicar y explicar a Ian con maestría, el arte de la joyería, hoy estaban fundiendo el material. En las horas de la tarde la llevo al penal y me dice que necesita hablar conmigo, esta seria, mas bien preocupada.

Al llegar al apartamento me encuentro con un bultico con el cabello rizado sentada en el piso, me acerco y esta con los ojos cerrados,

- ¿Qué haces en el piso amor? – le reparto besos por toda la cara y ella nada mas sonríe -

- Te esperaba – me detalla –

- Entremos – la levanto del piso –

- Voy a hacer directa Fabricio, ¿Qué te preocupa? Estas pensativo, como elevado y estas así desde que viniste de Florencia – la atraigo a mi y se sienta en mi regazo –

- Hmm ... si, estoy preocupado, en Florencia vi a los hijos de mi padre y no se como actuar

- ¿Cómo así? ¿estas dudando de lo que estamos haciendo?

- No... nada de eso, él tiene que pagar Julia, eso está claro – suspiro – son los niños

- ¿Qué pasa con ellos? Independientemente son tus hermanos y tanto tú como Franco deben estar ahí para ellos

- Pienso igual, pero mi madre no se como va a reaccionar... amor son dos y tienen menos de 10 años

- Si quieres vamos y hablamos con ella, los niños no tienen la culpa de nada y si todo sale como esta previsto... ellos van a quedar solos y desprotegidos, ahí deben estar ustedes como hermanos mayores para brindarle apoyo

- Esta bien mañana vamos, pero te quedas conmigo hoy, me haces falta – se sonríe y me besa-

- Claro que si

Decirle a mamá fue complejo, pero lo tomo de forma tranquila y como dice Julia "ellos no tienen la culpa" cada día me enorgullezco mas de mi madre, ella quiere que nosotros tengamos lazos muy cercanos con los niños, con mis hermanos menores.

Los días pasaban y Ian estaba casi a punto, el chico tenia talento para la joyería, pero él decía que tenía una profesora excepcional, ese punto no lo refutaba, mi Julia es muy talentosa, hasta les dio tiempo para que le diera clases de diseño.

No recordaba del concurso de París, hasta que llego la confirmación de asistencia y como mi madre había dicho, era para dos, yo nunca iba a esas cosas, el encargado para eso siempre fue Franco, pero estaba vez mi acompañante era de mi total gusto.

Llego a la oficina de mamá y se escucha las risas, al entrar las veo conversando y riéndose animadamente

- Hola ¿las interrumpo? – me voltean a ver y niegan –

- No hijo, adelante; ¿Qué te trae por acá?

- Esto – le muestro la comunicación que llego en las horas de mañana al conglomerado, me siento al lado de Julia –

- Aja hijo ... confirma la asistencia - se dirige hacia Julia – mi niña, en un mes tienen que viajar a Paris ustedes para el congreso de joyería, y como recordaras tanto Mulata Design como el conglomerado están seleccionados para los premios anuales del mismo, ¿van a ir?

- Señora Lia claro que recuerdo y por mi no hay problema – dice Julia y me mira –

- Entonces hay que confirmar, no se preocupen ya arreglo todo

Que mi madre organizara todo me deja tranquilo ya que yo voy en representación de la empresa, la ciudad del amor nos espera. 

 

 



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En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

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